La polarización que existe en El País es de tal magnitud que la mayoría de las personas que apoyamos este proceso no leemos los periódicos identificados con la oposición y mucho menos vemos canales como globovisión; asimismo, las personas identificadas con la oposición son incapaces de ver la programación de los canales oficiales o de leer El Correo del Orinoco.
He visto y oído a moderadores de programas de televisión en los canales oficiales y he leído a columnistas de los diferentes periódicos y páginas web identificadas con El Gobierno, criticar el hecho de que algún Organismo Oficial o Empresa del Estado contrate publicidad con un medio de oposición.
Si nos ponemos a analizar la situación, a lo mejor, llegamos a la conclusión de que se está cometiendo el gran error de informar solamente a la gran masa de personas que comulgan con el proceso y estamos dejando fuera aquellas, también en número importante, que no lo aceptan y que por supuesto no conocen la mayor parte de la obra de gobierno porque sus medios como noticia no se lo van a decir.
Procede aquí, en mi modesta opinión, una revisión de la política comunicacional en cuanto a la asignación de las pautas publicitarias, olvidémonos de que al enemigo no hay que darle ni agua, y aceptemos que hay muchos venezolanos que también necesitan conocer lo que se está haciendo y que a lo mejor con la propaganda oficial en sus medios entienden las bondades del proceso o, por la dosis de veneno que tienen, dejan de verlos y oírlos porque no se calan publicidad oficial.
Con cualquiera de las dos actitudes que asuman estos señores, creo que, el proceso sale ganando.