No es lo mismo tejidos y novedades en el piso de encima, que te jodo, te piso y encima no ves nada.
Camaradas, por allí ya anda rodando una matriz de opinión que señala que el cierre de Globovisión es inminente, tratando de desviar la atención sobre la gravedad de la amenaza a nuestra soberanía, que se asoma con la reunión en Washington entre la ultraderecha imperial y una “escogida” representación de pitiyankees. Dicha amenaza es evidente: Declaración de ataque frontal de parte del “stablishment imperial” contra el ALBA, sus líderes y el Pueblo Latinoamericano.
Con esa matriz se tratará de victimizar al albañal 33, tal como en su oportunidad ocurrió cuando el Gobierno Bolivariano decidió, soberanamente y con amplio respaldo popular, no renovar la concesión radioeléctrica a RCTV. A la sazón las demás empresas mediáticas de la derecha criolla atizaron las protestas y frenéticamente repetían todos los días: “Chávez cerrará el canal…”. La oposición cuenta los días para que la bestialidad acuda engominada de democracia a posarse en la Asamblea Nacional, asumiendo que se encuentra en un momento estelar para adelantar nuevas aristas de golpes y desestabilización, profusa en dólares y directrices imperiales. No puede haber duda en nuestras filas de sus verdaderas intenciones y no debemos albergar lástima o entendimiento ante sus argumentos y lágrimas de cocodrilo.
Es fundamental que acoplemos nuestros esfuerzos, críticas, opiniones y análisis a las palabras del Líder Comandante, quien nos anima a la unidad como triaca indispensable para contrarrestar el veneno fascista que se nos viene encima. No hay otra manera de vencer a estos enemigos seculares del Pueblo y de la Patria. En ese sentido es fundamental el papel de nuestros medios de comunicación, los cuales deben asumir la tarea de mostrar pública y notoriamente que dicha unidad es cierta y precisa, llevando a todos los rincones del país el proceso dialéctico que se desarrolla para enfrentar la novedad de un ente imperial, que se establece para agredir directamente los avances humanistas de una América toda que quiere existir en nación por el empuje de sus fuerzas populares y originarias. Juntos, Gobierno y Pueblo debemos hacer frente al fascismo, con la misma contundencia de aquel Abril de vendavales.
Es práctica común de los medios opositores, manipular a sus disociados, preparándolos para tomar como propias las banderas de la oligarquía y sus adláteres; lanzándolos a las calles en protestas y guarimbas, en búsqueda de muertos que puedan revertir su podredumbre en mostrador de libre expresión y de exceso gubernamental. No camaradas, el problema no es un canal que ahora es punta de lanza de la bestia que la esgrime. Como los dientes del tiburón blanco, al caer Globovisión otro lo reemplazará para continuar dando dentelladas. A quien hay que atacar es a la bestia.
Con el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Colombia, lo cual demostró una vez más la sagacidad de nuestro Líder, se quitó al Imperio la posibilidad de desestabilizar la región, tal como sus halcones han hecho en otras latitudes. Asidos de los más conspicuos manuales y tecnología de guerra, llevaron sus vientos hasta Irak, Afganistán, antes a Centroamérica y más recientemente traman locuras como atacar a Irán o provocar una conflagración entre las Coreas, cuyo vórtice seguramente arrastrará a la humanidad toda.
Somos indomables y el Imperio pretende cobrarnos caro habernos deslastrado de su influjo. El hecho de configurar un grupo de trabajo con directrices específicas de atacarnos, incluyendo magnicidios, refleja sin duda alguna que la paz y el entendimiento entre los Pueblos hermanos de nuestramérica, ha sido un duro golpe a sus designios.
Es bueno recordar que esa ultra derecha genocida y plutocrática, es una reducida elite que dispone de búnkeres y silos subterráneos donde guarecerse hasta por décadas si desenlazan una guerra nuclear. Garantizada así su supervivencia, no es esa razón de no comenzarla; si lo son las revoluciones y en la medida que estas avancen y se extiendan por el orbe, las posibilidades de que ocurra aumentan, tal como nos viene advirtiendo desde hace tiempo Fidel. Lo que acaba de ocurrir en Georgetown es una demostración de lo que somos capaces de hacer juntos para enfrentar a la hegemonía más grande de todos los tiempos. Nosotros sí asistimos a una época estelar, sólo comparable a la gesta independentista que corrió como pólvora hace dos siglos por estos mismos lugares. La visión y el ideal de nuestros próceres parece verse refrendado en los resultados de un grupo de valientes enlazados como nunca con sus Pueblos.
Con respecto a lo de Globovisión, queda expuesto que no es el problema fundamental, pero no debemos desperdiciar la oportunidad, la hemos dejado pasar antes, de desmontar el aparato mediático opositor que es componente fundamental de la superestructura aun imperante de la derecha. Esta confluencia de fuerzas revolucionarias sobre hacer algo para detener su ataque dirigido por Washington, debe concentrar su gestión en convocar a un nuevo modelo de comunicación. Si asumimos que sus actos son de traición a la Patria, que acuden recurrentemente a golpes y asesinatos, que conspiran contra los intereses del país, entonces debe enfocarse como estratégico su desmantelamiento. Opino que pudiera desarrollarse una consulta, un referéndum, para echar las bases de un nuevo sistema mediático.
En definitiva, por mandato popular. La forma actual, es en dos platos, una jauría fascista contraviniendo el orden constitucional todos los días, encegueciendo a muchos y dictando desde sus medios, pautas y normas de vida inmorales inconsultamente. Mientras hemos sido ignorantes de ello, han permanecido reinantes. Ya está bueno de que nos pisen, nos jodan y encima nos tengan ciegos con su manipulación mediática.
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