ADVERTENCIA, éste artículo es escrito con una profunda indignación, lectores, disculpen las malas palabras.
Dicen las malas lenguas de la izquierda, que antes de una invasión militar hay una invasión mediática. Y digo malas lenguas, porque en tiempos en los que impera el proyecto de la nada, lo que digan los estudiosos y analistas críticos no importa, lo que tiene trascendencia, en estos tiempos, es que venga el rico a salvarnos de la miseria en que nos tiene sumergido el “régimen”, que nos obliga a pensar y a construirnos un mejor futuro. ¡Que ladilla con la política!, dicen por doquier. Lo que me importa es la rumba del “finde”, el culito que huele rico, las birras con los panas. Viajar y aventurar. Eso de pensar era de otro tiempo. Eso de comprometerse, es asunto de otros. Más o menos así debe pensar el “director” Diego Buñuel, burguesito travieso que se pasea por países “peligrosos”, con espíritu aventurero y retando los peligros que se le presentan en el camino.
Recuerdo que cuando terminamos nuestros estudios de posgrado en Chile, en el año 2010, realizamos un viaje de regreso a Venezuela, con sólo 800 dolares en el bolsillo y una cuenta inagotable de esperanzas por entrevistarnos con organizaciones sociales de base. Todo con el fin de saber lo que realmente pasa en Nuestra América, y para dilucidar una alternativa a la unión latinoamericana vista desde la óptica popular. Evidentemente ese no es objetivo del programa de Natgeo, no le digan a mi madre, porque quizá lo regañen por haber robado la tarjeta de crédito de papá, y como muchacho travieso de la burguesía no sabe que va a hacer en estos países, y termina escudriñando sobre lo que a la industria mediática le interesa decir de algunas realidades sociales.
“Medio, luego existo”, no hace falta pensar. Esa es la premisa en la que se basa el programa en cuestión, pues no miran más allá de la superficialidad de la realidad venezolana. En principio es importante que digamos que no creemos que la Venezuela Bolivariana, sea un paraíso de la Revolución latinoamericana, pues existen contradicciones profundas y graves, incluso creemos firmemente que la misma viene atravesando rupturas permanentes en los últimos tiempos. La cuestión es que detrás del supuesto retrato de la realidad, se presenta un visión negativa de lo que está pasando en el país, y esto hay que desmontarlo.
Pensemos en algo. En el documental, al principio, hacen una toma en la que sale Lina Ron, la cual fallece hace aproximadamente un año, más exactamente el 5 de marzo del 2011, es decir, el mismo fue grabado hace poco más de un año, y sale al aire en natgeo en el Mes de Marzo del 2012. La cosa es, que en pleno año electoral, se lanzan con las “travesuras” del pendejo francés, quien muy “objetivamente”, al mismo estilo de los guardianes de Chavéz, se lanza por los caminos de la Revolución Bolivariana, “radiografiando” lo que para él es un desastre anárquico. Es decir, retoman el guión manipulador para generar opinión pública contraria a lo que acontece en Venezuela, que con todas sus contradicciones está abriendo una brecha para que se consolide un verdadero proyecto popular socialista. De nuevo la industria mediática interviniendo en la representación de la realidad. Por cierto me comentaba un compañero, por unas de las redes sociales, que no es casualidad que éste aventurero visite países “peligrosos” que creen en el altermundismo, tal es el caso de Irán, Corea del Norte y Venezuela.
Que escasean productos de la cesta básica, es innegable. Que hay contrabando de gasolina a Colombia, es evidente. De todas maneras son cosas que se deben corregir, de muchas otras que no se muestran. Pero lo trascendental de la propuesta revolucionaria, ¿dónde está? ¿Por lo menos se muestra una visión positiva de lo que pasa? No hay. Parece que el documental lo editaron en “Globovisión”.
Pero lo que más molesta, es ver a un Natgeo, escondiendo su careta y sus intereses, tras un supuesto compromiso con el medio ambiente, cuando la cuestión fundamental es la contradicción entre capital-trabajo-explotación, y por tanto la mercantilización de los recursos de la naturaleza, la vorágine destructora de las grandes industrias, y la repercusión que el modelo capitalista ha causado en el mundo. Esa contradicción es ocultada. Es la re-oxigenación de la explotación, un canal que no va al hueso del debate. Por cierto, ni le interesa.
Y nosotros, ¿qué hacer?. Estar alertas y comenzar a desmontar éstas apreciaciones que se construyen desde las entrañas de quienes no quieren ver al pueblo en el poder. Hacernos de las herramientas comunicacionales necesarias para combatir en ese escenario y construir alternativas reales al conflicto que se presenta al interior de las disputas de poder del chavismo institucionalizado. Lo demás seguirá pasando. La guerra de cuarta generación ya es un hecho.
Les dejamos el link, en el que pueden ver el documental, pero por favor, no le digan a la madre de éste ser, pues si tiene cuatro dedos de frente, puede sentir indignación de haber traído al mundo a semejante zoquete.
Ver y no creer (si cuestionar y reflexionar):
http://www.youtube.com/watch?v=K1_wlKSQoBg
*Miembro Colectivo de Acción Revolucionaria CAR-Mérida.
carlos_rivas_45@hotmail.com