Globo “ensayo” visión, para seguir siendo el partido Globovisión

No cabe duda que lo que ha ocurrido con la venta de Globovisión, es como una especie de globo de ensayo, pues tal canal parece que seguirá con su papel de partido político, pero que tampoco debemos hacernos ilusiones si un buen día, antes de finalizar el tiempo de la concesión, deciden cambiar la programación para engañar al Estado, perdón al gobierno, para que les vuelva a renovar el permiso de utilización del espectro radioeléctrico. Llama la atención que con bombos y platillos se había lanzado el nombramiento de director del canal al periodista Vladimir Villegas y ya se hablaba de una entrevista por ese canal, al Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro. Menos mal que no se dio la citada designación, porque de haberse materializado, era como colocar en el sentido figurado, al Caín frente al Abel, una estrategia maquiavélica por parte de quienes adquirieron dicho canal.

Si se toma en cuenta, que este sigue manejándose en la misma forma como un partido político, con su campaña de desinformación y distorsión de la realidad, no cabe duda que esto quizás fue parte del problema, que choca abiertamente con lo expuesto por parte del mencionado periodista y a lo cual cito textualmente lo siguiente: “Villegas anunció que bajo su dirección, el canal asumiría un tipo de periodismo, tratando de despolarizar al país. Abrirle espacio a todas las opiniones y en eso todos tenemos que hacer un esfuerzo para abrir las fuentes”, Acepté la dirección General de Globovisión por la paz y la inclusión de todos,” anunció Villegas el pasado 2 de mayo, al hacerse el anuncio de los nuevos propietarios del canal. Lo cierto de todo esto, con base a los hechos presentados, es que se pensó quizás más en el enfrentamiento de la misma programación ante el Sistema Bolivariano de Comunicación e información (SIBCI), y por supuesto era como colocar a un hermano frente a otro hermano, pero esto último en función de ese poder mediático, que se sustenta en una base económica, de un grupo financiado por la banca que impone condiciones, esta es la base fundamental de este globo de ensayo y por eso no les funcionó, al encontrarse con un profesional, que por lo menos estaba claro, en la nueva orientación que le pensaba dar al canal en cuestión, porque ese poder tiene por filosofía lo siguiente, tal cual como lo expresa, Rascón Palacio, E. en su tesis, La comunicación mediática: una forma de poder, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, marzo 2010, en la cual expresa que: “La comunicación mediática es una forma de poder a veces inadvertida, capaz de fomentar esquemas procedimentales de dominio sobre ciertos actores sociales.

En este sentido, sostenemos que actualmente la comunicación mediática es el recurso tecnológico que más puede influir en el juicio, pensamiento o acción de cientos y miles de millones de personas. A raíz de este hecho, se puede argüir que la comunicación mediática es una forma de dominación sutil. Eso es posible, por ejemplo, al no darse en la comunicación mediática una ecuanimidad y objetividad en cuanto al contenido discursivo de información procedente de una o más fuentes (sean oficiales por parte del estado, de líderes políticos o individuos comunes y corrientes)”.

También se nota claramente, la fuerte relación que existe entre el poder financiero y el poder mediático, de allí que el periodista arriba mencionado, por sus antecedentes históricos y su propia propuesta no podía encajar como director de la misma, ante los intereses económicos y la dependencia política que se tiene desde el exterior, además de los operadores de la guerra psicológica existentes en dicho canal, incluyendo la propia empresa como ancla. Seguro que detrás de esos nuevos dueños de Globovisión, hay una banca que financió el traspaso de la negociación de los bienes, incluyendo la sede donde actualmente funciona la misma planta televisiva, sobre este tipo de relación se han hecho diversos estudios, como por ejemplo, el realizado por Nuria Roy Almirón en el año 2006, sobre la relación entre el poder financiero y el poder mediático, banca y grupos de comunicación. Finalmente, si se está claro en el poder mayor, que está por detrás del poder mediático, no puede haber razones para pensar que se les va a renovar la concesión a una empresa que tanto daño le ha hecho a la sociedad venezolana, además que el propio estado en aras de proteger la salud mental del pueblo, se reserva el uso del espectro radioeléctrico.



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Romel Alí Rodríguez


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