Hermanos de Aporrea, ante mi despedida


Credito: Rafael Guillen Beltre

            Nunca me imagine que despedirme de este medio causaría tantas reacciones,  mi decisión claramente la argumente con mi escrito de despedida, ya en lo personal había tomado la decisión de no escribir mas en Aporrea, pero haciendo uso responsable de mis actos lo quise hacer público por respeto a este formidable medio que me dio la oportunidad de publicar mis ideas, jamás he dicho renuncio de Aporrea, solo dije me despido de Aporrea. Igual lo hice como un reconocimiento a los que nos leen cada vez que emitimos nuestras opiniones.

            Les diré que soy oriundo de una paradisiaca isla del Caribe que es compartida por dos pueblos extraordinarios, Haití y Dominicana, de los dos naci en territorio dominicano, soy dominicano, orgullosamente hijo de la tierra de nuestro Padre y Libertador Juan Pablo Duarte y Diez, del líder de la Restauración Dominicana el General Gregorio Luperon, del luchador obrero Mauricio Báez, las Hermanas Mirabal, Manolo Tavares Justo, el Coronel Rafael Fernández Domínguez, Francisco Alberto Caamaño Deño, Amaury German Aristy, Amín Abel, Orlando Martínez, el Profesor Narciso González, el Profesor Juan Bosch, José Francisco Peña Gómez, Cecilio Díaz (El Comandante Manuel), y un largo etcetera.

            Esa sangre de libertadores, héroes y heroínas, luchadores sacrificados y mártires de mi amada Patria, corre por mis venas desde antes de mi nacimiento, nunca he jugado a las posiciones fáciles, nunca me he acomodado a este sistema injusto que fui descubriendo en la medida que mi conciencia se iba ensanchando, las misteriosas fuerzas de la vida que han regido siempre mi existencia me han orientado a estar del lado de los desamparados, de los vilipendiados y azarosos de este mundo.

            Mi historia personal con el Comandante Hugo Chávez comenzó desde muy temprano, ahora tengo 43 años, pero cuando Chávez dirigió la Rebelión Cívico Militar del 04 de Febrero del año 1992, yo fui uno a los que se le revelo la Resurrección del Libertador Simón Bolívar para darnos nuestra segunda y definitiva independencia a nuestros pueblos de América Latina y el Caribe. Cuando hablar de Chávez era un anatema para este sistema capitalista que rige nuestra nación Dominicana, ya yo era un Chavista pleno.

            Yo he tenido que enfrentarme a falsos revolucionarios en mi propio país, que únicamente se le acercaban a Chávez para pedir ayuda política y recursos económicos. Esos mismos que le hacían el juego a los enemigos de Chávez aquí en Dominicana, e igual lo he escrito y denunciado responsablemente.  Eso tiene un costo. En el año 2006 el Movimiento Cristiano Paz Dominicana que coordino realizo una larga caminata desde la ciudad de Santa Ana en la Península Paraguana, Estado Falcon, hasta el Distrito Capital de Caracas, específicamente al sagrado lugar donde reposan los restos del Libertador de América. Salimos un domingo 09 de julio y llegamos un lunes 24 de julio, día del natalicio del Libertador. Caminamos 540 kilómetros. En esa jornada fuimos apoyados por el Congreso Bolivariano de los Pueblos Capitulo Venezuela. No tuvo mucha resonancia en la Prensa, pero igual fue un llamado al mundo por la paz y la unidad de los pueblos de nuestra Patria Grande.

            A mi por cosas del destino me toco ser el primer Gobernador de la Plaza Simón Bolívar aquí en Dominicana que dono Chavez, la misma fue inaugurada el día que se celebra aquí la proclamación de nuestra primera constitución dominicana, un 06 de noviembre del año 2004. Ese día de gloria, Chávez colmo nuestra Patria con su Verbo de Oro, y conmovió el sentimiento más profundo de nuestro amado pueblo. Despertó algo, que aún permanece en muchos, y espero que nunca se duerma. Luego que nuestros políticos lo recibieron como a un héroe del Olimpo de los Dioses, abandonaron la Plaza y la dejaron que se deteriora. Yo llegue con el grupo de misioneros de Paz Dominicana en la que milito a la Plaza Bolívar, y en contra de grupos de poder que siempre le temieron a Chávez empezamos un proceso de rescate de la misma, la abrimos al pueblo, y Bolívar y la Revolución Bolivariana tuvieron voz en Dominicana, la voz del pueblo.

            Desde esa Plaza Bolívar en Dominicana, cuando el imperio arremetía contra Chávez, nosotros desarrollamos miles de actividades revolucionarias en solidaridad con la Revolución Bolivariana de Venezuela. Incontables actividades, eso nos valió la persecución, el asedio de la CIA, porque les reitero, Chávez era muy temido por la oligarquía dominicana. Trabajando en la Plaza Simón Bolívar en Dominicana nunca recibimos el apoyo de la Embajada de Venezuela, nos dejaron solos, sin embargo me enteraba que si aportaban grandes recursos económicos para organizaciones traidoras y enemigas de Chávez.

            Siempre hemos sido luchadores en nuestro país, y moriremos siéndolos, nunca hemos estado del lado equivocado de la historia aunque esto nos cueste entregar nuestras propias vidas. Moriré luchando por la redención de nuestros pueblos, Y DARIA MI VIDA INFINITAS VECES EN DEFENSA DEL COMANDANTE CHAVEZ, y ahora más que nunca que no está entre nosotros físicamente para defenderse el mismo como lo hacía permanentemente con esa fuerza espiritual sin igual, y lo defenderé en cualquier escenario, contra cualquier clase de enemigos, a costa de lo que sea, no es verdad que llenaran de mierda el paso glorioso del más grande líder del planeta de principio del siglo 21.

            Escribir como yo escribo aquí en Aporrea me ha significado alterar totalmente mi vida, vivo en guerrilla, porque gente como yo deben de ser eliminados, así piensan los enemigos de nuestros pueblos. Todos recordaran cuando diez dominicanos de nuestra organización PAZ DOMINICANA nos rapamos las cabezas en ofrenda a Dios por la sanación del Comandante Chávez. El Comandante Supremo y Advitan de esta Revolución nos recibió, fue la primera vez que lo tuve frente a frente, la acción de amor y de fe que emprendimos por su sanación  lo conmovió mucho, y nos invito a una oración por su salud en Miraflores.

            Quiero pedirle perdón al Bravo Pueblo de Venezuela, si esa oposición rastrera ha usado mi escrito de despedida como colaborador de este magnífico medio de Aporrea como una de las tantas matrices de opinión  para confundir y dañar. Pero quiero que sepan que de verdad me despido de Aporrea como colaborador, a ustedes sigan luchando, y no se dejen quitar las conquistas que tanto sacrificio han costado.

            Los amo desde los más hondo de mi ser, gracias por permitirme ser parte de ustedes, me siento tan venezolano como dominicano, a Venezuela le estaré eternamente agradecido por haber acogido a Duarte nuestro Padre de la Patria Dominicana, quien vivió y murió en sus benditas tierras.

             De nuestro amado Chávez les diré con dolor desgargante de mi alma que aun no he logrado superar su partida, aun lo lloro con gran tristeza y pesar, toda mi vida la dedicare para defender su legado y honrarlo con mi ejemplo. Desde mi propio país lo hare para la Gloria del Todopoderoso que siempre guía mis pasos, en Dominicana renacerá el Cristianismo de Liberación y Redención de Pueblos, tal como Chávez lo señalo al final de sus días, expiro entregándose completamente al Cristo Redentor de la Humanidad, y así señalo la próxima revolución que transformara al mundo.

            Les pido escusas por aburrirlos hablando de mi, se que venceremos hermanos. Aquí la mayoría de los que escriben tienen una historia brillante de pulcritud, honor y decoro revolucionario. Que Dios los bendiga siempre hermanos!

             Gracias de nuevo Aporrea,

            Viva la Republica Bolivariana de Venezuela!

            Viva la Revolución Bolivariana de Venezuela!!

            Viva el Comandante Eterno Hugo Chávez!!!



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Rafael Guillén Beltre


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