A Schemel lo conocí cuando intentó "venderse"como una gran vainota ante el Gobernador Carneiro quien, por cierto no le paró mucha bola. Después se hizo muy conocido gracias a una muy bien auto planificada campaña publicitaria, acompañada de buenas técnicas promocionales, que incluyeron presentaciones en televisión y constantes apariciones en los medios impresos.
Creo. Que fue él quien por vez primera habló en el país de Focus Group como una gran cosota, cuando está técnica no es más que una especie de Conversatorio, de Consejo Consultivo, donde un grupo de personas de diferentes ideologías habla a calzón quitado del gobierno, de los partidos. Una especie de encuesta dinámica. Pero de muy reducida muestra. Lo que la hace poco confiable.
El Tipo, no se puede negar, domina el discurso mercadológico basado en un poderoso dominio de términos científicos que sabe hilvanar de manera impecable; domina lenguaje gestual ante las cámaras de la pantalla chica y conoce de la economía del lenguaje audiovisual que le permite hablar lo necesario en el menor tiempo posible. Artificio que no domina la mayoría de los entrevistados en televisión de este país. Quien lo escucha si no tiene un mínimo de conocimiento, ni siquiera artesanal de lo que significa Marketing político, cae fácilmente en las redes mágicas del talento de este señor.
Si Schemel sabe de todo este conjunto de técnicas y aplica a las mismas, métodos psicosociales. También debe saber que el pueblo venezolano no es pendejo, que desde hace un rato largo sabe quién le esconde la comida y las medicinas; quién los pañales, el papel sanitario y los productos de limpieza y aseo personal. Y porque lo sabe es que no le ha parado bolas a los disociados que se acercan a las colas, megáfonos full volumen en las manos, a exacerbar ánimos. Y por lo mismo tampoco ha salido a la calle a formar peos, que el objetivo de la maldita guerra económica y mediática desatada por la Oligarquía doméstica e internacional...
Difiero con lo que dijo Schemel ante un José Vicente que, por momento, me lució rendido ante esta moderna especie de encantador de serpientes, aunque varias veces se sacudió de ese encanto y repregunto al personaje quien, hábilmente evadió esas repreguntas. Digo difiero, por ejemplo, cuando Schemel dice que la respuesta neurótica del pueblo ante la crisis económica será un voto castigo para el gobierno en las próximas elecciones parlamentarias. Y ¿por qué no puede ser un voto castigo contra la Oposición? "El pueblo, palabras más palabras menos, dijo Schemel, está molesto porque no encuentra alimentos ni medicamentos. Y eso mina el sentimiento chavista de las clases populares". Es falso de toda falsedad que el pelabola venezolano va a votar en contra del chavismo porque está arrecho porque no consigue comida ni remedios. Sí así fuere desde hace rato se hubiese adueñado de las calles convirtiéndolas en un infierno de quema de cauchos, de saqueo de comercios y de fábrica de barricadas. No lo ha hecho ni lo va a hacer porque el pueblo sabe que el culpable del desabastecimiento, del acaparamiento y del bachaqueo no es el Gobierno sino los enemigos del Gobierno en su alocada intención de derrocar a Maduro.
Y sepa algo Mr. Schemel no se puede ser tan fresco para decir que el pueblo pasará factura de castigo al Gobierno por culpa de la guerra económica que, usted por cierto, nunca cuestionó en su entrevista. Es más, por su comportamiento usted cómo que está de acuerdo con tan criminal estrategia electoral y politiquera pues nunca dijo nada sobre las miles de toneladas de alimentos acaparados que ha incautado el gobierno.
Los resultados de la Parlamentarias de 2015 no sólo mostrarán un voto castigo para la Oposición sino también servirán para desencantar a hombres y mujeres que, como usted, creen que el pueblo es pendejo y que no sabe que quienes le esconden la comida y los medicamentos son los mismos que le dieron el golpe de estado a Chávez en 2002.
TINTERO
Gringolandia y sus celestinos criollos, están tan convencidos de la derrota que sufrirán en las elecciones parlamentarias que están forzando la barra. Tanto que ya se nota su descaro. Tanto que ya no es una guerra asimétrica encubierta sino al descubierto. Tanto que ya se les cayó la careta en el plano internacional y ya todo el mundo sabe que La Oligarquía doméstica e internacional se la tienen jurada a Nicolás. Si no fuere así porque ese empeño en tumbarlo y no esperar los comicios legislativos. Porqué hablan de Transición y no de Elección.