Vladimir Villegas: ¡ Cómo extraño el Show de Renny !

En verdad, cada vez es más difícil ver tu programa de la una. Preguntarás ¿por qué lo veo? El televisor de la cocina es del tipo de los mini, y no está conectado a un decodificador. Así que veo la señal abierta, canal 31, un rato del informador, y otro rato tu programa. Y como en realidad no amo cocinar, intento distraerme con la tele. Pero hoy ha sido muy difícil.

Tu invitado, diputado de esa asamblea, la ilegal, la reconocida sólo en el extranjero, la que hace reuniones en la sala de fiestas de Juanito, o en la plaza Alfredo Sadel, en la Mercedes, o en la plaza de Cumbres, donde hacen el mercadito los jueves. Los diputados de esa asamblea son además tu preferidos. Aquellos que, pobrecitos, tuvieron que irse el cinco de enero a la sala de fiesta de El Nacional, porque Juanito casi queda varado, con pantalones rotos, en la punta de las rejas del capitolio.

Es indudable que los privilegias a ellos. Y cuando presentan o anuncian a uno, debo esperar unos minutos para entender de ¿cuál asamblea hablan? Sólo por eso debería ya alguien (¿) haberte prohibido tener ese programa donde engañas a los telespectadores dándole legalidad a una asamblea que no existe.

Y hablo de engaño porque hoy lunes, empiezas asegurando que no estás de acuerdo con la violencia, esa de la cual se está hablando ahora, la de las lanchas contratadas por Juanito, pero invitas a un diputado de esa asamblea, Ángel Medina, la que sigue órdenes de Guaidó, de los que forman parte del G4, aunque se deslindan del hecho, según por ese comunicado que mencionas de Primero Justicia. Pero, en Primero Justicia ¿no está Julio Borges? ¡Horror!

Y ¿tú, Vladimir, te prestas a eso? Y tú Vladimir tratas a ese diputado ¿con guante de seda? Y le preguntas, una y otra vez, si él sabía, ellos sabían, si habían hablado con el jefe, pero no contesta, empieza a hablar de que falta la gasolina, de los precios de la lista, impagables, de los pobres venezolanos, de Petare. Y tú le sigues la corriente, no lo encaras, no intentas precisarlo, lo secundas, si, la falta de gasolina, bla, bla, bla. Y claro, hay hambre en el pueblo, se llena la boca diciendo eso, los dos, pero los veinticinco mil dólares que el hombre no niega haber recibido, para que “siga la administración de la asamblea nacional” que no es tal, no en Venezuela, y te quedas tan callado. Hay hambre, pero para ellos cinco mil verdes al mes y apenas cien para el personal médico, a los cuales, si acaso les llegará, cuando termine la pandemia, para irse a descansar a Rio Chico. Tampoco hablas del descarado robo de Citgo, de Monómeros, de las sanciones que ese grupo ha insistido desde hace años, se apliquen a Venezuela, todo lo cual influye, es un elemento importante en lo que está sucediendo en el país. Y tú lo sabes. Has tenido invitados de oposición como Francisco Rodríguez, y otro que no recuerdo, que han denunciado eso. ¿Y ahora, frente a este diputado del G4, callas?

Y se deslindan del hecho, de la operación de las lanchas, al igual que tú, pero ese diputado sigue apostando a fortalecer la unidad con Juanito, para que se cumplan esos objetivos, tumbar al Gobierno legítimo, constitucional, de Maduro, y tú oyes, apruebas, aplaudes. Sonríes.

¿Es o no es una gran disociación? Y el público te oye, imagino que estará como yo, cocinando, o almorzando, oyendo tanta desfachatez. Con caras de “yo no fui”, con cariz legal, de programa serio, de hombre con flux y corbata.

Y Renny Ottolina llevaba también flux y corbata, todo un señor, pero no sólo de apariencias. Y recuerdo que el show de Renny nos distraía, música buena, venezolana e internacional, y en algún momento también hizo entrevistas a políticos, pero seguro Vladimir, otro nivel al cual tu no llegas, con tus aires de soy opositor, pero no, soy correcto, no apoyo la violencia, pero te invito a ti, diputado del G4, que acatas orden de los violentos, de los que piden desaforadamente sanciones que afectan a todos los venezolanos, eres de los que invitan a éste y a aquel, aquí nos vemos ¿todos? Pero la imagen que me inspiras es de insidia, de suavecito y simpático con quien compaginas, de rebelde y firme con quien no te parece que debas hacerlo quedar bien. Con cuyas verdades no compaginas.

¡Cómo extraño el show de Renny! Mirla Castellanos, Cherry Navarro y su Aleluya, la gran Mina, Charles Aznavour. Tiempos que no volverán. Otras conversaciones, horas de descanso, de buena música, mucho para disfrutar. Otro nivel, Vladimir, otras alturas a las cuales no llegas. Porque ya llevo años conociendo tu estilo. Pero haces daño al país, a los que te oyen, a los que creen en tu palabra.

Y así, ante la franca negativa del diputado de Juanito, de dialogar, y entenderse con otros factores de oposición, más sensatos, no violentos, que aman al país, con todo el derecho del mundo como opositores, no refutas, no chistas, sólo oyes que el diputado con carita de ángel quiere seguir armonizando con el jefe, y que él no dirá nada malo de él. ¿Cómo hacerlo? Los cinco mil verdes al mes se perderían, prohibido acusar, decir la verdad. Menos en tu programa, muy visto.

Y te invito a reflexionar, a pensar bien en lo que estás haciendo, en el bien que pudieses hacer desde tus espacios, sigue siendo opositor, pero un opositor decente, sigue invitando a gente como Claudio Fermín, muy elogiado en El Mazo, siempre saca 20 puntos, sigue invitando a los personeros que tú desees, pero hazlo pensando en el país, desenmascarando a quien debes, elogiando a quien lo merece, abogando siempre por el diálogo, de verdad, verdad. Hazlo por tu país, Venezuela, hoy más que nunca nos necesita a todos.


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Flavia Riggione

Profesora e investigadora (J) Titular de la UCV.

 flaviariggione@hotmail.com

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