En Venezuela, como en otros países latinoamericanos, los medios televisivos constituidos en una estructura paranacional, han servido de instrumento para la consolidación del modelo neoliberal impuesto por Estados Unidos en su apetito de expansión de la economía de mercado y de dominación mundial.
Este modelo consumista ha cimentado sus bases con la penetración ideológica, llevando a través de los medios nacionales e internacionales el reforzamiento del individualismo y lo material, el culto a la belleza externa, la promoción de lo importado por encima de lo hecho en el país, el énfasis en la competencia por encima de la cooperación y la solidaridad, el uso comercial del sexo, el rechazo a la historia de cada país, la promoción de la globalización y el desarrollo basado en grandes empresas transnacionales por encima del desarrollo endógeno sustentable.
RCTV, Venevisión, Globovisión y Televén, haciendo uso del poder ilimitado que creían tener, comenzaron una intensa campaña de desprestigio contra el Gobierno Bolivariano; se maquinaron todos los escenarios que, finalmente, desencadenaron en el golpe de Estado de abril de 2002 y del paro petrolero de diciembre de ese mismo año. Todos conocemos la historia de desinformación que buscaba formar una matriz de opinión de que en Venezuela existía un gobierno autoritario e ilegítimo, que se sostenía con sus hordas y que pretendía imponer un poder absoluto apoyado por narcotraficantes y narcoguerrilleros.
Ante esos desafueros mediáticos, el Gobierno Revolucionario garantizó en todo momento el pleno derecho a la libertad de expresión y al ordenamiento jurídico que les otorgaba la concesión de explotar el espectro radioeléctrico hasta el 27 de mayo de 2007, la cual les reportaba a los dueños de RCTV la cantidad de 316 mil millones de bolívares por concepto de publicidad. El Gobierno Revolucionario, en perfecto uso de su soberanía, decidió no renovar la concesión a esta empresa, en vista de la desinformación, la transculturación, el daño psicológico a nuestros hijos y la venta de nuestros intereses patrios a potencias extranjeras.
Ante esta situación, el Batallón Siembra Petrolera ratifica su apoyo al Gobierno Revolucionario que lidera nuestro Camarada Hugo Chávez Frías en cuanto a no renovarle la concesión a RCTV por golpista, deformador de conciencias y traidor a la patria. Como trabajadores petroleros y de la energía, hacemos un llamado a los sectores populares, trabajadores, profesionales y técnicos, militares e indígenas, a mantenernos unidos y en alerta ante cualquier pretensión de desestabilización por parte de estos sectores atrasados, que siguen soñando con volver a tener sus viejos privilegios.
ALERTA
Compañeras, compañeros, camaradas:
Los venezolanos y las venezolanas tenemos derecho a estar informados ¡¡¡¡
Alerta, estamos librando una batalla contra el poder mediático transnacional.
Necesario es vencer
Patria, Socialismo o Muerte
Batallón Siembra Petrolera