Hugo, otra vez estamos en vísperas de un momento trascendente en la historia del poder en Venezuela. Por primera vez la confrontación entre las aspiraciones populares y el poder del capital atacará y ganará el codiciado frente de playa de su tentáculo más insidioso: recobraremos el espacio radioeléctrico. La figura de la concesión, divinizada por las corporaciones mediáticas, dejará de ser un privilegio de cuna de las plutocracias y pasará a manos del pueblo, un pueblo hecho talento para crear la televisión necesaria.
Esta victoria, Hugo, significativa como es, este hito histórico en el empoderamiento de las bases populares, no pasará de ser una piedra más en el mosaico que las trasnacionales de la comunicación construyen para satanizar nuestra imagen a nivel mundial. Este precedente vital del proceso que apoyamos para recuperar nuestra soberanía comunicacional va a ser presentado al mundo como un acto arbitrario de un gobierno totalitario: revisa la prensa internacional, estudia los titulares de las agencias de noticia, analiza la manera en que esta acción es presentada en la televisión de otros países.
Esto sucede, Hugo, porque mientras tú le das a Danny Glover una suma exorbitante de dinero para producir películas que en el mejor de los casos tendrán una aceptación y éxito no pronosticable, un grupo de venezolanos y extranjeros que desde diferentes rincones del mundo tratamos de dar a conocer el carácter humanista de esta revolución en otros idiomas recibimos un portazo en la nariz en el MINCI. Sucede porque mientras la VIO gasta algo como 80'000 US$ en un único anuncio a página entera en el Washington Post para un evento que llamará la atención de una minúscula parte de la población que lee ese periódico, a nosotros, un colectivo de articulistas y traductores independientes que luchan por transmitir al mundo la imagen real de la Venezuela que estamos construyendo, se nos dice que "estamos molestando", que "no enviemos tanta información al correo" de un gerente del MINCI "porque le saturamos el buzón". Sucede porque los venezolanos que hablamos inglés y otros idiomas y queremos usar esta habilidad para defendernos de las agresiones mediáticas, así como los traductores de más de diez nacionalidades distintas, no logramos hacerle entender al Ministro del Poder Popular para las Comunicaciones e Información, ni al Canciller, que esta revolución no habla idiomas, lo que equivale a tener perdida la batalla comunicacional.
Hugo, en el mundo hay centenares de millones de personas que siguen a distancia lo que aquí ocurre. Progresistas, intelectuales, dirigentes políticos de base desde Canadá hasta Australia, desde Londres hasta el mundo árabe esperan ansiosamente tener noticias fidedignas de lo que estamos construyendo. Necesitan por lo menos tener, en sus respectivos idiomas, información que contrarreste la satanización que de nosotros se hace en la maquinaria de las corporaciones mediáticas.
Con menos de lo que se gasta mensualmente en mantener a la VIO (Venezuelan Information Office) nosotros podemos no solo cubrir ese vacío comunicacional, sino además formar a periodistas venezolanos en otros idiomas para que asuman este reto que por ahora tratamos de cubrir durante nuestro tiempo libre por amor al proceso, por la justa aspiración del pueblo venezolano a no ser más nunca una colonia… porque aún hoy, ocho años y pico después de que te eligimos, seguimos siendo una colonia comunicacional del imperio. Tú lo sabes, Lara lo sabe, Maduro lo sabe: nosotros, además de saberlo, actuamos. Nosotros nos batimos diariamente para hacer lo que el MINCI no logra hacer, que es penetrar la barrera mediática que han construido alrededor de nosotros.
Tú sabes que tenemos enemigos internos. Su mayor éxito es el sabotaje a las acciones de gobierno, la ridiculización de tu imagen y la del país que te apoya, la satanización constante de la que somos víctimas. Los infiltrados en CITGO lograron callar a VHeadline justo antes de las elecciones del 3D, para que la historia oficializada de ese día fuera la que las corporaciones mediáticas querían vender (fraude, intimidaciones, totalitarismo, etc.).
Tenemos un proyecto modular para contraatacar en el frente mediático internacional, un proyecto que es apoyado por el personal medio del MINCI… pero que no logramos presentar a quienes tienen poder de decisión allí. Estamos presentando un proyecto que permitirá que la revolución hable en inglés (USA, Canadá, Reino Unido y Australia, además del Caribe anglófono), italiano, alemán, francés y portugués (Europa y Africa), árabe y farsi (MedioOriente) y eventualmente chino y mandarín (Noreste asiático). Tenemos a disposición un circuito de 8 emisoras AM y 75 en MicroOndas que abarca unas 550 estaciones radiales en el SurEste de los USA: ayer en una entrevista por teléfono les expliqué a tres millones y medio de radioescuchas cuál era la realidad sobre el caso RCTV.
No estamos hablando solo de un panfleto para publicitar las obras de gobierno; estamos hablando de una plataforma de debate para estudiar las experiencias, alternativas y caminos más apropiados para el socialismo que necesitamos. Estamos hablando de un foro permanente para que Venezuela se convierta en un referente de la intelectualidad política, que necesita proponer una visión que detenga esta carrera loca en la que el consumismo desenfrenado está llevando al planeta a su extinción. Estamos hablando de comunicación pueblo con pueblo, sin fronteras ni intermediarios.
Las semanas pasadas circulaba en los periódicos "menores" información según la cual Venezuela tiene cerca de 3500 células terroristas listas a atacar la población USAmericana, con apoyo de Hezbollah, se menciona a Bin Laden y artefactos nucleares. Gota a gota se construya la marea de mentiras que harán a la población USAmericana insensible, cuando no abiertamente a favor de una intervención en nuestro suelo. Y nosotros callados.
¿Qué hacemos, Hugo? Podemos elegir entre divulgar la verdad o seguir siendo, como ahora, una revolución muda.
muninifranco@gmail.com