Aún en trabajo de parto: No todo termina con el cese de Rctv

Amaneció y no fue precisamente de golpe. Pero los fascistas, golpistas y disociados andan muy locos y en la calle. Y lo digo con responsabilidad, respeto a la oposición sensata y pensante, no así a la otra, esa que anda como mono suelto con hojilla y que quiso hacer de las suyas el fin de semana. Así, que pobre de aquel que piense que todo terminó con el fin de la concesión de Rctv. El trabajo es laborioso.

Y es que no ha de extrañarnos que haya algún plancillo perverso oculto por ahí, para impedir que la nueva señal de Tves salga a pedir de boca y le dé cabida a quienes tradicionalmente han sido excluidos. Creo, que ha llegado el momento de que el mercantilismo en las comunicaciones cese, y el nacimiento de Tves es un sano indicativo de que por ahí es el camino.

Claro, el camino debe hacerse al andar, con responsabilidad y sin egoísmos pero sobremanera, inculcando valores de identidad. Aquí no está planteado quitar nada a nadie, si no otorgar igualdad de posibilidades, aunque para ello deban tocarse los más altos intereses económicos que podamos imaginar.

Pero las oportunidades también deben ganarse porque el socialismo no cae del cielo. La miseria humana y las mediocridades deben quedar relegadas, sólo de esa manera hay garantías plenas de igualdad. Y la que hoy se nos presenta, esa que promueve la diversidad y la amplitud, no puede desaprovecharse así nada más.

Hasta ahora más del 70% de las pautas publicitarias estaban en manos de Rctv y Venevisión, los más grandes monopolios de la comunicación en el país, y automáticamente se ponía en jaque mate a las restantes 97 televisoras de Venezuela, quienes tenían que pelear con los dientes a penas un 23% de publicidad.

Esos números son significativamente reveladores y dan muestra del capitalismo brutal y el gran negocio de las comunicaciones en Venezuela. Pero además demuestran la inversión en campaña publicitaria para ganar adeptos y disociados, tergiversar realidades, realizar aparatosos montajes que desencadenan odios por parte de los escuálidos fanáticos.

Lo vimos el fin de semana nuevamente: agredido un equipo reporteril de VTV, sin que la OEA y la SIP, realizaran pronunciamiento alguno. La libertad de expresión y de información están completamente garantizadas en este país, aunque los sectores opositores se empeñen en hacer ver lo contrario, aún y cuando realizan vigilias, marchas, concentraciones y dicen a toda boca lo que les provoca.

Otro ejemplo claro de la manipulación ampliada de la que han sido objeto. Todas estas demostraciones de ceguera, supone que aunque salgamos del trabajo de parto, por ahora, no todo está terminado. Ahora viene quizá lo más laborioso de todo el proyecto: revertir ese proceso de disociación sicótico de los compatriotas.

Pudiésemos dejarlos tal cual y como están, si ellos no afectaran nuestro bienestar mental, con sus realidades fantásticas. Pero nosotros, no podemos permitir que la mano extranjera y la sed de poder económico siembre divisionismo y sectarismo entre el pueblo de Venezuela. Pues los escuálidos se han convertido en el primer ente agresor por estos días, sin que –aparentemente- haya maneras de controlarlos.

Pero además, vemos con preocupación que el tema del día somos nosotros, los que pensamos de manera distinta. Parece que viven para gritarnos en la calle, para pensar únicamente en nosotros y para poner en tela de juicio la educación que seguramente, recibieron en las escuelas más costosas del país.

Ahí es adónde tiene que ir la señal de Tves. A fortalecer y ampliar la visión del venezolano, a formar con educación de primera a nuestros hijos, pero además a promover un sentimiento de igualdad, solidaridad y compañerismo en el colectivo, sin que sean violentados los derechos de algunos cuando entran en vigencia otros.

Tves, como norte primario, ha destinado una programación sin repetición de ninguna especie, nada parecido a la acartonada Rct…fuiste, lo que da cuenta de que sí tenemos con que.

La época del ocaso comunicacional tuvo su hora, bien anunciada por cierto, y ahora el norte debe proyectarse a buscar la alternabilidad y la formulación de propuestas, para abrir nuevos espacios y esparcir también las mentes de los disociados. Venezuela, definitivamente, Tves con una cara renovada.

Marshalee.gonzalez@gmail.com


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