Una medida tardía...

Que difícil resulta en este momento tratar de establecer juicios sin caer en la tentación y dejar drenar la indignación que produce ver a cierto número personas, algunas incluso cercanas, que sin el menor intento de análisis, defienden lo que podríamos calificar de indefendible.

Evidentemente me refiero al caso de rctv. No tengo la menor intención, de tan siquiera enumerar, la larga lista de justificadas razones por las cuales la medida resulta incluso tardía.

Lo que si deseo expresar es la triste sensación de estar en presencia de un fenómeno social tan difícil de revertir. Acaso será posible cuantificar en términos reales cuánto daño se hacen a ellos mismos y cuánto más a la patria, con ese enfermizo odio sembrado en su corazón.

Me encantaría poder ayudar a esta gente, desconozco honestamente de momento, como puedo hacerlo, tal vez habrá que aplicar la vieja técnicas de muchos de nuestros padres, que cuando por alguna infantil y terca malcriadez, simplemente optaban por ignorarnos, y funcionaba.

Claro que en el caso de grupos o sectores sociales la cosa es más compleja, corresponderá a nosotros tratar de conseguir y cuanto antes mejor, mecanismos para ayudarles a salir de tan obscuro abismo.

Posiblemente y resulta lógico, nuestro nuevo canal con una programación llena de esperanza, valores patrios, señales y símbolos de la nacionalidad, con la alegría, el sabor, calor y color humano, con todos y cada uno de sus infinitos matices contribuya a desmontar aquello que, otros medios, han montado con tan vil empeño.

Todos sabemos que no se trata solo del finado canal, pero la simple salida del aire tiene un doble efecto positivo, incluso analizado desde un punto de vista matemático la cosa resulta clara, estamos restándonos una carga negativa y por aquello que menos por menos es más, entonces el resultado neto será positivo y si de paso le sumamos a TVes y con esto, más por más, pues el resultado es doblemente positivo.

El reto en consecuencia es gigante, pero por grande y difícil, sublime. Perfecto el momento y la oportunidad para demostrarles y demostrarnos de lo que estamos hechos nosotros los Venezolanos, nacidos o no nacidos acá. Los retos y las oportunidades son únicos, como únicas serán, y de eso estoy seguro, nuestras acciones, nuestros resultados y en definitiva nuestro porvenir.

Cada uno de nosotros debe tomar su posición es esta batalla, en la lucha por liberar a nuestra patria y con ello a nuestros hombres, mujeres y niños, a todos, de la única y verdadera tiranía, que no es otra que la de tener una conciencia ajena, y en este proceso entramos todos.

Es imperioso iniciar una etapa de franco crecimiento de nuestros niveles de conciencia social, debemos comenzar a pensar como un conjunto, no de números, sino de personas, saber que cada uno de nuestras acciones, buenas o no, afectan en un grado superlativo a todos, saber que las buenas acciones individuales o colectivas serán aún mejores en la medida que estas repercutan en nuestros hermanos.

El momento que vivimos es el perfecto para dar finalmente un paso al frente, el devenir revolucionario, está en proceso de parto, parto de vida y de esperanza.


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