Ahora parece que Marcel Granier le va a ganar la carrera al cielo al mismísimo José Gregorio Hernández, en tiempo récord y sin pasar por el trámite de la muerte. La oposición perdió otro chance, y por supuesto, la realidad volvió a dejarla pasmada: vino el Papa a América y no aprovecharon la oportunidad para, por lo menos, elevarlo a beato, paso previo a la santificación. Sí, porque los empleados de Radio Caracas Televisión han convertido a Granier en el filántropo más grande de estos lares, el más amoroso, el más justo. Yo me digo si el actual Papa perteneció al partido Nazi, con todo lo que ello implica, por qué Marcel no puede optar a la magistratura celestial.
Uno pasa rasante con el control remoto por RCTV o Globovisión y se percata que el vencimiento de la concesión del canal de marras fue para la oposición más trágica que el cierre de una universidad o el de las escuelas técnicas, recuerden a Caldera. Habráse visto. Ahora salen unas personas diciendo que crecieron viendo RCTV, sus telenovelas, la rochela; también crecieron, y crecimos, en medio de la corrupción, el despilfarro, la traición a la patria de la dirigencia política de AD y COPEI y nadie, a menos los corruptos, claro, quieren que eso continúe.
Qué perdemos con la salida de RCTV. Menos infofrénicos, sin duda alguna, espero que la cantidad de personas aquejadas por ese mal disminuya notablemente, menos confusión de humorismo con comiquería y vulgaridad, con la creencia de que algo para que sea popular tiene que ser de mal gusto. Es cierto que también vimos algunos unitarios realizados por los más importantes dramaturgos del país, sobre obras de la narrativa nacional, pero ya eso pertenece a un lejano pasado y era una isla entre tanta inmundicia programática, y, además, Tves puede hacerlos. Comprendo a los trabajadores de Rctv en la difícil coyuntura por la que tuvieron que pasar, sé que muchos lo harían por convicción oposicionista, pero cuántos no lo harían por defender su sustento y no malponerse con el santo Granier. Estaba claro que quienes se negaban a marchar, a defender al canal, a decir lo que querían los ejecutivos eran botados.
Además, RCTV no podía recibir el trato, que tanto reclamaba la oposición, de “canal informativo, recreativo”, tiene que recibir el trato de delincuente, de criminal, en principio, porque también RCTV era un ente político supra partido de oposición, más poderoso y perverso que los extraviados de Bandera Roja o un William Ojeda, que, además quién escucha, lejos claro de su escaso entorno.
Ganamos con el nuevo canal la posibilidad de hacer buena televisión, espero que mejor que el mismo VTV,, ganamos la posibilidad de que la televisión deje de lado el racismo o cualquier otro tipo de discriminación, que oriente su programación a la educación y al realce de nuestros valores, eso lo ganamos, y si no fuese porque el 27 ya pasó ganaríamos también un santo, el primero de este país, Marcel Granier.
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