Las garantías de expresión e información

Nuestro “tercermundista” país esta marcando la pauta a nivel mundial en materia de comunicación. Por primera vez, a nivel de masas, y no solamente en los círculos académicos, se plantea si en verdad los medios de comunicación o difusión que tenemos (Especialmente TV, radio e Internet), sirven para informar genuinamente, formar integralmente o tan siquiera para estar adecuadamente informado.

La expresión y la información, son caras de una misma moneda y parte de la necesidad humana de comunicarse de intercambiar mensajes o códigos (Conversar) y de enterarse lo que pasa en derredor, en la medida que la tecnología va avanzando y desarrollándose las formas de relacionarse, será menos local y mas diversa.

Preferimos la expresión garantía de comunicación o información a la de derecho a la comunicación o información, porque esta última es del liberalismo burgués que ve las cosas desde la óptica individualista mientras que el término garantía es de la óptica socialista que ve las cosas colectivamente desde el ámbito de la sociedad y no de una persona aislada. La expresión y la información son garantías sociales, correspondiéndole al estado protegerla.

La expresión aquí comentada, es el conocido derecho a la libertad de expresión y pensamiento; y la información, es lo que conocemos hoy en día como noticias y es la actividad que mas realiza el ser humano del siglo XXI (Ver, oír, comentar noticias o información)

En materia de expresión e información nuestra Constitución Bolivariana es de las más avanzadas del mundo superando a todos los tratados internacionales en materia de telecomunicaciones o de la mal llamada libertad de expresión; y en su artículo 57 establece que cualquiera puede hacer uso de la expresión de su pensamiento o idea y por cualquier medio de comunicación o difusión; este principio choca y está en contradicción insalvable con los grandes medios de comunicación capitalista en donde un segundo de TV o radio vale millones de Dollares. Por ello nuestra constitución de la más avanzada del mundo en esta materia, obliga a los medios radio eléctricos a ser de servicio social, única forma en que puedan todos (O por lo menos la gran mayoría) difundir su ideas. Es por ello que al no renovarle la concesión a RCTV y crear un canal de servicio social se está logrando un avance exponencial en materia de telecomunicaciones para todos y no para una ínfima minoría privilegiada y de súper ricos.

Y con respecto a la garantía de información, el artículo 58 de nuestra carta magna establece que la información debe ser oportuna, veraz e imparcial, que significa esto; que no debe estar sujeta a manipulación, distorsión, condición u otro mecanismo que implique alineación o control de las mentes humanas o control social por parte del medio de comunicación o difusión. En nuestro caso RCTV era un canal con una posición ideológica y política preestablecida y contraria a la Constitución, a la verdadera democracia y al verdadero pluralismo; por ello cuando se crea una TV social también se está avanzado en materia de garantía de información con respecto al anterior concesionario RCTV.

NUESTRO PAIS DEBE DENUNCIAR AL PACTO DE SAN JOSE EN MATERIA DE GARANTIA DE EXPRESION E INFORMACION.

Una vez analizado el por que nuestra legislación comunicacional es la mas democrática, libertaria y plural en materia de expresión e información, ya que parte de esta como un derecho de todo el universo social. Pero resulta que esta doctrina constitucional nuestra está en discordancia y en contradicción insalvable con el pacto de derechos humanos de la OEA o Pacto de San José, ya que estos instrumento ven las telecomunicaciones desde la óptica de los dueños de los medios de comunicación o difusión, es decir, priorizan el negocio de las telecomunicaciones por arriba del derecho a comunicación e información de todos; ven estos derechos como de monopolio exclusivo de los capitalistas de la prensa y quienes puedan cancelar altas sumas de dinero, los únicos que tendrían la plena libertad de expresarse e informarse e informar (A su antojo y conveniencia) al resto del conglomerado social; siendo ellos una ínfima minoría de privilegiados y súper ricos, mientras que la mayoría absoluta de los pueblos del planeta queda sin voz y como pasivo receptor del mensaje imperial; por eso no es casual que Ignacio Ramonet y Pascual Serrano hayan definido al mundo actual como el de la dictadura mediática.

El Imperialismo Yanqui, ejerce su dictadura primordialmente, a través de los medios de comunicación, en segundo término por intermedio de su poderío económico y en última instancia si no funcionan los mecanismos anteriores, hace uso de su poderío bélico.

Venezuela debe ir a la OEA, y a la ONU si es preciso, a dar la batalla por la libertad de expresión e información de todos los sin voz del continente y del planeta, y debe denunciar el tratado de San José por anacrónico, dinosaurico y atrasado, en comparación con nuestra constitución.
No es casual ni fortuito que el mundo pro-imperialista nos haya caído encima con tanto rigor por el caso RCTV que es una cuestión domestica.

La dictadura mediática se resiente y la tercermundista Venezuela le ha dado una certera estocada al hígado a la sacrosanta libertad de empresa de los dueños de los medios de comunicación que se han convertido en los dueños del mensaje de la expresión y de la información también, en detrimento del resto mayoritario de la sociedad.


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Francisco Sierra Corrales


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