Los iracundos genovevos de la reacción, como los sifrinos estudiantes, Stalin y John Goicochea, están felices porque coinciden con Condolezza Rice y con los Bush. ¿Qué camada de miserables y vendidos que se pliegan al programa intervencionista de EE UU? ¡Imagínense que en los años sesenta hubiésemos tenido estudiantes que se plantearan plegarse a las posiciones de Henry Kissinguer y Richard Nixon (los asesinos de Allende)!
Ahora un montón de hijos de papi y de mami, gordos y becados hasta por el propio gobierno, que se atragantan cada de hamburguesas en McDonald, que hacen cruceros por el caribe con sus panas de las urbanizaciones ricas; ese montón de carajitos faranduleros piden a gritos que les devuelvan RCTV para seguir los programas de “Ají Picante”, Cuánto “Vale el Show” y otras bazofias como las telenovelas. Lo nada sorprendente es que coincidan en esto con Condolezza Rice, Negroponte, con Robert Alonso.
Pero mezclados con estos tarajayos de la reacción se cuelan los podridos GENOVEVOS de Antonio Ledezma y Cabeza e´ Motor. Se escudan tras los niños de las escuelas para que se produzcan otros hechos de sangre. Ya están llamando a que la vaina será ahora en El Calvario. El GENOVEVO de Ledezma contrato a varios sicarios colombianos y se trajo a un grupo de gusanos que trabajan muy cerca de Patricia Poleo. La técnica será provocar una pavorosa tranca en el centro de Caracas con los niños mimados de la alta burguesía, luego impulsarlos a avanzar al centro y entonces hacer estallar morteros y lanzar a sus pistoleros que se colocaran en esquinas y disparan otra ves desde algunos edificios.
Tienen planificadas marchas toda esta semana y también la próxima. Como podrían fracasar en Caracas, han movido algunas de sus piezas hacia Mérida, reducto de Nixon y de Baltazar Porras. La situación en esta ciudad es harto conflictiva porque los policías están siendo masacrados sin contemplaciones, y hasta puede que se nieguen a recibir órdenes para acudir a los enfrentamientos de los escuálidos en el sector de La Liria.
