Hoy en Venezuela en sus distintas ciudades nos encontramos con todo un alboroto focalizado en las zonas donde habitan las clases y capas medias (pequeña y mediana burguesía, profesionales y técnicos, etc. La gran burguesía no vive en nuestro país), todo un reducido ambiente socio-urbanístico donde se expresan las frustraciones y rabietas de un sector social que no acepta haber perdido un querido miembro de su “Familia”: RCTV, por esta razón sus hijos e hijas que tuvieron la oportunidad de ingresar masivamente en las universidades tanto públicas como privadas en las últimas dos décadas del puntofijismo, son los que salen en primer lugar para protestar por la desaparición mediática de su abuelo Marcel, su maestra Eladio o su tía miguelito granielito.
Pero qué hay detrás de toda esta parodia, la cual es pertinente ponerle cuidado porque este fenómeno es el cascaron putrefacto de toda una conspiración estratégica de años y con muchos episodios duros (manipulación mediática contra la candidatura de Chávez en 98, oposición férrea al proceso constituyente 99, golpe de Estado en abril del 2002, paralización económica en diciembre 2002 hasta febrero 2003, guarimbas 2004, la amenaza constante de magnicidio, paramilitarismo y sicariato, etc., etc., etc.) cuyo objetivo fundamental es dar al traste con el Proceso Bolivariano. Lo que actualmente vivimos es uno de los combates más importantes que debemos librar para profundizar la Revolución y construir el Socialismo, se trata nada más y nada menos que luchar contra el propio aparato de dominación ideológica manejado por el imperialismo para reproducir las condiciones de explotación, dominación y subordinación de los pueblos oprimidos por parte del gran Capital Transnacional. Esto último explica porque la oposición derrotada sucesivamente se reorganiza con apoyo desde el exterior, desde los EEUU, centro imperial en el continente.
Es necesario hablarle al pueblo cada vez más con plena sinceridad, toda revolución es un proceso de agudización de la Lucha de Clases, que se desarrolla simultáneamente pero con desigualdad de ritmos en el plano político, económico y cultural. La Lucha de Clases en las puertas del socialismo, en su clímax, es una guerra a muerte entre una clase dominante y explotadora que arrastra otros sectores privilegiados, contra las clases dominadas que buscan erradicar toda forma de explotación y dominación. Esta lucha tiene obviamente entre sus campos de batalla fundamental las conciencias de los sujetos sociales, y es aquí donde hoy estamos en pleno combate.
Recordemos que de acuerdo a los autores marxistas la dominación capitalista la ejerce la burguesía no sólo a través de la violencia monopolizada del Estado, sino también gracias a la dominación ideológica de las conciencias, “las ideas dominantes son las ideas de las clases dominantes” (Marx-Engels, La Ideología Alemana). Gramsci explicaba que la sola coacción violenta era insuficiente para garantizar la dominación, por lo cual las clases dominantes también utilizaban los consensos por medio del ejercicio de su hegemonía, concepto que para el comunista italiano era predominantemente cultural. Recordemos a Bolívar: “Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción”, a lo cual pudiésemos agregar dominación o explotación.
De acuerdo a esto es imprescindible que las clases dominadas además de tomar el viejo Estado y destruirlo para formar uno nuevo provisional en la época de transito al comunismo, o de socializar los medios de producción, deba ante todo construir una contra-cultura que se vuelva hegemónica, es decir, a la hegemonía burguesa se le debe combatir construyendo una nueva hegemonía. Esto se sintetiza ante todo en la formación de un nuevo sujeto histórico el hombre nuevo y la mujer nueva que tanto nos remachaba el Che, frente a esos paradigmas mercantiles que pretendían reconciliar planteamientos consumistas con la construcción del socialismo.
En otro orden, si bien es cierto que se venció la concesión del uso del espacio radioeléctrico de señal abierta a RCTV, y esto es lo que denominamos la razón jurídica, porque era un canal que violó permanentemente los derechos del pueblo venezolano, no podemos ocultar en ningún momento la razón política, al pueblo hay que decirle abiertamente que los canales privados de comunicación son parte de sus enemigos de clase, y que con ellos no hay conciliación posible, porque forman parte de todo un sistema ya mundializado de reproducción del Capital, es decir, son instrumentos de y al servicio de las burguesías internacionales, son uno de los principales negocios que generan dinero infinito que enriquece a unos pocos mil millonarios (de dólares hay que aclarar). Por lo tanto los medios de comunicación privados del gran capital son enemigos de las clases oprimidas por lo cual hay que tratarlos como tales.
Los últimos días nos ha demostrado que muchos sectores populares bolivarianos no están plenamente convencidos de la necesidad de la desaparición de RCTV, ¿Por qué? Porque ese canal en buena medida construyó a lo largo de sus 53 años fragmentos importantes de la subjetividad del venezolano y la venezolana, ¿Quién va a negar los elementos distorsionadores que ocasionaron en la sociedad nuestra, años de programación violenta, sexual y embrutecedora?, es imprescindible construir una nueva sensibilidad porque TVES o VIVE le da ladilla verlo al ciudadano promedio bolivariano-revolucionario o escuálido-fascista, no nos engañemos es así, nosotros mismos somos presa de eso que denominamos fetichismo mercantil, la publicidad sexista (¿a qué hombre no le gusta ver una nena con hilo dental? Es desagradable caer en cuenta de eso), procesos mistificadores de los cuales todos somos victimas.
En este sentido, el dirigente Oscar Figuera (Sec. General del PCV) planteó muy bien el reto en su última rueda de prensa, el combate al sistema ideológico de dominación imperialista, sistema compuesto por las distintas industrias culturales (canales de TV, industria cinematográfica, emisoras de radio, editoriales, periódicos, etc.) constructoras de subjetividades, de estereotipos prefabricados impuestos a las sociedades para la masificación y homogenización de los patrones de consumo, verdaderas ventanas para la imposición global de lo que Ramonet denominó el Pensamiento Único, todo lo anterior implica que es una falacia la afirmación de que los medios comunicación reflejan la opinión pública, los mass media por el contrario son los que prefiguran la opinión pública, sujetos sociales programados y pensados por el sistema capitalista de dominación-explotación, más que sujetos sociales pudiésemos hablar de objetos sociales manipulados al antojo de unos pocos intereses privados.
El pueblo venezolano se enfrenta a uno de sus principales objetivos histórico, reconstruir de nuevo su subjetividad, su sensibilidad estética, su moral, transformar su conciencia para colocarse a la altura de la construcción de una sociedad radicalmente distinta a la sociedad capitalista. No debemos subestimar al enemigo de clase que sabe lo que hace y utiliza los más sofisticados adelantos para concretar sus planes de erradicación de la revolución, el golpe “blando” es su nueva táctica para derrotar a los bolivarianos, frente a eso los revolucionarios deben profundizar su conciencia de clase, su accionar, su movilización, organización y combatividad.