Religión:
El concepto de religión tiene su origen en el término latino religĭo y se refiere al conjunto de creencias o dogmas acerca de la divinidad. La religión implica sentimientos de veneración y temor hacia Dios o los dioses, de normas morales para la conducta individual y social y de prácticas rituales, como la oración y el sacrificio para darle culto.
Teniendo claro el punto anterior, debo agregar que la práctica de cualquier religión incluye la fe en ese “conjunto de creencias o dogma acerca de la divinidad”, y claro esa fe se hace posteriormente extensiva a los “representantes” de la/el diosa/dios, y al conjunto de “interpretaciones, profecías y ritos de esas religiones”.
En demasiadas ocasiones la fe y la práctica de algunas religiones han llevado al fanatismo, lo que ha tenido como consecuencias entre otras, guerras, genocidios, persecución, atraso cultural y social.
Aunque aun las religiones mantienen bajo su dominio a millones de humanos, otros millones viven sus vidas sin estas, lo que ha permitido la aparición de “nuevas creencias”, que bajo el concepto de Derechos Humanos han extendido su “fe” por todo el planeta.
Uno de estos Derechos Humanos es la Libertad de Expresión.
Y he aquí que ha aparecido una nueva religión, que tiene su cuerpo de “creencias”, sus representantes y sus jerarquías, que hacen su labor proselitista militante para convencer y convertir a los “descreídos, y que como todas las religiones tiene sus “ungidos y profetas”, para ser “miembro pleno” de esta nueva religión, ud debe ser , periodista, dueño de medios de comunicación, jefe de algún organismo que dizque defiende este Derecho Humano, sea en la ONU, la OEA, o dueño de una ONG financiada por Estados Unidos, la Unión Europea o cualquier fachada de gobiernos intervencionistas con nombres de “ilustres” muertos, como la Fundación Konrad Adenauher (UE), la NED o la USAI (CIA, EEUU), la Fundación Milton Freeman (EEUU), o la creadora de las revoluciones de colores, la Fundación Albert Einstein.
El resto de los mortales solo somos “la grey”, no crean que todos los miembros plenos tienen la misma autoridad o el mismo poder, nada de eso, la pirámide de poder tiene como base a nosotros “la grey”, que solo tenemos derecho a oír, ver, leer y creer sin dudar, luego a los miembros plenos que son nuestros contactos más directos con la jerarquía, eso son los periodistas (eso si, colegiados), a su vez los periodistas solo están autorizados a transmitir lo que los dueños de los medios, la SIP, los representantes de la ONU, la OEA o los dueños de las ONG autorizan, y que debe reflejar los intereses de las más altas jerarquías del poder mediático, que por cierto también son los dueños del poder económico y político de los países que dominan al planeta, que son la cúpula o punta de la pirámide.
Como en todo lo humano, la disidencia ha aparecido y cada vez es más fuerte y mayoritaria, muchos periodistas se han vueltos verdaderamente independientes, es más han cometido el peor pecado, defienden el derecho de todos los humanos a escribir, publicar y opinar en medios tradicionales o alternativos, apoyan a gobiernos que no aceptan ser lacayos de los Estados Unidos o de sus cómplices de la Unión Europea, rompen el cerco de información y la uniformidad con medios como TeleSur, denuncian a ONG de alquiler como Reporteros sin Fronteras, desconstruyen matrices de opinión y ollas mediáticas, hacen verdadero ejercicio de la ética, desnudan al emperador y lo confrontan y se niegan a ser comprados.
Tales pecados y herejías han pagado altos precios, muchos el de la vida, en países con gobiernos que solo aceptan la lógica y la más estricta obediencia imperial, tal como ellos lo hacen, esta “nueva religión” también tiene su inquisición, sus masas disociadas y fanáticas, llenas de la más absoluta fe en los dioses jerárquicos, ciegas a sus propios intereses y derechos, negadas a entender, cuestionar o dudar de las “noticias” o de las matrices y manipulaciones, dispuestas a defender a sus propios verdugos, es que la fe es una poderosa arma que puede ser usada para corromper la mente, y en Venezuela lo sabemos bien.
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