Pablo Pérez habla hasta por los codos: que si Henrique es un “pide cacao”, que si Leopoldo es un “remardito”, que si la María esa si es refistolera y tal y que se yo. Henry le dice: Pablo, Pablo… El hombrecito continúa como si nada. Henry insiste: Pablo, Pablo… Nada, bla bla bla ¡Pablo carajo, cállate y déjame explicarte algo!
El aludido se detiene sorprendido. Henry sonríe y le suelta: Mire candidato ¿Quién le dijo a usted que el pueblo, es decir, la gente de los barrios, de los sectores populares juega tenis metido todo el día en un club exclusivo? Lo que le faltó fue decir que los recibía en el sauna o mientras le daban masajes. Cala le peló los ojos y le dijo que a esos sitios no iba el pueblo ¿Y qué respondió usted? (Pone cara de Pablo Pérez) “No te creas, ahí se hacen contactos” ¿Qué vaina es esa, chico?
Pablo se molesta y le suelta: Verga mano ¿Tu sabes cómo es la cosa? Que a mí no me vais a formar un verguero porque me hayas dado apoyo; me importa un sebillo Yo no tengo la culpa que Cala me haya preguntado ese mollejero de vainas. Y además cuando yo sea presidente voy a mandar a hacer la misión country club, pa que vos veaís, en donde todos los tripones que nazcan vengan con su acción bajo el brazo. Eso es mejor que el Capitalismo Popular.
Henry se ríe y le dice: Mira papá, para un energúmeno de UNT un adeco resabiado. Coge seña y entérate de una vez por todas que de ahora en adelante tú no puedes andar diciendo estupideces y cantinfladas como hacía Manuel Rosales. Ese no era ningún “candidatazo” como decía Teodoro. En la tarjeta “Mi Negra” no creyó ni la que hizo la propaganda. Agarra mínimo y entiende que este que está aquí vino a decirte cómo es que se bate el cobre. Tu candidatura ya fue decidida, aceptada por la MUD, tiene el visto bueno de Washington que está pichando bien, tienes el apoyo de AD y ahora COPEI y por si fuera poco estamos encunetando a Primero Justicia. Usted se comporta y agarra el carril porque eso es lo que necesitamos de ti ¿Ya no te acuerdas de lo que te dije cuando te dimos apoyo?
Pablo, aun molesto pero bajando la guardia responde: Verga, no me acuerdo… ¡Que tenías que querernos como nosotros te queremos a ti! Recuerda que la maldición de los “Frijolitos” nos persigue, ahora somos “pre majunches” y la verdad es que yo no sé con qué carajos nos va a salir el tirano de Sabaneta cuando ya seas candidato… Pablo se ríe y le suelta: ¡Verga, yo si sé! Seguro dice que yo soy el candidato de la Guanábana ¡Ve que molleja y después dices que ando perdío!
Henry se queda viéndolo con una gran arrechera y sin querer queriendo vuelve a pensar en un auto lanzamiento.
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