Como parte de los análisis de la jornada de movilización popular del 13 de abril 2002, con la participación de soldados y civiles para restaurar y seguir el camino revolucionario, concebido para ese entonces como imposible sin el Comandante Chávez al frente, estamos obligados a tomar en seria y contundente consideración, los profundos errores cometidos principalmente desde las más altas esferas de dirección en el proceso, por supuesto, con todo el respeto y perdón que merece, empezando por el propio Presidente Chávez.
Para nadie es un secreto, afortunadamente desde diferentes vocerías se vienen señalando los errores y sus consecuencias en ocasión de las mesas de diálogos ante las guarimbas, el perdón a los golpistas del 2002 permitió que éstos en la impunidad gozada, se recompusieran con todas sus fuerzas y actuación. No han tenido escrúpulos; todos lo sabemos y padecimos durante el Paro Petrolero, toma de la Plaza Altamira, saboteo de servicios, colocación de bombas en embajadas y contra Danilo Anderson, las guarimbas del 2004, llevadas a cabo por los mismos protagonistas de hoy, así como los asesinatos de cientos de campesinos e indígenas sin que hayan habido consecuencias sancionatorias.
Los políticos delincuentes siguieron su ruta conspirativa y sin ninguna duda delictiva y a todas sus anchas, llegando a arrechera del 15 de abril 2013, tras las elecciones presidenciales del 14, resultado 11 venezolanos más asesinados, centenares de heridos y millares en pérdidas materiales a granel, preparando el escenario en el nuevo intento de dar el zarpazo final. Esta vez simulan contradicción táctica entre las manifestaciones “pacíficas” y las calles calientes con guayas asesinas y franco tiradores para tumbar al gobierno, mientras se esconden en sus principales y bien concebidos derechos humanos de expresión, económicos y políticos para posar ante los controlados organismos internacionales, como las pobres e inocentes víctimas que necesitan protección de USA y la U.E. ante el represivo gobierno de Maduro; los otros derechos no les importan.
Así llegamos a su Plan Salida, desarrollado con diferentes caras desde el 12 de febrero 2014. Unos desafiando sin tapujos y sin cubrirse como Leopoldo, Maricori, el Abuelo Monster, Robert Alonso y sus principales voceros, otros encubiertos como Radonsky, Julio Borges y demás MUD, con un lenguaje aparente ambiguo para nosotros pero bien claro y conciso para sus seguidores encapuchados, con una perfecta actuación fascista imponiendo su propio gobierno.
Éstos, habiendo trabajado por años y con potentes recursos en la mezcla de psiquis con anhelos materiales impuestos para el estímulo del consumo de m…; sabiendo el grado de recepción que tienen sus escondidos planes en una buena parte de jóvenes que los enredan en una tecnología generadora de odio para llenarlos de muerte, se lanzan a la ofensiva quemando todo a sus pasos gritando, grabando, cambiando, mutilando en medias verdades, con una tendencia subrealista les ha servido para, impunemente salvaguardarse ante el asombro estupefacto de todos.
Estas guarimbas 2014 lucen perfectas y pudieran quedar así. Las instituciones nuestras, entiéndase del Estado Nacional Bolivariano, además de las mesas de diálogos emprendidas por el Ejecutivo Nacional, el Ministerio Público y los órganos Tribunalicios, no deben conformarse con las detenciones y destituciones de algunos cabecillas, también deben empeñarse en lograr la verdadera articulación con los distintos cuerpos de seguridad que vienen actuando de forma y fondo casi impecable, de paso poniendo varios de los muertos, como la Guardia Nacional y Policía Nacional Bolivarianas, para que los ejecutores de las guarimbas en las diferentes zonas, sus financiadores y protectores, ante los desmanes con las terribles secuelas psicológicas y morales cometidos contra los ciudadanos, también les caiga las respectivas y contundentes sanciones penales, porque, como ya se sabe hasta la saciedad, estamos en presencia de delitos, ejecutados con premeditación y alevosía manifiesta.
