El accionar de la oposición venezolana en el periodo Chávez-Maduro se ha caracterizado por una clara tendencia de marcados rasgos fascistas. Para ello han contado con el apoyo económico y asesoramiento político de gobiernos, como el de los Estados Unidos, que no ha escatimado esfuerzos en tratar de suplir su torpeza con un torrente de dólares.
Decir, también, que desde la hermana Colombia, ha existido un sector con poder político y económico, abiertamente dirigido por el expresidente Álvaro Uribe. Connotado y acérrimo enemigo de la Revolución Bolivariana que actúa como protector de delincuentes de toda calaña. Estos, al cometer sus fechorías en Venezuela, salen huyendo a buscar la guarida más cercana y, al parecer, segura.
Desde el hermano país, donde los Estados Unidos tienen siete bases militares, se ha montado un laboratorio con el claro objetivo de socavar las bases de la Revolución Bolivariana y darle un golpe de cualquier tipo. Desde allá se incentiva con fuerza y se ha doblegado la conciencia de compatriotas de ambos países, para convertir nuestra frontera en un constante fluir de alimentos, combustibles y mercancía de todo tipo.
Allá está el dorado refugio de quien en abril del año 2002 cometió el delito de violar la Constitución de la República. Carmona, el breve, fue acogido con beneplácito y alcahuetería para estar hasta hoy en día pavoneándose y dictar cursos para universitarios, no sabemos de qué. Lo cierto es que con frecuencia lo podemos ver fotografiado con cuanto conspirador viaja en busca del pago por agredir a nuestro país.
Las noticias de los últimos días nos informan de un grupito de jóvenes que el mismo gobierno colombiano ha tenido que expulsar por no soportarlos en su desenfreno conspirativo. Vemos el video y me imagino a los paítos y abuelo de esos si son serios, entrándole a nalgadas, correazos o mandándolos a estudiar o a lavarse el yo no sé qué.
Llama la atención el caradurismo de la dirigencia opositora No dan la cara, utilizan a la juventud y suelen darle la espalda a quienes caen en desgracia. Una clara muestra de la cobardía que los caracteriza. Que otros les hagan el mandado y ellos van a juramentarse. Más dólares y euros para ellos que se acomodan y migajas para los muchachos que participan en las guarimbas.
Lo que no pueden negar es que como consecuencia de su comportamiento antinacional, entreguista y dolarizado han procreado una generación de jóvenes que no entienden la lucha política bajo los principios de los sanos valores ciudadanos. Todos sus pasos están calculados por el veneno inoculado. Por el cuanto hay para eso y por el sueño americano, que les venden sus mentores.