La derecha venezolana, y de manera especial los partidos AD y Copei que aún tratan de subsistir, han dejado en su recorrido un lamentable saldo político y social cuyas secuelas todavía persisten en nuestra sociedad.
Cualquier dato estadístico que se tome como referencia nos va a demostrar de manera convincente que efectivamente la Revolución Bolivariana es un acontecimiento político que trasciende por su carácter genuinamente humanitario. Hugo Chávez llevó a la práctica todo un sueño de reivindicación político y social que ha sido referencia de lucha para los movimientos sociales y partidos políticos que en medio de la agresividad imperialista y capitalista persisten en su definitiva liberación.
Un acontecimiento notorio de este periodo revolucionario es precisamente poner al servicio del pueblo las ganancias de la producción petrolera, lo cual ha sido referencia básica en el despegue de los indicadores de pobreza que en los tiempos de la cuarta república eran factores vergonzosos.
Apuntar y resaltar tales logros no es llover sobre mojado. Se trata que la Revolución Bolivariana sigue siendo asediada todos los días. Minuto a minuto se da un acontecimiento nacional o internacional proveniente de los laboratorios ubicados en los Estados Unidos cuyo único propósito es desestabilizar políticamente a nuestro país.
Queda claro que a la oposición local y sus ONGs, vulgarmente financiadas, por los gobiernos norteamericanos, poco les importan los cambios sustanciales que en lo político y social se hayan dado en nuestro país. Basta revisar los gobiernos de la cuarta república para darnos cuenta que efectivamente los gobiernos regidos por la derecha se convirtieron en una pesadilla. Cuando decimos hambre, miseria y represión, no estamos siendo panfletarios.
Queremos afirmar que nuestra historia no puede ser olvidada ni borrada de un plumazo. No se trata de buscar artefugios o construir mentiras para descalificar o derrumbar logros a sabiendas de la campaña sicológica con la cual hoy arremeten cotra nuestro país.
Motivo para destacar que un acontecimiento como el llamado "Caracazo" o sacudón, ocurrido durante aquellos aciagos días subsiguientes al 27 de febrero de 1989, aún persiste en la memoria de nuestro pueblo. Aquel lamentable saldo que se cuenta en miles de compatriotas asesinados es precisamente parte de ese saldo negativo
de los partidos AD Y Copei que aun hoy, ya prácticamente extinguidos, persisten en la maldad en contra de nuestro pueblo.
Reafirmamos nuestra profunda confianza en la valentía y entereza del pueblo venezolano, para seguir unidos y abrazados al legado revolucionario que nos dejara como herencia nuestro Presidente Hugo Chávez y que con firmeza defiende hoy el Presidente Nicolás Maduro.