Efectivamente es así. Mientras los diputados de la derecha argumentan con descaro que aquella promesa de "cero colas" a partir del día 7 de diciembre fue un "slogan" para ganar votos, el gobierno, presidido por el Presidente Nicolás Maduro, asume con extrema responsabilidad la obligación constitucional de garantizar alimentación y servicios a nuestra población.
Ocurre que la derecha se ha declarado en emergencia al afirmar desde el mismo 5-1-2016 un plazo de seis meses para acabar con la Revolución Bolivariana, al decir del Presidente de la A.N. Queda claro que para cumplir con ese objetivo no van a inventar nada, porque sencillamente seguirán haciendo lo que hasta ahora les ha dado resultado con un alto costo de inestabilidad social, tristeza, angustia y desolación familiar por sus actos criminales, campaña para aislar internacionalmente a nuestro país para convertirse en vulgares traidores, entre tantas locuras planificadas y financiadas con los dólares imperialistas.
La emergencia de la derecha es el saboteo. No podemos esperar otra conducta de quienes hasta ahora lo que han hecho es hacerle daño a la patria. Es el NO a toda propuesta que venga de la dirigencia revolucionaria, tal como ha ocurrido con el Decreto de Emergencia Económica, contentivo de una serie de medidas para atacar la crisis económica que vivimos. Ante ello hacen lo que les dicta la agenda impuesta, sin importar las consecuencias que afecta a todos los venezolanos sin distingo de credo de algún tipo.
Como dato curioso, esta es una derecha que goza al enterarse que los precios del barril del petróleo van palo abajo, en conocimiento de lo que ello significa para nuestra economía. Claro, ellos están ganados para el caos, la desesperación de la gente y generar condiciones para que se cumpla su sueño intervencionista. En fin, conseguir mayoría al costo que sea y a la oferta engañosa, como esa de acabar con las colas el 7-D o prometer un "cambio" que ya nuestro pueblo vivió durante la segunda mitad del siglo XX.
De todas maneras, el 7 de julio, cuando Allup promete instalarse en Miraflores, aspiramos que el precio del barril del petróleo haya subido de precio. Ya Diosdado lo decía hace algunos días que con un barril a 20 dólares las dificultades las vive cualquier gobierno, de derecha o de izquierda. ¿Sí o no?.
Entonces, ¿tendrán ellos una varita mágica a partir del 7-J? La interrogante que sí está despejada es su plan desesperado por decirle no a todo lo que se proponga para beneficiar al pueblo venezolano. Su emergencia es la destrucción, la desestabilización y pasar por encima de todo para lograr su propósito de volver al pasado.