Satanizar a los CLAP, es la nueva estrategia adoptada por la falacia que lleva por nombre oposición. Mientras que el gobierno nacional socialista busca interceptar toda táctica letal contra el pueblo de Bolívar y Chávez, nosotros los socialistas, reconocemos en algunos actores opositores la desfachatez de presentarse como una opción salvadora. Con singular descaro esconden detrás de su telón teatral acciones maléficas de planificación, con resultados orientados al a impacto negativo en la política alimentaria. Las alianzas con algunos empresarios corruptos, sin valor sentimental hacia Venezuela es su agenda diaria de trabajo. Tienden a desconocer los valores de la solidaridad y el principio de la corresponsabilidad empresarial. La fomentación de la ganancia exponencial deja de lado a la calidad y el buen servicio, los principios de negocios limpios o transparente quedan relegado a un segundo plano, prevalece el negocio capitalista canibalísta, lo que convierte a esos perversos ingresos individuales en un resultado inversamente proporcional que da como producto, pobreza y miserias.
Estos actores conspiraron para la constitución de una nueva forma de hacer comercio en Venezuela que no respeta la normalización y legalización de los procesos, solo se centra en desestabilizar la economía como puente para acceder al poder político. Esta acciones desconocen de los valores humanos su desarrollo es similar o igual a los mercenarios de guerras, su trofeo es ver aflorar en los sectores sociales la miseria, llevándonos a una suerte de no reconocernos entre iguales. Negociar con las necesidades humanas es pecado esta de manera transversal expresado en los libros que corresponde al viejo y nuevo testamento. Cuanto puede ser la gloria para aquellos que encuentran regocijo en el pesar ajeno, porque implorar piedad ante los ojos de Dios, cuando sus comportamientos no estuvieron sujetos a los designios y mandatos del Gran Arquitecto del Universo.
Demostrar un sentimiento a favor de la patria reclama sacrificios verdaderos, cuanto de estos empresarios gozan hoy de grandes fortunas por el sentido de oportunidad que le ofreció el alto grado de vulnerabilidad registrado en el país producto de la corrupción cambiaria de funcionarios deshonestos. Hoy el presidente Maduro les invita a participar en un nuevo plan productivo, pero se niegan hacerlo hasta que la revolución les asigne más recursos para ellos junto a los pseudos políticos de la oposición aglutinar más riquezas. Llego el momento de redibujar a Venezuela con un nuevo enfoque que tenga por primicia la construcción real y verdadera de una Venezuela Potencia.