09-08-17.-Los árboles son criaturas inocentes; les «…debemos solícito amor, jamás olvidemos que es obra de dios» nos recuerda el himno al árbol. Son seres vivientes y les duele la mutilación que los separa violentamente de la Madre Tierra para construir trancones y barricadas.
Asesinar a nuestros Hermanos los árboles es un crimen de odio. No hubo en esa tala desaforada protesta democrática y pacífica alguna, y sí desahogo masivo de rabia sorda sembrada diariamente por las redes y medios de comunicación. El asunto es complejo; no todos quienes se sumaron a esta locura destructiva pueden calificarse de delincuentes de modo indiscriminado; muchos creyeron que protestaban válidamente por la ineficacia gubernamental. Pero sin duda hubo extremismos enfermizos. En unos cuantos casos violentos se constató, como en cualquier guerra cruenta, el uso de sustancias prohibidas para aligerar la conciencia y traspasar los límites contra la Vida, la Naturaleza y la Constitución.
Los árboles no solo tienen vida, son seres sagrados; son como personas, comentó el escritor Dino Buzzati en una entrevista años después de publicar «El Secreto del Bosque Viejo». Esta novela de Dino Buzzati, "es un relato fantástico, de una sencillez esencial, que puede leerse como fábula para adultos o como relato para niños. Buzzati simboliza la riqueza del mundo en el pequeño universo de un bosque milenario y mágico. El secreto del Bosque Viejo es un canto a la infancia y a la imaginación, y también a la naturaleza, como territorios a los que todos pertenecemos originalmente y donde reside lo mejor de nosotros" (www.quelibroleo.com/el-secreto-del-bosque-viejo).
Stefania Piras comenta de esta obra maestra: "Un bosque encantado donde los pájaros hablan, los árboles son las moradas de los genios y los vientos tienen comportamientos humanos. Una atmósfera mítica y atemporal donde lo real y lo ficticio se entrelazan para crear un mundo onírico y surrealista. Una fábula para los niños y una obra maestra para los adultos, un viaje fantástico para volver a soñar con la ingenuidad y la sencillez propias de la infancia perdida" (www.fabulantes.com/2014/06/el-secreto-del-bosque-viejo-dino-buzzati/).
Esta obra debería ser leída por todo el mundo, especialmente por quienes se encapucharon para romper árboles desprotegidos en indefensos, por los dirigentes de la MUD y por los dirigentes en el Gobierno y en el PSUV. Puede ser que se despierte en ellos alguna sensibilidad ecológica, lo que no es muy probable.
Debemos aprender que somos uno con la naturaleza y debemos cuidarla y respetarla, así como nuestros Hermanos los árboles nos cuidan y nos quieren. Nos dan su fruto sin pedir nada a cambio, apenas un poquito de agua para calmar ellos su sed. También nos dan sombra y hasta se comunican con la lluvia para que llene nuestros embalses y los señores de los camiones cisternas no nos especulen tanto.
Son amorosos nuestros hermanos los árboles.
Pero quién sabe si no todo sea amor después de tanta destrucción… Sé que se comunican entre ellos; conversan en lo profundo de los bosques, en las aceras y en los parques, los pocos que aún quedan de pie. Solo los seres sensibles podemos percibir ese diálogo secreto en la naturaleza… Se siente como murmullos que encogen el corazón… Si una de estas noches oyes algo como eso, son los bosques rumorosos del AMO entregados a 150 transnacionales depredadoras del ambiente, los de la Sierra de Perijá devastada por la explotación del carbón; son los espíritus de los árboles caídos bajo el fuego satánico de la guarimba apoyada por la CEV y la MUD.
Yo sé que algo traman. Desde su aparente quietud, nos observan y comentan entre ellos a través de sus verdes hojas y raíces hundidas en las profundidades del suelo. En noches calladas puedo oír sus diálogos… y no están hablando de paz… Cuando la naturaleza decida recuperar el Paraíso ellos estarán en la primera fila del combate; junto a ellos combatirán el viento y el sol, y todas las inocentes criaturas de los bosques amenazadas por las transnacionales de la minería, el petróleo y la guarimba.
Un día cualquiera, cuando Freddy Guevara decida llamar de nuevo a asesinar árboles para sus trancones ─que es su única manera de hacer política─ podría comenzar la ofensiva general de los árboles, quienes se tomarían la justicia en sus propias ramas para castigar a los culpables. Y así como en la película «El fin de los tiempos», habrá cientos, miles de castigos masivos porque nuestros hermanos los árboles cansados de tanta impunidad se pusieron de acuerdo y lanzaron una sustancia neurotóxica para castigar a los Freddy y a los Maduro por los ecocidios concertados. Será una ofensiva total, como el fuego que cayó sobre Sodoma y Gomorra; los arrechos árboles serán tan implacables como un ejército de ocupación invocado por quienes no quieren a su país. Y veremos a Maduro y a sus cómplices calladitos de la MUD pidiendo perdón por sus crímenes de lesa Naturaleza; Arias Cárdenas no escapará ni ocultándose en lo oscuro de una mina de carbón; Freddy Guevara será condenado a dejar fumar puputop o la cosa esa que lo incita a enviar jóvenes a la muerte y a destruir árboles y personas vivas. Cuando todo esto ocurra veremos a María Machado correr toda despeinada por las calles y avenidas de Maracaibo aguantando aquel calor porque ya no hay la sombra de nuestros árboles queridos. A Julio Borges se le unirán las cejas con los otros pelos y a Ramos Allup terminará de apagársele el motor que dice tener en la entrepierna.
Sé que algo ocurrirá, me cuentan mis hermanos…