Luego de unas palabras de Julio, comenzó la reunión en la sede de la AN. Mientras que cada quien conversaba con todo el mundo sin entenderse muy bien debido al murmullo general que dominaba la sala, Julio escribía en un pizarrón la agenda del día: El Nuevo Poder de los tierrúos y qué hacer en las próximas sesiones de la Logia.
El primero en anotarse en el derecho de palabra fue Freddy; con una extraña mirada vidriosa, como si hubiera fumado algo; apenas balbuceó algo referido a la formación de un gobierno paralelo… y se desataron los demonios y no precisamente los de la Conferencia Episcopal.
─ ¡Pero bueno enano siniestro! ¡Lechuguino y petimetre! ¡Piromaniaco!─ irrumpió Henry totalmente fuera de control y del orden de palabra ─ ¿Vas a seguir con ese minestrone? ¿Acaso no te das cuenta que ya nombramos a un TSJ paralelo y unos están presos y otros escondidos por que los abandonamos igualito que a los pocos que nos siguieron o murieron en la guarimba?
Después de esta intensa explosión emocional Henry se toma una pausa como si le estuviera fallando el motor o faltando aire y, es entonces, cuando Freddy intenta decir algo, pero no bien abre la boca, arremete Henry otra vez:
─ ¡Y es más Torquemada! Te voy a decir una cosa, yo si me voy a empatar en una de elecciones regionales y todas las que haya; si no pudimos desalojar al colombiano de Miraflores y repartirnos los negocios de PDVSA y los del AMO como habíamos acordado en nuestras encerronas secretas, mejor agarramos camino por las gobernaciones y alcaldías ¡Agarrando aunque sea fallo!...
(Desde alguna parte del hemiciclo se oyeron voces de aprobación ¡Púyalo Henry! ¡Te queremos Henry!)
─Pe… pero… ─pretendió argumentar Freddy, pero Henry continuó con su metralla verbal:
─ ¡Pero nada rana saltarina! ¿No te das cuenta que esa ANC nos va a estar fastidiando mas de dos años y necesitamos acumular fuerzas como dijo Zapatero? …
─ ¡Vergación Henry! dale una palomita al muchacho que él está aprendiendo y también quiere ser gobernador como vos, Falcón y yo ─ Lo interrumpe de pronto Manuel Rosales viendo a Freddy todo acoquinado por la verborragia intelectual de Henry.
─ ¡Pero qué va a decir este destructor de árboles! si lo único que sabe es de trancones y quemaderas ─replica Henry.
Rosales insiste:
─Vai Destructor de Árboles, hablá o callá para siempre; no dejei que motor enchumbao te pase por arriba; y apurate, ve que tenemos que ponernos de acuerdo rápido para ir al CNE a hablar con Tiby ─dice tan conciliador como siempre.
Cuando parece que por fin Freddy va a decir algo inteligente en su vida política se le atraviesa como una barricada Henry, y dispuesto a hablar él solo y robarse el show:
─Y tú, cantos de ballena ¡Mas respeto! ¡Con mi motor no te metas! Ve que yo si te doy tu coñazo, yo no soy Julio que se dejó empujar por un guardia…
─ Calmate Henry, no te arrechei conmigo, acordate que el enemigo es el autobusero y la Constitución; a vos como que te tienen nervioso los retratos de Bolívar y Chávez que Maduro volvió guindar donde estaban, calmate mijo.
─Vai pues, Torquemada, decí lo que tenei en el buche ─Invita Rosales a Freddy.
Freddy se anima, cree que ahora si ha llegado su oportunidad de proponer otro trancón y se dispone a hablar, pero esta vez se le adelanta María M como una tromba:
─ ¡Pero qué les pasa a ustedes señores! ¡Compórtense como caballeros o como lo que son! Tienen a Freddy achicopalado, ustedes saben que el muchacho no tiene muchas ideas aparte de la guarimba; ¡Y que quede claro! No estoy de acuerdo con ir a elecciones, tenemos que buscar mas muertos para que se dé la guerra civil y nuestro jefe Donald se convenza de que si tiene que invadirnos…─ Y mira a Freddy como buscando apoyo, pero éste no reacciona, parece estar en el quinto punto cardinal.
─ ¡Ajá Julito! ¿Y tú qué dices? ─Interpela María Corina a Julio quien parecía como quien escurre un bulto escondiéndose detrás de Henry Falcón ─ ¡Ya te vi! ¡No te hagas el loco que en mayo estabas diciendo que no ibas a elecciones con el CNE y que eso era una trampa…
─ ¿Yo? ¿Yo dije eso? ¿Cuándo? ─Responde furioso Julio sabiéndose descubierto por la bien peinada Mary Cori.
─No me queda mas que ver, con razón los tierrúos te llaman mentirita fresca.
─No hay que preocuparse por eso ─Terció Falcón, siempre como caimán en boca de caño ─Podemos combinar un poco de democracia con bastante terrorismo; de eso se encarga Freddy; el muchacho es un poco atronado pero se aplica a lo suyo…; y para que también quede claro, ¡Yo si voy a elecciones! ¡Quiero ser gobernador otra vez!
─ ¡Qué molenga Falcón!, le habei cogió el gustico a la cosa ─Comentó aviesamente Rosales.
─ Cachicamo diciéndole a Morrocoy conchúo ─Señaló una voz que no pudo ser identificada.
Ya muy arrecha por el rumbo de la discusión, María Mari Cori protestó enérgicamente:
─ ¡Partida de traidores ¡ Enfriaron la calle para buscar su camburcito y dejaron a nuestros encapuchados colgados de la brocha ¡Muy lindo! Ustedes lo que quieren es que nuestro Jefe Trump les haga el trabajo sucio; tienen que buscar mas muertos, ese es el camino ¡Traidores! ¡Y yo me voy de la MUD! …Me voy par coño… ¡Acompáñame Torquemada!… perdón, Freddy…
─Me quedo con Henry, Rosales y Falcón, yo también quiero ser gobernador ─respondió Freddy.
─ ¡Me voy con mi capitalismo popular a otra parte! ¡Traidores! ─Fue lo último que se le oyó decir a Mari Cori aquel infausto día; desde entonces no se le ha vuelto a ver ni el polvito ni su impecable peinado.
Después que María se marchó arrecha, hubo abrazos y brindis entre los diputados. Henry y Freddy se abrazaron como hermanos que comparten su amor al país y, cuando haga falta, de nuevo, un poco de terrorismo mejor administrado para que los chavistas no se unan frente a la violencia.
Así terminó esa reunión en la sede de la AN en la que nadie dejó explicar a Freddy una idea que se le había ocurrido para defender la libertad y la democracia.