Un político sin posición definida y con la traición en el bolsillo siempre tendrá destinos inciertos y Henri Falcón no es la excepción, acostumbrado además de mentir y manipular se mantuvo por años como una voz que había que escucharla casi obligado, pues salía hasta en la sopa, hasta que llegó el clímax del fracaso, donde ya nadie lo quiere ni ver ni escuchar.
En las filas del chavismo se encubrió por años, hasta lograr avanzar en la dirección política donde asumiría cargos de elección popular de relevancia, aunque a su paso dejaba la huella de la desconfianza en los que creíamos que no era de fiar. Luego de posesionarse y generar expectativas mediáticas ante la opinión pública, haciéndolo noticia del día aunque a su vez se desdibujaba ante la revolución, creyó engañar a todos y a todas hasta que un esperado día, salto la talanquera. Recordando aquel lloroso discurso del saltarin día, causó en las filas socialistas el más profundo rechazo a su guabinosa definición entonces se reafirmó que aquel yaracuyano ¿chavista? Nooo, nunca lo fue, solo que utilizó el liderazgo y la nobleza de nuestro eterno líder Chávez para lograr objetivos personales, satisfaciendo sus ambiciones económicas y de poder y a usted que me pregunta ¿Henri Falcón nunca estuvo con Chávez? No, nunca, se arrimó a él para tratar de quitarle su brillo y apropiarse del mismo, ya sabe usted que en vez de brillar se opacó y por tal razón se tuvo que ir, no pudo con la revolución y en sus entrañas se privó.
Se inventó hasta 7 partidos en su trajinar mostrando gran inestabilidad emocional y de objetivo, hasta que se metió en la pochocha, lo peor de todo, es que se creía el dueño de la palabra y que podía llenar la cara de todos de su larguísima cháchara. Se arrimó a la MUD para succionarles sus votos, sin dejar de picar el ojo al chavismo, es que el tipo se la daba de avispao, utilizando su palabra celebre. En los momentos apremiantes donde la oposición exigía de manera desesperada al Presidente Maduro su renuncia, Falcón se derritió, siempre fue de pies de barro, recuerden el abril del año 2002, cuando traicionó a Chávez y se abrazo a Carmona.
Los días del fin llegaron y aunque ganó las primarias el pasado domingo 10 de septiembre, sabemos que perdió pues allí, la gente no fue a votar y de lo poquito que fue, él logro una pírrica ventaja, bastaba ver su discurso lleno de rencor y maledicencia para darnos a entender que quien hablaba era un hombre frustrado no un triunfador. Es importante resaltar que en los días previos a las primarias, hubo un acto con los adecos y a Henri no lo dejaron subir a la tarima y la pita fue apoteósica y ya esto se hace recurrente, los abucheos para Henri son hoy el pan nuestro de cada día, nadie quiere escucharlo y mucho menos comerse el cuento de su progresismo, que en todo caso es una imitación del socialismo, con ese arroz con mango ideológico lo que obtuvo es el camino al basurero de la historia y hoy va rumbo a morder el polvo, para mostrarnos con más crudeza su acabado rostro. Usted que me pregunta ¿para que llegó Henri a la oposición entonces? Sencillo, para quitarle los voticos que les quedan y ver sin con ellos puede seguir en la arena política ¿Qué logró? Que lo odien tanto la derecha como la izquierda. Vea como ahora luego de años sin hacer nada por Lara, quiere utilizar esos recursos ganadores de intereses para comprar a mi gente, pues considera a nuestro pueblo, mendigo, evidenciándose sus desesperada necesidad de atención, ya que hoy no es el centro de atracción que le hacían creer Promar TV y demás medios, claro!!! "él los compraba". Hoy de aquel falso carismático, solo queda un bate quebrao, basta con preguntarle a cualquier periodista, de esos que acostumbraban a entrevistarlo y vera el gesto de pereza en su cara.
No funcionó en el chavismo, no cuajó en la derecha, no brilló en la tercera vía, hoy lo vemos en vivo o en cámaras, con cara de insomne trasnochado, como amargado parlanchín y con lengua suelta injuriante. Ya sus madrugonazos son apariciones tenebrosas, casi solitario, solo causa pena ajena. Dice un refrán "Tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe" y eso es lo que paso con este sujeto, creyó tener el talento para convocar y convencer y no convoca ni convence a "NAIDEN" como decía mi abuela, figúrense en las primarias, el candidato perdedor le saco unos cuantos votos, lo que demuestra que en la oposición ya no lo quieren y si a eso le sumamos que en la izquierda es invisible, da como resultado él porque de mi título ¡¡¡Henri Falcón es un bate quebrao!!!
