"Quisiera yo tener un adversario digno, de altura, con el cual debatir proyectos; porque nosotros si tenemos un proyecto, un proyecto político: la democracia participativa, la democracia protagónica".
Hugo Chávez Frías
(Aló Presidente N. 249 (Elorza, Apure 19 de marzo de 2006)
Definitivamente en nuestro país la época de la democracia representativa, liberal, burguesa y capitalista se acabó con la llegada del Comandante Hugo Chávez Frías al poder en 1998 a través de las urnas en unas elecciones libres y soberanas.
El hecho de que una Revolución Socialista se haya impuesto por la vía electoral y no por la vía de las armas en Venezuela, es un proceso sui generis que busca un cambio de paradigmas para sembrar las bases de una auténtica democracia participativa y protagónica.
El único antecedente en América Latina a diferencia de la Cuba de Fidel y de la desaparecida Unión Soviética está representado por el recordado triunfo de Salvador Allende en un proceso electoral democrático ocurrido en la República de Chile, el 4 de noviembre de 1970.
Esta historia es muy conocida por todo el mundo así como también su final con la muerte de Allende, hecho que ocurrió el 11 de septiembre de 1973 y que al paso del tiempo, se convirtió en una nueva intervención de la mano peluda norteamericana, la cual generó dicha muerte (ver documentos desclasificados del Pentágono).
Gracias a un hipócrita procedimiento - conocido como documentos desclasificados - el propio Departamento de Estado y la Casa Blanca se acusaron y echaron su propio cuento de la manera más cínica e irresponsable, para luego liberarse de culpas y gritar a los cuatro vientos: "yo no fui".
Como si tratara de enterrar su oscuro pasado, el sistema norteamericano ha creado un artificio para echarle tierra a sus agresiones y a sus ataques terroristas; así como en el pasado los desaparecía, con sus documentos desclasificados, ahora lo hace con sus falke news o sus falsos positivos
En el caso venezolano el imperio norteamericano ha probado todos sus métodos en su afán de tumbar al gobierno revolucionario y seguir extendiendo sus dominios y la explotación de nuestras riquezas en el considerado su patio trasero. El mismo invasor ahora ha reaccionado como una fiera herida contra quien intenta liberarse de su yugo imperialista.
Ya lo decía el Comandante Hugo Chávez cuando afirmaba: "Vamos a demostrarle una vez más al imperio norteamericano y a la gente que nosotros somos libres y además vamos a seguir siéndolo; pero para ello se requiere de mucha fuerza unitaria, conocimiento moral, conciencia, entendimiento y una acción conjunta de trabajo".
En los últimos años, luego de la eliminación física de nuestro Comandante, el imperio ha seguido aplicando sus métodos y estrategias para cumplir su plan, el cual hasta el momento ha fracasado en Venezuela, en su intento de golpe continuado.
Las guerras que han servido para saciar el apetito de los halcones, la élite belicista y la élite del nuevo orden económico mundial; es decir, de quienes gobiernan el mundo, ahora encuentra su mejor expresión en el establiment que actualmente gobierna a los Estados Unidos, dirigido por Donald Trump y su lacayo mayor, el primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu .
En América Latina sus títeres, quienes reaccionan a la orden del imperio como perritos falderos y se refugian en el "Cartel de Lima", ahora bailan al son del huésped de la Casa Blanca.
En Venezuela los ataques continuos, con métodos aplicados en el medio oriente o en países como Afganistán, Iraq, Libia o Siria no cesan de atacarnos y resucitan el fantasma de Pinochet, con el caso chileno a través de una guerra económica y un bloqueo desgarrador.
Gracias a un coctel venenoso de múltiple recetas y a un dragón de mil cabezas, el imperio utiliza sus cipayos en nuestro propio suelo y resucita mercenarios, formados a su imagen y semejanza para tratar de destruirnos desde adentro.
Sólo basta mirar a nuestro alrededor para observar la actuación de los títeres de la oposición (ahora sentados en una mesa de diálogo en Barbados) quienes sólo saben robar y destruir a los pueblos, con las peores recetas para poner a sus países a su servicio o a la merced del enemigo.
En el espejo de Chile hoy se mira Sebastián Piñera y prosigue su ridículo papel, en el pisoteado escenario de los Derechos Humanos, "la hija del General", la conocida Michelle Bachelet.
En Brasil, Jair Bolsonaro danza una samba decadente y en Argentina, Mauricio Macri hace otro tanto y baila un tango devaluado. Ni hablar de traidores como Lenín Moreno quien canta en Ecuador y el capo de poca monta, Nelson Duque "El Uribito", quien interpreta una cumbia colombiana.
A nuestro país han llegado los tiempos de la degradación moral y de la pérdida de valores, en el "mundo al revés" como decía Jorge Galeano. Ahora el imperio gringo enfila sus baterías contra la Revolución Bolivariana liderada por el Presidente Nicolás Maduro.
Mientras tanto se ensayan nuevas estrategias en la geopolítica mundial con nuevos protagonistas como Rusia, China, Irán, Siria y Turquía. En los Estados Unidos se incrementan las sanciones y estamos en la antesala de una campaña electoral que busca la reelección del Presidente Donald Trump, quien juega con los inmigrantes centroamericanos.
En la Patria de Bolívar – por su parte - el ensayo se concreta con un autoproclamado impostor llamado Juan Guasón, quien se pasea en su rodada en las redes con un joropo desfigurado, por las calles de Caracas.
En el escenario de la Revolución Bolivariana, el devaluado fascismo y la inmoral y decadente oposición venezolana, se cocina en su propia salsa como en los tiempos de la Plaza Altamira.
En Venezuela vamos rumbo a unas próximas elecciones parlamentarias para acabar así para siempre con un adefesio llamado Asamblea Nacional en desacato.
Mientras avanzamos en nuestro afán de construir nuestro Socialismo del Siglo XXI por la vía electoral, iniciado por el Comandante Hugo Chávez, esperamos que la muchas veces derrotada oposición, la misma de las guarimbas, se aleje del golpismo y brinde una nueva esperanza para el diálogo de Oslo a la conocida Estrella del Sur.
En la consolidación del camino de la Patria de Bolívar se perfila el futuro de los países libres del mundo y en lo que representa una escuela para los pueblos de la América Latina, quienes se expresarán próximamente en el Foro de Sao Paulo a realizarse en Caracas.
La nueva etapa se cumple en el proceso de conquistar la "lucha, la batalla y la victoria" en el marco de la Revolución Bolivariana. Para ello, sin lugar a dudas, será necesario contar con una "oposición criolla" que no tenga nada que ver con la acostumbrada y aberrante oposición rastrera, a la cual le hacen coro y aplauden los inquilinos de la Casa Blanca, liderados por Donald Trump y sus perritos falderos del "Cartel de Lima".
¡Amanecerá y veremos!