El gobierno en 2015 perdió las elecciones para la Asamblea Nacional, quedando en minoría absoluta aún con una oposición golpeada por la pérdida millonaria de votos, algo que reparó rápidamente invalidando las elecciones de algunos diputados por compra de votos, compra de votos que fue mucho más descarada por parte del gobierno (y que alguien lo desmienta) posteriormente intervino al Tribunal Supremo de Justicia para maniatar a esa Asamblea y repartió contratos y acceso a dólares a familiares y testaferros de asambleístas claves de oposición y por si fuera poco, sacó de la manga una constituyente, y así estamos en la situación actual, con una asamblea oficial paralela con la excusa de ser constituyente pero que hasta ahora después de más de 2 años, no ha presentado nada serio porque como sabíamos y sabemos ese no era el objetivo.
La oposición había comenzado a perder votos incluso antes de ser oposición, en plena campaña de Chávez cuando de modo suicida, haciendo honor a las afirmaciones de que la derecha solo tiene por superioridad la sociopatía, la ignorancia, el narcisismo y la enfermedad de la acumulación, como lo está demostrando el magnate de magnates Trump, enfocó el ataque político contra Chávez de manera racista, y para colmo, inundando las redes sociales de comentarios degradantes contra el mismo pueblo mestizo, al que ellos mismos pertenecen y del que esperaban los votos, fue una nueva forma de repetición de aquello de "se alborotó el chiripero" que dio la victoria para el segundo mandato de Caldera. El pueblo mestizo, es decir, el pueblo, comenzó a ausentarse de los actos políticos de los partidos tradicionales, de los partidos de la derecha tradicional que lo insultaba y no resolvía sus graves problemas, cada vez más graves, y comenzó a asistir y apoyar a Chávez que enaltecía a todos. Pronto, los actos de masas cada vez más menguados de la derecha tradicional permitió a Chávez bautizarlos como "escuálidos", y nuevamente el complejo de seres de derecha que si no ganan arrebatan, llevó a muchos asumir ese calificativo como depredadores y lo asumieron sin tapujos, sonrientes ante las cámaras de sus propios canales, llegando muchos a usar franelas donde se identificaban como miembros de la familia Scualidae o de los escuálidos, con tiburones agresivos mostrando sus hileras de dientes con los que amenazaban al pueblo dando por hecho su vuelta al poder muy pronto con la ayuda militar y de los EEUU o de los militares nacionales y los paros petroleros. Así, las movilizaciones de esa derecha tradicional convertida en oposición con el triunfo de Chávez, comenzó a tener las más extrañas alianzas, pandillas de motorizados con emblemas nazis y con un comportamiento similar al de los llamados "colectivos" que surgirían después, acompañaban a marchas en urbanizaciones de la clase media, incluso en aquellas donde participaban familias judías.
Algunos dirigentes de oposición entendieron que debían lavarse esa cara, o ponerse una máscara; para ello figuras relevantes, los más inteligentes, hicieron campañas visitando barrios pobres, se fotografiaron sonrientes, abrazados con hombres y mujeres de piel oscura y exhibieron más a sus dirigentes de raíces africanas e indígenas en las fotos de reuniones y actos de masas, y hasta gravaron videos montándose ellos mismos en mototaxis ¿Verdad?
Pero del lado del gobierno las cosas no eran muy diferentes. El desprecio al pueblo por parte de los dirigentes "chavistas" era cada vez más acentuado. En la medida que alcanzaban posiciones y se enriquecían con la corrupción se convertían en una derecha fascista emergente y maltrataban al pueblo cada vez más, desmantelaban el país mediante el robo más descarado, robaban a manos llenas, humillaban hasta a sus propios votantes, algunos aquí en Amazonas mostraron un comportamiento en extremo racista contra afrodescendientes; cercaban con desinformación a Chávez que terminó rindiéndose ante el enriquecimiento súbito hasta de su propia familia; esa nueva derecha era y es la nueva élite politiquera depredadora. El pueblo no tenía ni tiene derecho a reclamar ni las sobras que a los nuevos tiburones, megalodones resucitados, les quedaba de los banquetes de la corrupción, banquetes a la carta que incluyeron los mismos programas sociales que eran doblemente propiedad del pueblo. Eso ocurría también antes, en la llamada IV, pero parece que nunca ha sido más acertado que ahora decir que los gobernantes y sus familias juegan y se enriquecen con el hambre, la salud, la educación del pueblo, con todas sus necesidades. Promovieron la corrupción en todos los niveles, la impusieron para justificar el colapso y sus riquezas.
En esta situación, la ascendente popularidad del gobierno comenzó a frenarse y desquebrajarse y solo Chávez a pesar de sus errores dando poder a bandidos, lograba mantenerla en pie a costa de su propia salud, pero la más evidente realidad se vio, con la llegada de Maduro, en aquellos resultados de elección de la Asamblea Nacional, resultados tremendamente adversos a pesar de que la oposición había perdido una incontable cantidad de votos, no solo por lo ya planteado, perdieron también por el fenómeno de la diáspora, de la fuga del país por parte principalmente del pueblo joven de oposición, de los ni ni, o de los desencantados con el gobierno nacional que se vieron de pronto mendigando entre familiares y en algunos casos comiendo de la basura de expendios de comida rápida como yo mismo observé en el centro comercial Milenium en Los Dos Caminos, evidente clase media, algunos aún con sus trajes y corbata, no sé si venían o iban a trabajar, trataban de llenar sus estómagos, no era propaganda, era de verdad, trataban inútilmente de ocultarse.
No hay estadística a la que podamos asignar un margen de error aceptable sobre la emigración de venezolanos, no todos usaron los pasos fronterizos oficiales, y aunque así fuera, sabemos que las cifras oficiales son contradictorias entre países. Parte de la clase media logró migrar a Europa junto a algunos pobres o clase media empobrecida que logró vender casi todas sus pertenencias para costear la aventura, otros, migraron a los EEUU, una minoría de privilegiados de la corrupción terminaron tan lejos como Australia donde llegaron a lavar los dólares, pero la gran mayoría con escasos recursos, especialmente en los últimos años, huyeron hacia países cercanos después de sufrir el "socialismo" creyendo que el capitalismo sería entonces un paraíso que los recibiría a brazos abiertos. Diferentes fuentes que se pueden consultar por Internet calculan una diáspora cercana a los 4-6 millones de huidos, principalmente adultos o jóvenes próximos a alcanzar la edad adulta, es decir votantes; muchos niños quedaron a cargo de familiares y amigos en Venezuela con la promesa de las remesas para aliviar sus cargas. Algunos cálculos afirman que de seguir así el actual y acelerado deterioro del país, para 2020 serán más de 8 millones los que salgan.
La situación ha sido tal que delincuentes y bandas de delincuentes, con casos bien conocidos como el tren de Aragua y otras bandas, decidieron migrar y hasta pareciera que les ayudaron a migrar con todo y sus armas de guerra, después de todo ¿dónde compran tanto armamento con tantos servicios de inteligencia en un "país en guerra contra una oposición golpista"? ¿Y cómo pasan ese armamento cuando a la gente le quitan en las alcabalas hasta los caramelos? La emigración de tantos venezolanos perjudica la imagen internacional y nacional del gobierno, pero perjudica también en mucho las posibilidades electorales de la oposición.
Sí, la delincuencia también comenzó a sufrir por la crisis. La gente ya casi no carga dinero y lo que carga no sirve para nada, el atraco ya no es rentable, a no ser que se ubiquen en las salidas o entradas de los aeropuertos o pasos de frontera, pero como dicen, ya los delincuentes oficiales, guardias y policías, han pasado raqueta allí y así tampoco consiguen los dólares, euros u otras monedas en la cantidad que valga la pena el riesgo. Los secuestros "express" para sacar dinero de los cajeros no sirven de nada porque los cajeros casi no dan efectivo, los bancos, adentro, tampoco, las cuentas están casi siempre en cero porque el dinero hay que gastarlo hoy aunque haya que pagar más caro por punto porque mañana vale menos. Y así, junto a corruptos o sus testaferros, también se fueron muchos de aquel tipo de delincuentes, algunos que parecieran mandados intencionalmente a crear caos y mala fama a los venezolanos para provocar la alentada xenofobia de la que nos llegan con frecuencia imágenes de masacres por las redes como para desalentar la diáspora; como una última en el barrio Ecuador de Perú, en una comunidad indígena donde estaban matando y quemando a cuatro venezolanos, aunque en el video solo aparece uno y la muchedumbre.
A estas alturas y observando la alianza delincuencia común-gobierno hasta para "defender" la "patria", tenemos derecho a preguntarnos si las bandas como el Tren de Aragua llegaron a países vecinos alentados y ayudados por algún grupo del gobierno… o por algún sector de la oposición. Pareciera que hay bandas de lado y lado, que además deben estar haciendo trabajo inteligencia.
¿Y qué representa ésto ante las próximas posibles elecciones ya anunciadas, y para las cuales algunos partidos de oposición se vienen preparando desde hace varios meses atrás? Evidencia de lo ya pactado con el gobierno desde hace un buen tiempo mientras mareaban con la mesa de diálogo. De los actuales 4 a 6 millones de emigrados según las estimaciones, supongamos que el 70% son votantes (algunos cálculos indican que son más) y evidente que la gran mayoría, son de oposición, que emigraron insultando a las progenitoras del alto gobierno. Una parte importante está en países que acusan xenofobia contra los venezolanos. ¿En el supuesto negado (para mí) de que el gobierno haga un verdadero esfuerzo por llevar mesas electorales a esos países, saldrán en masa a votar? ¿Saldrán a hacer largas colas y en medio de la xenofobia? Son millones, y el gobierno "no puede" desplegar tantas mesas en el exterior, y hasta la excusa del bloqueo tiene. La mayor parte son votos perdidos para la oposición, eso creo, millones, que se suman a los perdidos antes y por las descalificaciones que se hacen ahora entre ellos en las guerras intestinas por controlar el poder actual, el dinero "de Trump", y el supuesto poder futuro.
Por otra parte, algo que incide fuertemente en la abstención de las bases de la oposición, que resta más votos, es la impunidad e inmunidad de los corruptos pasados y principalmente de los actuales. Tienen todos ellos una carta en la manga, una carta que recuerda mucho a aquellos tiempos de una iglesia corrupta que generó su propia división y creó a Lutero. Una carta que perdona todos los pecados, como aquellas bulas papales. La carta solo dice ¡Viva Guaidó! El gobierno da impunidad a los peores criminales que roban al país, o matan y torturan por razones políticas, mientras, la carta da inmunidad, basta mostrarla públicamente y todos sus pecados serán perdonados y sus riquezas, habidas como sea, serán respetadas. El país destruido, las vidas destruidas, serán ignoradas, porque después de todo ¿Quién es Trump? Negocio es negocio, nada personal.
Pero no contaron con el pueblo opositor que ha vivido en carne propia la crisis generada por la corrupción, la represión tipo Lenin en Ecuador, la persecución de la Operación Tun Tun, el robo directo por funcionarios civiles y militares, las violaciones de todo tipo, el pasar de ser bienvenidos en otros países a ser repudiados y hasta masacrados y quemados; ese pueblo pobre o empobrecido se retorció de indignación, y Guaidó cayó en picada.
¿Y cómo responde a todo esto la dirigencia de esa derecha tradicional? Unos pocos, buscando elecciones democráticas; otros pidiendo su parte al gobierno para "botar tierrita y no jugar más"; otros buscando enchufarse, venderse, a través de alianzas electorales que dividan y cierren el paso a la verdadera y nuevamente escuálida oposición, algo que parece que ya ocurrió; otros esperando una "cómoda" invasión que dice mucho de sus capacidades humanas, confiando en un hombre de NEGOCIOS como $Trump$, cuyo verdadero problema no tiene que ver con su conciencia democrática de "salvador" de Venezuela sino con la injerencia geopolítica y económica de Rusia, China e Irán, de manera que si la continuidad del gobierno lo beneficia de alguna manera en esa pelea, no hará nada más que vociferar y aplicar sanciones cada vez más aisladas que crean nuevas oportunidades a las mafias (las crisis abren abanicos de nuevas oportunidades) y la gallina Venezuela se hará aun más flaca para abaratar su compra, y el "socialismo" será cada vez más repudiado. Mientras, de los demócratas norteamericanos hay que decir que ya han dado ejemplos en África y Oriente de lo que son capaces.
Pero, por otra parte, el comportamiento electoral de un pueblo chavista humillado, despreciado, extorsionado, chantajeado, hambreado, secuestrado por bandas armadas apoyadas por la derecha emergente del gobierno, es aun impredecible, como lo fue en el 2015 cuando ya existía una gran diáspora que reducía el caudal de votos a la oposición. Ese pueblo chavista ya no cree ni en la oposición chavista. Si el gobierno no logra comprar suficientes votos, crear una sensación previa de fin de la crisis, guerra a la corrupción y bienestar con la ayuda de minas de oro y préstamos de sus interesados "aliados", sensación que dure lo que durará la campaña electoral, probablemente la mayoría del pueblo chavista se abstenga, su voto sea nulo o, con mayor probabilidad, de castigo total. No son pocos los "dirigentes" de base del PSUV que odian al gobierno y más que muchos de la oposición, pero que justifican su actitud "gobiernera" con expresiones como "¿Y qué quieres que haga, que ponga a mis hijos a pasar hambre? ¿Que me vaya del país?"
¿Abrazarán los dirigentes opositores de alguna manera al pueblo chavista como lo hicieron antes con el pueblo que despreciaron o permitieron que lo despreciaran?