Recientemente la Iglesia Católica brasileña admitió la pérdida progresiva de
fieles. El novísimo Arzobispo de San Pablo, Odilo Scherer, sugirió que la
Iglesia recurre a “métodos no adecuados” para conservar y atraer a los
creyentes.
Por estos lados, el Cardenal Urosa sentenció que la indiferencia religiosa
era uno de los males de Venezuela, y exhortó a la población a no dejar de
lado los conceptos católicos. No tengo dudas que aquí haya migración de
feligreses católicos a otros cultos que pudieran percibirse mas vinculados a
lo espiritual, al desarrollo de la persona humana y menos a la diatriba
politiquera.
Es que la dirigencia católica venezolana perdió el rumbo. Se convirtió en un
factor político contundente. Ya no existe diferencia entre un sermón y una
rueda de prensa del CEN de AD, de COPEI, del MAS o de Primero Justicia. En
la misa celebrada el pasado viernes en la Catedral de Caracas, el Obispo
Auxiliar fustigó duramente las acciones del gobierno nacional. Este prelado
tuvo la cachaza de señalar que ¨…poco se hace por el prójimo…¨. Pero todo
se corresponde a la agenda oposicionista. Nada es casualidad.
Por su parte, Giacinto Berlocco, Nuncio Apostólico en Venezuela, afirmó que
sólo Dios sabía como y cuando se resolvería el caso del estudiante andino
refugiado en la sede diplomática. Este Nuncio se la sabe todas…por eso es
Nuncio…le lanzó ese problemón a Dios.
Lo cierto es que Berlocco jugó ya su papel en el show montado por la
oposición. Ya ni importa si un tercer país asila al estudiante o si al final
lo pone a la órden de la justicia venezolana. La larga permanencia del
muchacho protegido en la Nunciatura reforzó la lapidaria matriz de opinión
contra la democracia venezolana.
Señor Nuncio…señores de la Conferencia Episcopal…no se como va a terminar el
asunto de Nixon Moreno…lo que si se es que el nombre de Dios no puede ser
invocado abusivamente. Ustedes son y serán responsables frente al pueblo de
sus decisiones, de sus métodos para relacionarse con El Estado…mientras
tanto, los católicos seguiremos en la búsqueda de Dios por cualquier vía.
davidalastre@terra.es