El 31 de octubre de 1941 nació Alí Primera en Coro. Hace exactamente 68 años. Me lo dijo en una entrevista que le hice el 25 de julio de 1983. El día previo se había realizado el acto de celebración en honor a los 200 años del nacimiento de nuestro Libertador, el Festival Latinoamericano de la Canción Bolivariana, efectuado en el “Nuevo Circo” de Caracas. Poco después Alí pereció en un accidente de tránsito, el 16 de febrero de 1985. Pero, ¿Qué significación tiene Alí para el pueblo venezolano, el latinoamericano, el Proceso Revolucionario y Bolívar mismo? Mucho. Veamos.
Alí fue un gran creador musical. Un excelente intérprete. El creador de la Canción Bolivariana. Es la figura máxima del canto político del Proceso Revolucionario. Para entender su obra es necesario ir a su pensamiento, a su concepción del hombre, de la vida, de la Historia, de los pueblos. Significa referirnos a uno de los estudiosos máximos de la Gesta Libertadora, de Bolívar, de sus protagonistas, e igualmente, de nuestros ancestros aborígenes y de los afrodescendientes, de sus diversos ritmos (venezolanos y latinoamericanos), así como de sus sufrimientos, de la lucha en defensa del ambiente.
Una creación suya, impactó en América Latina. Su título: “No basta rezar”. La compuso en un vuelo que hizo de Maiquetía a Mérida para asistir a un acto político-musical organizado por la FCU de entonces. A su lado se sentó una viejecita que, cuando la nave despegó, se puso a rezar. Alí, bondadosamente le dijo que no bastaba rezar para que el avión llegase con seguridad a destino. Era necesario que el piloto fuese bueno, que la nave no fallara, etc. En la mente de Alí brotaron imágenes de pilotos gringos que se persignaban antes de montar los aviones para ir a bombardear los pueblos de Viet-Nam. Invasión gringa de entonces que originó millones de muertos. La práctica hipócrita del hombre que destruye al hombre, a su prójimo en el nombre de Dios.
Recordó a Bolívar, de quien dijo en 1983, que la oligarquía había desdibujado su imagen para convertirlo en administrador de justicia antes que en un creador de ésta. Creyó necesario que el pueblo sintiera al Libertador en su pensamiento antiimperialista, anticolonialista y justiciero libertario. Descubrió en él una gran fuerza por su resistencia ante la adversidad y su sensibilidad ante la soledad, por su apego y respeto a la amistad. El canto de Alí, la Canción Bolivariana, se refuerza con el pensamiento de aquellos que le dieron validez al sentido de llamarse hombres, a la dignidad, a la ternura, a la poesía y al riesgo. Desde Fundecem, en línea con nuestro Proceso Revolucionario liderado por Chávez, por Marcos Díaz Orellana en Mérida, con el Frente Francisco Miranda, el Consejo Legislativo y Fundacomunal, organizamos un homenaje con numerosos canta-autores, este 31 de octubre en la plaza Bolívar de Mérida. Y convocamos a los artistas plásticos para que muestren sus obras en el salón “Una mirada para Alí”, en la casa Bosset de Mérida.
(*) Fundecem.
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