Escribidores de oficio lanzan a bombo y platillo lo que ellos dicen era “la realidad” económica, social y cultural de Venezuela de los años 58 al 98, y por extensión, la Mérida de entonces. Valga decir, a la etapa de la cuarta República, la de AD y Copei. Hablan de una Mérida pretérita, en lo social, político, económico y cultural, que sólo existe en su imaginación. De una Mérida en la que para entonces prevalecía la exclusión, los crímenes políticos, la tortura, la entrega de nuestro país a los intereses imperiales gringo-sionistas. La del petróleo a $7, y la de aquellos que pusieron en venta a nuestra Patria, para recibir su jugoso premio en dólares. La de las barraganas. La de una iglesia que ha sido y es corrupta, cleptómana y pedófila, con honrosas excepciones. De una Universidad de quien el tránsfuga Petkoff en 1996 decía, como ministro de Caldera, que la deuda de tal institución “era impagable”. Son realidades de los años 59 al 98, de la época bribona y criminal adeco-copeyana y sus partiduchos descendientes. Y ahora, ¡Oh misterios de la resurrección! hasta el grupúsculo de adecos, se olvidan de sus miríadas de actos de corrupción, asesinatos y privatización para beneficio propio, examinan la situación cultural en Mérida y la agreden. ¿Se acuerdan de los liceos fantasmas? O ¿de las nóminas dobles? ¿De los elevados intereses bancarios? ¿De los robos y estafas bancarias contra los ahorros de depositantes y nadie era sometido a juicio? ¿O de los asesinatos de Domingo Salazar, Carlos Bello, José Uribe y Magdiel Páez, entre otros? ¿De la detención de diputados y senadores de izquierda, irrespetando el Estado de Derecho? ¿De la suspensión permanente de garantías?, ¿De la mejor negociación del mundo con el FMI?
Según sus elucubraciones, “la cultura en Mérida es patética y está en el subsuelo”, han desaparecido los grandes escritos para su publicación, no se imprimen libros, se esfumó el montaje de obras de teatro centradas en autores y gustos eurocéntricos. Se quejan por la desaparición de la añoranza hacia París, Roma, Berlín o Londres, por la ausencia brumosa e imaginaria de Estocolmo y sus ansiados premios Nobel, como centros de la intelectualidad mundial de la que Mérida supuestamente “formaba parte”. Época en que se pagaban los costosos honorarios, así como el traslado desde el exterior, alojamiento y comida a intelectuales y grupos numerosos de personas que en compañías de teatro, danza o de música venían a Mérida, para que un reducido grupo de exquisitos pequeñoburgueses se deleitaran. ¡Y a qué precio! A veces no asistían ni las autoridades universitarias mismas. En Mérida, yo estuve en la conferencia de Tunnermann, estudioso del Movimiento de Córdoba, raíz de la Autonomía Universitaria, y apenas había seis (6) personas, fuera de las autoridades de entonces. No asistían ni los profesores, menos el pueblo. ¡Qué vergüenza! También añoran y luchan porque vuelva la época de los pequeños grupos de intelectuales, que ocupaban altas posiciones en el mundo de la cultura y se premiaban entre sí. Había un cronograma de premios y premiados. El escándalo estallaba cuando se incumplía el compromiso. Sólo eran ellos. Sólo ellos publicaban. Sólo ese pequeño grupo montaba obras de teatro. Sus nombres eran siempre los mismos. ¿Alguna vez el cuerpo de escribidores pro imperio gringo denunciaron tales miserias humanas? El pueblo apenas miraba sorprendido en su extrema pobreza, miseria y analfabetismo, lo que ocurría. Por eso ganó el Comandante Chávez. Por eso se impuso el Proceso Revolucionario.
Hoy, en el mundo cultural venezolano, se perciben grandes cambios. Más de 40 millones de libros publicados en el país, y estos escribidores de oficio no los ven y menos los leen. Sólo en Mérida, en lo que va del año 2010, han visto luz desde Fundecem (dirección de Cultura del Estado): “Estampitas Merideñas”, de Rodríguez y Rojas; “Heroínas Merideñas de la Guerra de Independencia”, compilación de Belis Araque; “Cantos y Versos de la Guerra de Independencia”, de varios autores; “Teatro Breve. Para la primera y Segunda etapa de Educación Básica”, de Israel Ramírez; “Contra el Burocratismo”, de Ernesto “Che” Guevara; “Pinta y Juega”, obra para niños. “Vida y obra del general Juan Antonio Paredes Angulo”, de Rafael Ramón Santiago. Ya salió “Almenar”, Revista Cultural de Mérida. Estos escribidores de oficio ¿habrán leído alguna de estas publicaciones? Y está en preparación: “Los Fieles Difuntos: Ritos y Cuentos” de varios autores. Así como el “calendario Histórico-Cultural de Mérida” y “Relatos de Navidad”, de varios autores.
FUNDECEM, valga decir la Fundación para el Desarrollo Cultural del Estado Mérida, ente de la Gobernación Socialista de Mérida, tiene adscritas: La Banda Sinfónica del Estado, la Orquesta Típica Merideña, La Cantoría de Mérida, en sus ramas infantil, juvenil, de adultos y de la Tercera Edad. También, las Bandas “Don Emilio Muñoz”, de Tovar y la “Don Antonio Valero”, de La Mesa de Los Indios. Cada una tiene tareas a cumplir pautadas en una programación seria, responsable y elevada. ¿Sabrán los escribidores de oficio que la retreta había desaparecido de Mérida y que en la gestión cultural del gobernador Marcos Díaz Orellana fue recuperada? ¿Acaso los habremos visto en las tardes domingueras, a las 5 p/m, en la plaza Bolívar para escuchar interpretaciones de calidad elevada? O mejor aún, ¿habrán asistido a alguno de los conciertos que con regularidad la Orquesta Sinfónica del Estado Mérida realiza en la Sala “Gonzalo Picón Febres” del Centro Cultural “Tulio Febres Cordero”? Se habrán deleitado con alguno de estos conciertos quienes dicen que “la cultura en Mérida está en el subsuelo”. ¿Sabrán acaso que la Orquesta Típica Merideña es una de las mejores del país y que el pueblo reclama sus presentaciones de forma recurrente? ¿Estarán informados de los triunfos en encuentros corales internacionales y nacionales, de la Cantoría de Mérida? ¿Qué cada 15 días hay “Jueves de Trova Merideña” en la Casa Bosset? ¿Se conocerá de los esfuerzos que realiza el Gobierno Socialista del Estado por la recuperación del movimiento musical de Villancicos y Aguinaldos? ¿Habrán visto algunas de las presentaciones del Grupo de Danzas Estable de FUNDECEM y próximamente de su Grupo de Teatro?
Con respecto al Centro Cultural “Tulio Febres Cordero”, construido en los espacios del Mercado Principal, quemado en 1987, sus instalaciones parecieran haber sido hechas con odio, como expresión antiarmónica en relación con los patrones arquitectónicos tradicionales merideños. ¿Lo denunciaron en su momento los escribidores de oficio? Gran defensa de lo nuestro, ¿No? Dichos espacios albergan graves errores que tratamos de corregir. Por primera vez desde su construcción se reacondicionó y está en uso su tanque de agua, se montaron bombas hidroneumáticas, hay aire acondicionado en sus salas y se están recuperando sus alfombras y butacas, así como las partes de sus escenarios. Muy pronto se impermeabilizará su techo. Todo lo anterior bastante costoso. Lo mismo con el “Coliseo de Tovar”, recordemos que por encontrarse en situaciones óptimas de funcionamiento, de operatividad, se desarrollaron allí diversos eventos como el “VI Re-encuentro de Tovareños”, las Ferias de Tovar, las distintas exposiciones de artistas tovareños en el Museo, e igualmente es sede de numerosas organizaciones culturales, como la Orquesta Sinfónica Juvenil e Infantil. El Coliseo es un Centro Cultural con una programación cultural dinámica permanente que va a las comunidades más pobres. Se reacondicionó el “Museo de Los Andes”, en San Rafael del Páramo, así como el Centro Cultural de Zea, el Centro Cultural “Julio César Salas”, en el barrio Pueblo Nuevo.
La Política Cultural Fundamental que genera la Línea Maestra de Trabajo Cultural establecida por nuestro Gobernador Marcos Díaz Orellana es darle orgullo, valor a lo nuestro, a lo merideño. Dentro de esa línea se han recuperado importantes manifestaciones culturales. Se han desarrollado programas de inclusión. Incluso ha permitido recuperar obras en manos de particulares. Estamos indagando sobre otras, y se recuperó el Busto del Libertador, trabajo de Marcos León Mariño, el cual permaneció en El Pico Bolívar, desde el 19 de abril de 1951 hasta el 17 de diciembre de 2009. Dicha obra, emblemática para el merideño, estaba terriblemente deteriorada en el Pico, y hubimos de organizar un equipo de recuperación, se trajo a Mérida, se restauró y hoy se encuentra en el vestíbulo de la Gobernación del Estado, para admiración de propios y visitantes. Una réplica en bronce, realizada por un discípulo de Manuel de La Fuente, José Luis Aponte, se halla en la máxima altura de La Sierra Nevada.
El 22 de noviembre celebraremos y homenajearemos a nuestros músicos en su día. Habrá sorpresas. Para el 3 de diciembre está programado “Por un mundo de sueños”, evento que agrupa culturalmente a personas con discapacidad. Tendremos como invitado central a una personalidad extraordinaria, a una mente brillante, Italo Violo, destacado científico, inventor, que sin manos y piernas, con su boca y mente, investiga, escribe, pinta, dibuja y opera su computador. Igualmente, se realizaron numerosos talleres en diversos campos, entre ellos el de “La nueva Ética del Servidor Público”. Lo anterior es apenas parte mínima de lo programado y realizado en FUNDECEM, en la Fundación para el Desarrollo Cultural del Estado Mérida.
En suma, se trata de la aplicación de un nuevo paradigma de inclusión, una concepción de cultura que nace de las tres raíces del Proceso, que supera la simple presentación de obras artísticas en danza, teatro, música, artesanías, plástica, y su elaboración. Que sobrepasa la sociedad intelectualoide de cómplices que antes había sido privilegiada a cambio de su silencio y adhesión. Encierra una nueva manera de ver al otro, de percibir y realizar la sociedad, de modificar las condiciones socio-económicas del hombre y de relacionarse con la naturaleza, en ello va su flora y fauna. Ensayamos una manera de ir a las comunas, al Nuevo Poder Comunal. Por supuesto, para quienes se enquistan en corrientes antipopulares, golpistas, imperialistas y antidemocráticas, jamás verán estas realizaciones, ya que forman parte y están enlazadas con el Proceso Revolucionario Nacional, su enemigo estratégico, su enemigo ideológico y de clase. ¡Ah! Y sobre los medios televisivos privados, abría que preguntar a los escribidores de oficio ¿Qué han hecho y qué hacen ellos para combatir la promoción del oligarca (la estafa inmobiliaria), de la droga, del licor, de la prostitución, de los capos y sicarios, a través de la TV que tanto daño y degradación le han traído a Venezuela desde el punto de vista educativo, cultural y social?
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