Dos señoras, una de 50 y otra como de 60, calculo a pepa de ojo, esperan, igual que el suscrito, taxi para ir a casa después del comprar en el Central Madeirense, de Barcelona.
- Una bolsita de aceitunas por nueve bolívares. Compré dos. Están frescas y sabrosas. Lo que no pude comprar fue cambur. Están caros, y pensar que antes casi te lo regalaban. Y dijo la más joven:
“Lo que hay es que aprovechar cuando las cosas están baratas. No hace mucho yo con seis meses de cestaticket compré una nevera de 23 pies, un televisor de 32 pulgadas y un equipo de sonido”.
- Ya verás, dice la otra, cómo después que pase está hambrazón de precios caros todo vuelve a su normalidad. La plata volverá a alcanzar”.
- ¿Pero tú igual que yo estás convencida que todo ese lío es culpa de los que quieren tumbar a Maduro porque saben que voto a voto no le ganan?
- Claro que sí. Yo en eso estoy clarita. Tú no has visto en VTV ese bojote galpones llenos de comida y de remedios hasta los tequeteques que han sido encontrados por el Gobierno, por eso que llaman Precio justo”.
Las dos señoras, por lo maltratado de su piel y la indumentaria, me las imagino habitantes de cualquier barrio barcelonés. Presuposición que se acrecienta por el tono de hablar sencillo y la ausencia de floripondio. No obstante al encuadre imaginario sobre el estado social de las dos señoras, noto que están muy bien informadas.
- Mi país-dice la sesentona- es un tronco de país. Aquí aún se puede comer. Hay gente de otros países que se muere de hambre y de frío. Pero eso no lo dice la televisión, ni la radio ni la televisión. Y otros que son unos tronco de embusteros son los que anuncian los daños del clima. No dicen nada del cambio climático ni presentan los sacrificios que pasan esa gente por las nevadas y la crecida de los ríos. Solo sacan las carreteras y los carros.
¿Por qué no se meten con las cámaras de televisión monte adentro?
Y dijo la cuarentona: “Aquí en mi país no se ven tanto esas cosas gracias a Dios. ¿Te imaginas si los que gobernaron antes a nuestro país hubiesen sido buenos con el pueblo venezolano igual que es, ha sido y será Dios?
- ¡Ya fuéramos una potencia! Cómo decía Chávez.
En ese momento llegó el taxi y hube de marcharme a casa.