El Batallón Sin Nombre se solidariza con las familias del Consejo Campesino El Esfuerzo caserío Suruguapo en el estado Portuguesa, por los hechos ocasionados por burgueses terratenientes que todavía creen en la colonización de la sociedad; que a través de la represión armada, quieren despojar al campesinado de su trabajo y educación, quemando la escuela construida por los habitantes. En este sentido, el Batallón Sin Nombre denuncia este hecho como acto de guerra, de atrocidad; puesto que el producir y estudiar son derechos constitucionales y estas agresiones son parte del dominio institucional de la burguesía importadora del campo, que históricamente hace del latifundio su arma de explotación; por ello, llamamos y exigimos a las autoridades a tomar cartas sobre esta acción criminal en defensa de nuestra Ley de Tierras y la Constitución Nacional y de quienes verdaderamente producen en el campo y luchan ante el tráfico de alimentos; como son nuestros conuqueros y campesinos del país, son ellos quienes han salido a garantizar, lo que por siglos fue el alimento de nuestros ancestros; frutas, verduras, hortalizas. Exigimos la intervención inmediata del Gobernador del estado Rafael Calles, de la Fiscal del estado Amarilys Pérez, del Jefe de la Zona Educativa prof. Víctor Ramírez, del Presidente del Consejo Legislativo Antonio Vásquez, del Coordinador del Consejo Campesino Legislador Wilmer Colmenárez, de la Coordinadora de la Oficina Regional de Tierras (ORT) María Teresa Espinosa y de todas aquellas instituciones y organismos del Estado que les compete que así como son tan diligentes para reunirse en lujosos hoteles y ofrecerles a los empresarios facilidades para la exportación, deben ser diligentes para la protección de la agricultura campesina; que en todo caso es la que da la cara por el pueblo en la calle, en cada esquina, en los mercados populares, en los barrios, a lo largo y ancho de nuestro país; deben ser diligentes para la reconstrucción de la escuela, la protección de los cultivos y cárcel para los culpables que de antemano se conocen sus nombres y apellidos.
¡Comuna o nada! ¡La línea justa, es luchar hasta vencer!
