Barreto Sira ha sido un gobernador tan gris que poca gente sabe que es el gobernador del estado Anzoátegui, cuya falta de solidaridad se ha convertido en su principal característica. Lo hace con el pueblo, con sus compañeros de partido y amigos. Típico es el caso de la enemistad con el hijo del ex senador Otto Padrón Guevara a quien le pidió la renuncia en sus funciones como Secretario de Gobierno. No consideró para nada el padrinazgo que le dio toda la vida desde que se inicio en la actividad política, basta con ir a Cantaura para enterarse quien era Barreto Sira antes de ser tocado por la "varita mágica" de Padrón Guevara. A Sergio Padrón, se le obliga a renunciar porque nunca quiso ser un adulante del gobernador, hecho que Barreto no perdona. Lo acusaban de ser espía del papá y de escenificar un falso enfrentamiento con Luis Carlos Padilla. Del sucesor cuentan que siempre fue un excelente comerciante, es más desde sus días de estudiante en la Universidad de Los Andes, en la ciudad de Mérida, donde se hizo famoso por la venta de perros calientes y algo más. Allá no participaba en elecciones estudiantiles mucho menos era activista ni dirigente político. Se graduó y vino a Puerto La Cruz a practicar la adulancia, entre otros lo hizo con el mismo Otto Padrón Guevara, Dennis Balza, David De Lima, y ahora con Barreto Sira. Por conveniencias estuvo en Acción Democrática, cuando no lo apoyaron formó su propia organización política, por supuesto no tuvo éxito al no saber nada de política, la única arma proselitista para conseguir votos era repartir dinero a manera de limosnas, cuentan que preparaba billetes de baja denominación doblándolos a su mínimo tamaño amarrándolos a la vez uno por uno con una liguita, metiéndoselos luego en los bolsillos de pantalón. De manera tal que cuando alguien le pedía una ayuda se metía la mano y sacaba el billete sin que el solicitante viera la cantidad que tenia. El nuevo Secretario de Gobierno convirtió la adulación en un arte, luego de precisar el objetivo llega a la residencia de las personas a primera hora de la mañana, haciéndose antes amigo del personal cercano, le lleva el desayuno o se lo prepara allá mismo esperando que se despierte para servírselo comentándole las noticias y chismes del día. Pero tiene dos fuertes competidores, uno es un señor que por su larga trayectoria en la antigua Asamblea Legislativa, aprendió a tratar a los dirigentes políticos, desarrollando una habilidad para meterse a los primeros mandatarios regionales en el bolsillo, ganándose la confianza sin limitaciones, en este caso aún más por tener un parentesco con Barreto Sira, y aprovechándose de la ausencia del gobernador, pues no va a la oficina, éste señor prácticamente es el gobernador en funciones. El ultimo es el abogado especializado en litigar terrenos y casos administrativos, muy amigo de otro señor de apellido Caballero. Es una especie de supervisor general para que las cosas anden bien desde el punto de vista legal, es el único preocupado por la acción social a plenitud, parece que convenció al Barreto Sira para financiar un cementerio de carácter popular con la visión de favorecer a personas de bajos recursos económicos.
