"Aquí estoy parado firme. Mándeme el pueblo, que yo sabré obedecer. Soldado soy del pueblo, ustedes son mi jefe."
Hugo Chávez
"…Muchas veces me ha provocado decirle a la gente que a este pueblo lo que le falta es palo."
Rafael Lacava
"Lo que hemos visto es que, en el momento que se da el paso hacia el neoliberalismo, uno se vuelve neoliberal del todo. No hay punto intermedio ideal, no hay tercera vía, sólo neoliberalismo puro y duro en este contexto de mercado ."
Max Keiser
La moderación es un arte fundamental y algo difícil, pero hay quienes definitivamente han renunciado a toda posibilidad de aprenderlo. "no se puede servir a dos amos" dice el proverbio, y es que resulta imposible moderarse cuando el único papel que se asume es el del perfecto jalamecates. Hace ya casi dos semanas Carabobo presenció un insólito, irracional y vergonzante frenesí de apologías, encomios y panegíricos dirigidos por los personeros de la estructura política regional hacia la persona del gobernador Rafael Lacava, todo a raíz de algunas opiniones emitidas por la ciudadanía en las redes sociales y Aporrea. La euforia lacavista no trascendió de lo institucional pues acto seguido el aludido se pintorreó de rojo para presidir un acto del partido donde las bases brillaron por su ausencia. Era más que comprensible, en aquella semana tragicómica, el afán de muchos por figurar, por ser "más Lacava que Lacava". Pero es tremenda mi sorpresa al comprobar que la fiebre sigue, que se sigue jalando el mecate a riesgo de romperlo, como creo que ha iniciado a pasar.
En los laboratorios lacavistas se destiló un artículo titulado "¿Es Lacava Neoliberal?" que pretende ser un "Neoliberalismo para principiantes", que "iluminaría" a quienes supuestamente se equivocan al calificar a Lacava y sus políticas como neoliberales. Pero lo cierto es que su contenido demuestra que sus autores en vez ponerse a escribir deberían más bien leer algún libro de "Neoliberalismo para dummies (tontos)". Pero dejemos los perfiles psiquiátricos y veamos las perlas que nos traen de Transilvania.
Primeramente asistimos al descubrimiento del agua tibia cuando nos informan que el neoliberalismo es una corriente capitalista y deducen con genialidad de Sherlock Holmes que "…el ataque refiere a señalar a Lacava como Capitalista más allá que ha sido militante en las ideas de Chávez desde hace muchos años y ha sido electo a cargos por medio del Partido Socialista Unido de Venezuela." Primero está esta idea que el uso de la tarjeta electoral del PSUV confiere algún estatus revolucionario especial, pero ¿No fueron electos por esa tarjeta Henry Falcón, Isea y otros actuales traidores? ¿Entonces el actual presidente de la AN, Luis Parra, electo con votos de diputados del PSUV, debería ser jefe de la bancada chavista y pertenecer a la dirección del partido? ¿El PSUV es sólo una tarjeta electoral para que su directiva regional la constituya el último candidato y su comando de campaña? Una postulación por el PSUV no es ningún favor por el que los militantes debamos dar las gracias, ni mucho menos un cheque en blanco, es el resultado del compromiso del pueblo con el programa chavista revolucionario, que incluye controles fuertes a la economía y la salvaguarda de los derechos y calidad de vida del pueblo, cosas que brillan por su ausencia en Carabobo.
Y segundo ¿militante en las ideas de Chávez?, pero si inmediatamente nos dicen "…lo cual Lacava ha referido abiertamente su postura de creer en el libre mercado…" ¿Entonces? ¿Eres mono o eres araña? Lo más cómico del caso es que la creencia y apego de Lacava por el libre mercado es por si sólo prueba única y más que suficiente de que "…por lo cual esas ideas no son postura o postulados únicos de esa escuela económica neoliberal…" ¿El señor gobernador decide lo que es y no es revolucionario por el sólo hecho de ser electo mediante la tarjeta PSUV por un pueblo que esperaba la aplicación de un programa de mano dura contra el libre mercado (bragas para los especuladores, Carro e` Dracula, etc.) que nunca llegó?
Así como el que no sabe pelear siempre busca a alguien más fuerte que luche por él, así los autores del mencionado panfleto nos lanzan nada más y nada menos que las experiencias china, vietnamita y cubana (añadido novedoso) para lanzarnos en cara la viabilidad "socialista" y "marxista" del "el impulso de la economía de la mano con el sector privado". Mucho se pudiera discutir acerca de los efectos de la acumulación capitalista en dichas sociedades, restableciendo las diferencias de clases donde otras generaciones intentaron extirparlas. En lo particular me cuesta comprender como el desarrollo de la explotación de plusvalía y de la ideología mercantil que propaga, terminará, de manera automática, dando lugar a una igualitaria sociedad de productores cultos libres y asociados. Pero lo que si podemos adelantar son las realidades que este marxismo de "todo a mil" nos oculta.
1-Todas estas experiencias insisten, aunque sea en el papel, en el control político del partido comunista, la educación política de los trabajadores y la sujeción de los desarrollos capitalistas a un plan económico. Aquí no vemos nada de eso. El partido regional es desdibujado, con Chávez incluido, por un dirección abiertamente despolitizadora, en la cual prela el marketing por sobre la política. Toda posibilidad de planificación es negada de tajo cuando se declaran las bondades del "libre mercado".
2-El establecimiento de grandes zonas industriales en china hubiera sido imposible si el sistema de la Comuna rural china no hubiera acabado con la hambruna y la Revolución Cultural Proletaria no hubiera unificado estudio y trabajo creando una inmensa cantera de cuadros industriales. En Carabobo solo vemos la anarquía del mercado subir los precios a la estratosfera mientras los bodegones y el "food truck" constituyen el nuevo ideal de empresa del ensueño capitalista lacavista.
3-El auge agrícola y comercial de Vietnam se debe al uso planificado y agroecológico de la tierra por parte de cooperativa agrícolas y el pequeño campesinado, los mismos que en Carabobo son amenazados de expulsión a favor del "productor" latifundista" (revisemos el caso de Goaigoaza nada más). Igualmente ¿hubiera sido posible todo eso sin los más de 30 años de comunismo de guerra del pueblo vietnamita en armas contra el imperialismo? ¿Qué son las sanciones unilaterales comparados al napalm y el agente naranja?
4-La inclusión de Cuba en el listado es deshonesta y maliciosa. En la isla se vive aún un debate sobre las formas de la nueva economía. Lo cierto es que las reformas emprendidas han girado en torno al cuentapropista, al pequeño propietario que en la mayoría de los casos trabaja junto a su familia en su negocio o unidad de producción, no del capitalista ni de las transnacionales que en todo caso son sujetos a fuetes restricciones. Todo esto sin la más mínima intención en ceder en la planificación central de la economía para la satisfacción de necesidades sociales. En Carabobo lo que presenciamos, de la mano del despido masivo de trabajadores, es el empoderamiento total de la burguesía transnacional y de las elites empresariales pre o post-revolucionarias, que destruyen puestos de empleo y acentúan la dependencia.
Dejando de lado las dudas más que razonables sobre el destino de procesos que pasan de basarse en el trabajo a retomar el metabolismo inhumano capitalista, lo que vemos es que aquí ni siquiera se apuesta honestamente por esa vía de desarrollo capitalista de un plan de liberación nacional. Se nos quiere deslumbrar con el socialismo de mercado para traernos la caricatura del neoliberalismo dependiente.
Luego nos insisten que al contrario de los neoliberales la actual gestión de la gobernación no ha cedido ningún espacio al capital privado, y como ejemplo nos señalan los casos de Gas Drácula y el matadero de Güigüe, admitiendo de inmediato que esta última es ya una empresa de capital mixto. Los autores insisten en que no son economistas, se les olvido decir que tampoco son lógicos ni coherentes, pues para ellos dos empresas públicas bajo la dirección de capitales privados son la prueba de que "no se ha cedido" al empresariado, supongo que es un recurso de suprema ironía que devela algún descontento subterráneo, de otro modo no se entiende tal bipolaridad. Pero consideremos los dos casos. De Gas Drácula ya se ha dicho hasta el cansancio que, luego de un traslado ilegal y con desmejoras laborales de los trabajadores de PDVSA gas y sin penalizar las supuesta corrupción que impulsó la intervención, un recurso que nos pertenece a todos los venezolanos como pueblo soberano según la constitución, y que ha venido a ser una necesidad básica para un mínimo de calidad de vida en el país, se monopoliza en manos de una empresa privada, que tras movilizar los mismos vehículos que la corrupción mantenía paralizados en PDVSA impone un precio en dólares mientras la infraestructura gasifica nacional sigue en su curso de colisión con el colapso. En cuanto al matadero de Güigüe la cosa no es muy diferente, un privado toma el control y uso de las instalaciones publicas erigiéndose en intermediario entre el matadero y los productores usuarios. En ningún momento la intervención del privado ha significado un flujo superior de carne ni se ha presionado, por los mecanismo de oferta-demanda que se suponían inspiraban la acción de privatización, a la baja de los precios de los productos cárnicos en la entidad carabobeña. El flujo actual del matadero ha sido el mismo que muy bien el estado pudo haber atendido; no ha habido más producción, sólo más intermediación y la consiguiente subida de precios.
¿Cuál es el centro de este tipo de políticas? Pues tomar los recursos y espacios públicos y monetarizarlos, en dólares oviamente, de modo que una camarilla de socios-listos cuente con una opción cómoda para salvaguardar la tasas de ganancias de sus múltiples negocios. Todo esto incluye, cuando no, que la finalidad de los recursos públicos intervenidos pase del interés social (alimentación, disponibilidad de combustible) al mero afán de lucro. Es una política que ante el acoso y el bloqueo imperialista sacrifica al pueblo en pos de salvar los abultados bolsillos del mantuano eterno, rojo rojito o del color que sea. De aquí que sena extremadamente acertadas las siguientes palabras que se le escapan a estas malas consciencias: "Ser llamado ‘neoliberal’ es ser condenado a estar ‘contra los pobres’, a ser ‘apologista de los ricos’ y un defensor de políticas económicas dirigidas a generar una mayor desigualdad de ingresos. ". ¿Y qué constituye todo lo que hemos visto y que nuestros letrados lacavistas han admitido? ¿Tenemos que recordar momentos celebres como los del "palo para este pueblo"? ¿Toda esta intervención privada en bienes y espacios públicos para asegurar ganancias a quien no invierte y pecharle nuevos costos al ya exiguo salario mínimo no es la quintaesencia de una política económica dirigida a generar una mayor desigualdad de ingresos?
Pero nada de eso no importa, lo único que mueve es: "…que salta a la vista que el uso del término contra Lacava tiene una intencionalidad y más en un año electoral…"confesión de parte de que el interés de estos personajes por el PSUV no se trata ni de las ideas, ni de los principios, solamente de la tarjeta electoral que les permita acceder a un añadido de plusvalía política que asegure hegemónicamente el negocio redondo de la privatización.
Como guinda de la torta, y por pura obligación se concluye con una frase de Chávez, del Chávez de sus inicios que hoy se nos quiere imponer como un dogma obviando todo su profundo, permanente y critico recorrido. Sin embargo esta es la única parte del escrito provista de sentido y honestidad.
"Contra el dogma del mercado, que pretende convertirlo en Dios, que no arregla sociedades, ni hace repúblicas, ni impulsa el desarrollo colectivo, ya que el mercado se basa en el individualismo que ha llevado al mundo a que seamos unos salvajes luchando unos contra otros, contra ese dogma no podemos responder nosotros con otro dogma, no podemos proponer el extremo del Estado. No saquemos más dogmas, inventemos modelos propios, la mano invisible del mercado con la mano visible del Estado y una combinación, un punto de equilibrio. Ellos son instrumentos para un fin último: el desarrollo del hombre, el desarrollo de la mujer, el desarrollo del niño, el desarrollo humano. Ese sí es el fin último, no el mercado por sí mismo, ni el Estado por sí mismo. Es el hombre, como decía Jesús, el alfa y el omega, el comienzo y el fin. A ese dogma neoliberal enfrentemos el hombre, la maravilla que es el ser humano. Más allá de ese binomio mercado Estado, está el ser humano".
La malsana intención de la cita es colocar a los adversarios de la privatización en el bando de la corrupción y de las "mafias", presentando solo dos caminos donde el avance del egoísmo capitalista es simplemente el menor de los males.
Pero Chávez es diáfano y preciso. Ni mercado ni estado, ni corruptos ni corruptores, negación de la privatización en sus dos caras, la empresarial y la burocrática, es la apuesta de Chávez. La vía es el ser humano, pero lo que nonos cuentan los pseudochavistas es que en su búsqueda creadora Chávez, inspirado en la participación popular logra despejar la "incógnita del hombre en libertad"; el ser humano por el que apuesta no es otra cosa que la Comuna como instrumento político, al fin descubierto, para la liberación del trabajo. Definitivamente, como veremos , el chavismo es imposible sin el acompañamiento de la crítica radical de Chávez, sin el seguimiento de su evolución en el tiempo que desemboca a la búsqueda de una ruptura total con el orden del capital. Después de un discurso como lo fue el "Golpe de Timón", salir con que se "cree" en el libre no es militar en chavismo alguno.