Experimentos humanos con los zulianos, igual que los nazis

Cuando parecía que no podía ponerse peor la cosa en la Tierra del Sol Amada, se escuchó aquel terrible zumbido que todavía hoy sobrecoge de espanto a las familias zulianas.

Al principio nadie supo exactamente de dónde procedía tal espanto y muchos corrieron desorientados con los brazos extendidos hacia el cielo ¡Ave María Purísima!! ¡Que el Diablo nos agarre confesados!, decían mientras andaban de un lado a otro afligidos por la inminencia de una nueva catástrofe unida al deficiente servicio de agua, internet y transporte.

Fue percibido como una longitud de onda que se sentía directamente en el estómago, como el estruendo de muchas aguas del que hablan las Sagradas Escrituras.

¡Es el BORRÓN y CUENTA NUEVA! ¡BORRÓN y CUENTA NUEVA! Comenzó a oírse por todos lados de la tierra marginada y sin un real.

Pasado el primer momento del susto, los zulianos comenzaron a protestar:

- ¡Pero si yo no tengo nevera ya! - dijo alguien

- ¡Yo tampoco tengo aires acondicionados!.. se los llevaron los bajones - protestó otro ciudadano.

- ¡Eso viene de Caracas! están haciendo experimentos humanos con nosotros

- ¡Con qué salario mínimo vamos a pagar esos 47 dólares!.. si nos estamos muriendo de hambre¡eliminen el INSTRUCTIVO ONAPRE

  ¡Que nos paguen los aparatos dañados!

  ¡Yo no voy a pagar un coño! Gritó alguien desde algún remoto lugar del Estado Zulia… ¡Hasta cuando racionamiento y apagones!

  ¡Se lo vamos a cobrar en las elecciones!

Así ocurrió aquel infausto día en que una onda sonora, proveniente de Caracas, recorrió la geografía zuliana anunciando una nueva calamidad para sus ciudadanos.



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Oscar Henrrique Fuenmayor Quintero

Licenciado en Educación, mención Matemática y Física, Universidad del Zulia.

 oscar.fmyor@gmail.com

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