Desde ayer
estamos gratamente complacido por la visita a Ciudad Guayana del quien
fuera hasta hace poco el numero dos del Partido Socialista Unido de
Venezuela. Lo que dijo en sus opiniones, entrevistas a los medios e
intervención en el acto protocolar para recibir las llaves de la ciudad
de las manos de nuestro Alcalde Socialista, comportan un cúmulo de
conocimiento y experiencias que nos sirve de guía para nuestro propósito
fundamental de crear la PATRIA SOCIALISTA.
Demostrando
sus grandes dotes de pedagogo nos ilustro y con las palabras necesarias
nos explico la razón por la cual en un estado socialista los sindicatos
no tienen razón de ser. Dijo, entre otras cosas: “El sindicato en
la sociedad socialista pierde razón de ser porque los trabajadores,
llamados a manejar las empresas, no pueden combatirse a ellos mismo…”;
por supuesto que esta declaración tan simple, de esencia socialista,
es de esperarse que no estará exento de las criticas necesarias de
los agremiados y sindicalizados tanto de la oposición como de los afectos
al Gobierno.
Nos refirió
la necesidad de formular, crear y poner en practica las herramientas
para darle mas poder al pueblo, consolidando los CONSEJOS COMUNALES
en COMUNAS SOCIALISTAS para ir deslastrándonos de la cultura capitalista
que nos oprime desde los tiempos de la colonia. Dijo al respecto: “Nuestro
norte es desmantelar todo indicio de opresión impuesto por el capitalismo
que no es mas que posicionarnos de los medios de producción y lo mas
importante, crear nuestro propio imaginario e intelecto cultural”.
Nos recreo, demostrando su apacible jovialidad, con una anécdota donde relata que en los inicio de su carrera militar, en el año 1.955, fue designado prefecto de San Felix y tuvo la suerte de tener una novia Guayanesa, a la sazón, empleada de la Orinoco Mining, compañía EE.UU extractora de mineral de hierro para la época hoy llamada CVG Ferrominera Orinoco, y que probablemente no se radico acá por haber evitado comer sapoara.
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