El Comandante Presidente en días pasados le dio una buena arenga a Gobernadores y Alcaldes que se encontraban presentes como delegados electos en el Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela, en esta llamada de atención, muy oportuna como todo lo que hace el Comandante, les mandó a regresar a sus regiones y ocuparse de los problemas que existen en cada una de ellas y que, por lo menos, en el estado Anzoátegui son muchos, no todos, por supuesto, responsabilidad de Alcaldes o Gobernadores.
La reacción de los nombrados funcionarios fue, en mi opinión, la más adecuada, en su gran mayoría si no todos, renunciaron a su condición de delegados al Congreso del PSUV.
Si aceptamos que el Congreso del PSUV tiene entre sus tareas, aparte de las fundamentales desde el punto de vista ideológico respecto a la transformación de las políticas de gobierno hacia el socialismo, la denuncia y búsqueda de soluciones a problemas tan cotidianos como la inseguridad, la recolección de la basura, asfaltado de las calles, el alumbrado público, los semáforos, etc., no debe ser nada fácil para un funcionario de gobierno, cualquiera sea su rango, participar en las discusiones donde se planteen estos problemas sabiendo que en muchos casos la solución o por lo menos la búsqueda de ésta es su responsabilidad; tampoco debe ser fácil para los que no siendo funcionarios están identificados o son “fichas” de alguno de éstos, hacer una crítica constructiva y desinteresada que ayude en la solución de los referidos problemas si sabe que puede en un momento dado afectar al funcionario que lo “protege”, estando éste presente.
Si de verdad los representantes de los gobiernos locales, léase Gobernadores y Alcaldes, renuncian a su condición de delegados, estarán, además de respetar la disciplina partidista y acatando la solicitud hecha por el Líder Presidente, enmendando un error que en realidad debió haberse evitado si dentro de las condiciones para ser delegado al Congreso del PSUV se les hubiese prohibido la postulación.
Ahora bien, es buena la ocasión para que los delegados afronten sin ninguna atadura las responsabilidades que les han sido asignadas, repito, además de las ideológicas, la de la denuncia y búsqueda de solución a los problemas de los ciudadanos a fin de lograr una mejor calidad de vida.
Es la oportunidad para que los delegados del Estado Anzoátegui denuncien, analicen y busquen soluciones a problemas como:
En muchas avenidas y calles de Puerto La cruz y Barcelona las bombillas de los postes del alumbrado público, donde no están quemadas, permanecen encendidas de lunes a lunes las veinticuatro horas del día, si queremos combatir el derroche, debemos empezar por ahí, no creo que sea necesario ser un genio para hacer que las luces enciendan de noche y se apaguen de día.
El problema de recolección de basura no es sólo de inversión sino que es necesario que haya coordinación entre las diferentes alcaldías que forman el área metropolitana y que se acaben las peleas entre los Alcaldes porque uno echa la basura en jurisdicción de otro o viceversa.
En semaforización de las calles y avenidas se ha hecho una inversión multimillonaria, sin embargo, en muchos casos ya los semáforos no funcionan o están muy mal programados, el desconocimiento en esta materia de las empresas encargadas de la instalación y mantenimiento de los equipos es evidente.
Para los bacheos o asfaltado de las calles el asfalto que se usa es de tan mala calidad que, sin necesidad de que llueva, se deteriora en menos de un mes.
Busquemos solución al problema de los auto-lavados ambulantes en las calles, no es posible la proliferación cada vez más de éstos.
Busquemos solución a la circulación de aguas servidas y muchas veces potable por las calles. Barrio Sucre, Los tronconales, Nueva Barcelona son el más vivo ejemplo de la desidia de HIDROCARIBE y de las Alcaldías en cuanto al tratamiento que se da a esta problemática, hay sitios en estas zonas residenciales donde los botes de agua datan de años, o sea, no es que se rompió una tubería y tiene una semana el bote, no señor, data de años.
Vigilemos la inversión que se hace en sembrar grama o árboles en las avenidas que ni siquiera llegan a ponerse verdes porque los siembran y jamás los riegan.
Compatriotas creo que es una buena oportunidad para que, aún sin ser funcionarios, se haga algo por nuestro estado.
salazargluis@hotmail.com