Hierbas y plantas contra la crisis mundial (I)

I.

Las hierbas y plantas medicinales han sido siempre la fuente de supervivencia y el arsenal terapéutico de la humanidad para enfrentar trastornos, enfermedades y epidemias.

En ellas están las sustancias químicas que tienen acción profiláctica y terapéutica. Sustancias que hoy en día, son sintetizadas en los mas modernos laboratorios para producir medicamentos.

Las hierbas y plantas medicinales son la materia prima de los medicamentos.

Su uso nunca ha perdido vigencia en sociedades milenarias como la Indú y China, tampoco en los pueblos aborígenes del mundo (en Venezuela contamos con 26 pueblos). Pero las hierbas y plantas medicinales han sido invisibilizadas, satanizadas y hasta prohibidas en el mundo occidental que vive bajo la dictadura del capitalismo, todo por razones comerciales y criminales.

Hasta el Renacimiento, la medicina y la botánica se ejercían con criterio de unidad, al correr del tiempo se especializaron y se separaron, manteniendo la complementariedad hasta finalizada la 2da Guerra Mundial del Capitalismo (1945), que se propició, desde Occidente, la gran rivalidad Medicina de hierbas y plantas (Medicina Natural) vs. Medicina de productos farmacéuticos (Medicina Alopática)

Sin embargo, para dolor de todos, hoy en día, las principales enfermedades que están matando a la población del mundo (cáncer, diabetes, hipertensión, obesidad) son incontrolables e irreversibles con los productos farmacéuticos, que a su vez producen dependencia y efectos adversos o secundarios en los pacientes. Por otra parte, está suficientemente demostrada la eficiencia de la Medicina Natural sobre estas anomalías, sin efectos secundarios sobre las personas tratadas.

Entonces se plantea enfrentar la crisis mundial de salud, con la unidad de todas las ciencias de la salud apoyándose en hierbas y plantas medicinales.

II.

Hipócrates, el padre de la medicina, fue uno de los grandes promotores del uso de las plantas para mantener la salud y elaboró un catálogo, el cual incluyó en su obra "Corpus Hippocraticum".

El Gran Paracelso desarrolló y lucho por la hipótesis que había que sacar de las plantas medicinales su "quinta esencia".

La India tiene su escuela, la ayurvédica, que está caracterizada en el libro sagrado "Rig Veda", un herbolario en el que se registran 800 especies de hierbas y plantas usadas con fines preventivos y curativos.

China tiene el herbolario "Pen Tsao" en el que se describen las propiedades curativas de las plantas, rocas y animales.

En Nuestra América, en el México antes de la invasión española se utilizaban sistemáticamente las plantas medicinales, muestra de ello son los grandes jardines como el Nezahualcóyotl en Texcoco y el Moctezuma II en Oaxtepec.

Los sacerdotes misioneros también escribieron sobre los elementos culturales de los aborígenes centroamericanos, y entre esos destaca el "Libro de las hierbas medicinales de los indios", escrito por Martin de la Cruz en 1552.

En lo que se refiere a los Andes de la America del Sur, el tema de las plantas medicinales está muy bien registrado en el libro "Comentarios reales de los Incas", de Garcilaso Inca de la Vega y en "Crónica del Perú", de Pedro Cieza de León.

En el caso de Venezuela, se hacen algunas menciones en "Historia de la conquista y población de la provincia de Venezuela", de José de Oviedo y Baños.

Una importante recopilación, la constituye el libro "La medicina tradicional venezolana" (2001), de Angelina Pollak-Eltz.

En Venezuela hay desde hace tiempos, una corriente por el despertar de la salud natural, que para nosotros se condensa en el libro "Herbolario Tropical", escrito por el maestro Keshava Bhat con orientación por la alimenticias y los fines medicinales.

Otro elemento de ese despertar venezolano, lo pone la revolución conducida por el Comandante Hugo Chávez, al incluir el Articulo 122 en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), el cual establece: "Los pueblos indígenas tienen derecho a una salud integral que considere sus prácticas y culturas. El Estado reconocerá su medicina tradicional y las terapias complementarias, con sujeción a principios bioéticos".

III.

Si alcanzamos comprender la utilidad de hierbas y plantas medicinales para nuestro organismo y para la salud pública, en primera instancia vamos a movilizarnos por su promoción y aceptación en los sistemas tanto de educación como de salud.

En lo doméstico y comunal, tenemos que adquirir un buen tratado de hierbas y plantas medicinales (Por ejemplo, Herbolario Tropical) y asumirlo al pie de la letra; así como preparar un jardín de salud en cada patio; un conuco medicinal en cada escuela y centro de salud; una botica verde en cada cuartel y universidad.



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Alexis Adarfio Marín


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