La posibilidad de producir células germinales en el laboratorio (a partir de las cuales se originan espermatozoides y óvulos) ha constituido un gran reto en el campo de la medicina reproductiva. El lograrlo permitiría tratar entre otros pacientes aquellos con problemas de fertilidad. Recientemente, investigadores japoneses lograron generar en el laboratorio células germinales a partir de un tipo de células madre de tipo embrionario, llamadas células pluripotentes inducidas (iPSC).
Para producir células germinales en el laboratorio se pueden usar células de la piel o de la sangre de una persona y luego mediante técnicas de laboratorio generar las iPSC (premio Noble de Medicina 2012). De estas iPSC se generarán las células germinales que darán origen a espermatozoides u óvulos (https://www.instagram.com/p/CFqMaJfsfMH/). Posteriormente, estas células germinales podrían ser trasplantadas en una persona.
Es importante informar que estos procedimientos de generación de células germinales en el laboratorio todavía están en fase experimental. Hasta el momento no se ha logrado que las células germinales producidas en el laboratorio adquieran una capacidad funcional normal
En los seres humanos la fecundación del óvulo por los espermatozoides da origen a nuevos individuos (https://www.instagram.com/p/CFqMaJfsfMH/). Tanto los ovocitos como los espermatozoides provienen de las llamadas células germinales, las cuales se originan en las primeras etapas de la vida durante la formación del embrión. Las células germinales primitivas formadas durante la vida embrionaria pasan por una serie de pasos muy complejos de maduración hasta generar espermatozoides y ovocitos.
Investigaciones desarrolladas entre 1960 y 1970 en el campo de medicina reproductiva lograron fertilizar óvulos con espermatozoides en el laboratorio (Premio Nobel de Medicina en el 2010). Estos avances llevaron a que en el año 1978 naciera el primer individuo mediante técnicas de fertilización in vitro. Hoy en día, se estima que más de 8 millones de niños han nacido usando esta tecnología.
Sin duda que la producción de células germinales en el laboratorio para generar espermatozoides y óvulos tendría un enorme impacto para el tratamiento de pacientes con problemas de fertilidad. Sin embargo, consideramos que todo este tipo de desarrollo debe estar bajo regulaciones en el campo de investigación reproductiva como en el bioético.