Este miércoles fuimos testigos, gracias a la televisora Telesur, del hecho más demagogo, sádico y cruel que un gobernante puede protagonizar cuando se trata de un máximo jefe de las fuerzas armadas de su país y este se encuentra inmerso hasta los dientes en dos guerras de ocupación y una encubierta a miles de kilómetros de casa. Con cara de angelito, el presidente de la primera potencia militar del mundo transmitió un mensaje cargado de simbolismo imperial.
Mientras sus drones o aviones de guerra no tripulados asesinan a diario a civiles paquistaníes y afganos, incentivando la violencia, Barack Obama, máximo jefe de estos asesinatos, se dirige a la nación para expresar su preocupación por “la violencia en Libia”, el país que fue bombardeado por aviones de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en 1986, en plena época ultraconservadora de Ronald Reagan, el actor escogido por el complejo militar-industrial-financiero-comunicacional para enfrentar el avance popular en el mundo.
Hay que tener bien dura la cara, como decimos por acá en el Caribe, y ser śadico para pedir algo que desde dentro no le apetece a su alma. ¿Cómo puede haber paz interna en Obama cuando más de 800 soldados de EEUU han perdido la vida en la maxima violencia que genera las guerras de agresión contra los pueblos de Afganistán, Paquistán e Iraq desde que recibió el polémico Premio Nobel de la Paz?.
Con qué moral convencerá a su pueblo de su honestidad respecto a lo que ocurre en Libia cuando todos los días promueve la violencia en esos países del Medio Oriente; apoya la violencia que lleva Israel contra el pueblo palestino; apoya la violencia que tratan de impulsar la contrarrevolución en Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Cuba, Bielorrusia, Siria, entre otros; respalda a los grupos violentos que actúan contra el pueblo de Irán; realiza maniobras militares con Corea del Sur provocadoras contra el pueblo heroico de Corea del Norte, dedicado a trabajar para salir de sus dificultades creadas precisamente desde la guerra de invasión estadounidense-coreana en los años 50; y apoya militar y financieramente a todos los gobiernos que sustentan su mandato sobre la violencia de la explotación capitalista.
Con qué moral Obama se dirige al mundo “preocupado” por la violencia en Libia si esa violencia posiblemente sea hija de sus Agencias injerencistas, como la USAID, las mismas que han promovido y financiado con miles de millones de dólares a grupos juveniles y empresas privadas, y a manera de soborno los incita por los diversos medios de comunicación occidentales y orientales a su servicio, a actuar ante “el dictador” Khadaffi.
¿Qué etica trata de mostrar el gobernante del imperio que avala, porque no lo ha criticado, el traslado de armas, municiones, drogas en un avión militar de su Comando Sur a un país pacifista como Argentina, sin realizar la declaración oficial correspondiente?. ¿No tendrá esto vinculación con lo revelado por Wikileaks sobre la preocupación del gobierno de Obama por conocer el mapa genético de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner? ¿Estarán acumulando recursos militares para una acción encubierta contra la democracia argentina?.
Obama se preocupa y se preocupa -según él- de otros mundos, cuando su mundo se le está derrumbando. El violento Wiscosin del este sólo es un signo ante las preocupaciones de los poderosos del oeste que cada día aumentan sus ansias de resolver sus problemas y aumentar sus ingresos sin que sigan afectándolos los intereses del complejo militar-industrial-financiero-comunicacional que exigió a Obama el presupuesto más alto de la historia bélica de los Estados Unidos de América.
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