Para quienes nacimos en Cuba, nos formamos en ese justo y
significativo proceso social de transformaciones y cambios durante más
de medio siglo de forma contínua, unica forma de enfrentar el férreo
bloqueo económico, financiero y comercial de los gobiernos y otros
poderes de Estados Unidos contra la Isla, y lo combatimos por su
crueldad genocida, y ahora también defendemos el proceso venezolano
por su justeza, legitimidad y dignidad humana, no tenemos otra opción
que denunciar a la opinión pública mundial cualquier mentira o amenaza
proferida contra nuestras Patrias por quienes ostentan el poder
imperial para asesinar y masacrar.
Cuando se cumplieron trece años de estar presos injustamente en
Estados Unidos cinco cubanos por defender la paz y la no violencia
contra su patria, el presidente Barack Obama en una demostración de
maligna ignorancia afirmó que no ha visto cambios en Cuba del “tipo de
cambios que nos gustaría ver” y abogó con cruel cinismo que “ha
llegado el momento de que el gobierno de Cuba acometa cambios”.
En realidad, los cambios que le gustaría ver al gobierno de
Obama-Clinton que no son del gusto del pueblo cubano ni de muchos
pueblos del mundo, nunca se producirán en Cuba porque ellos son de
naturaleza explotadora y capitalista y precisamente desde los años
sesenta el pueblo cubano ejerciendo su derecho a la autodeterminación
y plena libertad nacionalizó las industrias y empresas estadounidenses
adquiridas en los gobiernos de la seudorrepública donde campeaba la
corrupción político-administrativa y las principales decisiones en
todo el aparato estatal no las tomaban los apátridas gobernantes
cubanos sino el procónsul yanqui desde su cuartel diplomático.
Por ello es que Obama le abruma la historia y siempre recomienda
dejarla atrás para que no le obstaculice alcanzar sus verdaderos
objetivos en América Latina y el Caribe donde los intereses del
Complejo Militar-Financiero-Comunicacional que manda en EEUU girán en
torno a recuperar la hegemonía que gozaban en las décadas de las
dictaduras militares aliadas, las que se mantuvieron en el poder
basadas en el asesinato, la desaparición y la tortura. De ello hay
miles de evidencias y testimonios recogidos por las Abuelas de la
Plaza de Mayo, el movimiento antipinochetista chileno, el Frente
Amplio de Uruguay o por la presidenta de Brasil, Dilma Roussef, quien
sufrió en carne propia aquellos rigores dictatoriales. No es causal
que durante su visita a Chile, en marzo pasado, Obama recibió una
fuerte protesta al no querer dar disculpas a nombre de su país por los
fraternales lazos con el asesino y dictador Augusto Pinochet quien
masacró al pueblo chileno con el apoyo de la CIA estadounidense.
De esa calaña está al parecer hecho Obama quien por sacar a Muammar Al
Gaddafi del poder y mostrar su orgullo de planearlo y ejecutarlo,
favoreció el asesinato de 50 mil personas en Libia, miles de ellos
civiles a causa de los bombardeos de la OTAN, e impulsa los
enfrentamientos sangrientos en Siria con las sanciones acordadas
contra ese país árabe, y así Obama, con sus manos llenas de sangre,
aspira a hacer lo mismo en Cuba, según sus últimas declaraciones del
pasado lunes 12 de septiembre.
Pero, ni Cuba es Libia, ni la desunión es característica del pueblo
cubano, formado desde los mambises con el pensamiento del bolivariano
José Martí como brújula y no desde clanes aislados pensando en un
mundo utópico. El pueblo cubano está hecho de combatientes con una
sola Patria y no por tribus con desarraigo nacional. Es ese pueblo que
baila al ritmo de la conga y el son, monolítico culturalmente de
oriente a occidente; orientado y capacitado por su propio poder
organizado que le permitió hacer su propia Constitución en 1976,
tributo a la dignidad humana y a la victoria cubano-angolana de 1975
de sus aguerridos militares en África, a miles de millas con sus
aviones de combate contra el colonialismo y el apartheid que le abrió
una brecha al poder imperial en ese continente. ¿Percibe Obama a quien
está amenazando?
Y es aquí donde el sadismo de Obama brota con mayor fuerza. ¿Es lógica
su conducta como hombre afroamericano, hijo de padre kenyano, que
amenace y agreda a Cuba, país que continuamente es elogiado y admirado
por los pueblos y líderes africanos por sus aportes al desarrollo
integral de África?. Por supuesto, resulta lógica su conducta ya que
Obama es el instrumento de ese Complejo
Militar-Financiero-Comunicacional, aunque ello no lo justifica para
ser tan sádico y cínico.
Tampoco Obama es honesto cuando afirma que piensa “en los cambios
enormes que hemos visto en los últimos seis meses en Oriente Medio” y
concluye que “prácticamente no quedan países autoritarios comunistas
en el mundo y aquí está esta pequeña isla que es un retorno a los años
sesenta”. ¿De qué cambios habla Obama? ¿de los golpes militares a Ben
Alí y a Hosni Mubarak para abrirle el paso para la intervención armada
en Libia, con los ojos puestos en la vecina Argelia? ¿no le bastan
casi mil quinientos millones de almas, cinco veces la población de
EEUU, construyendo el socialismo desde Asia hasta América Latina, no
en los sesentas, sino en pleno siglo XXI? ¿por qué miente tanto y tan
seguido a la sociedad estadounidense sobre Cuba?¿por qué no la deja
viajar libremente a Cuba? ¿será que se pueden estimular con la
democracia cubana y constituirían un peligro para los monopolios
gobernantes en EEUU?.
Su conducta demuestra que Obama no siente ni el más mìnimo pesar por
esas miles de familia afectadas por los bombardeos de la OTAN contra
Libia, por esas miles de mujeres que quedaron sin esposos y miles de
hijos sin padres. ¿Podrá ese tipo de gobernante convencer al mundo de
los cambios que quiere para Cuba, el país que forma gratuitamente a
más de 20 mil médicos, incluidos estadounidenses, de más de 108 países
de tres continentes para salvar millones de vidas, y ofrece asistencia
técnica a más de cien países?¿qué cuento puede hacerle Obama a sus
hijas cuando ellas leen por internet las atrocidades que comete su
padre en el mundo o las que podría provocar en Cuba o en los propios
EEUU con una agresión a la Isla vecina?.
Este presidente “democráta” que está sucumbiendo políticamente ante
los arrogantes republicanos anticomunistas y belicistas se ha referido
a los supuestos “presos políticos” de Cuba, asalariados de la CIA, y a
que el gobierno cubano, popular por génesis, debe “dejar que la gente
diga lo que piensa”, menospreciando así la fortaleza de la democracia
socialista cubana donde cualquier ciudadano puede llegar a ser
parlamentario y dirigir su voz al mundo entero, a diferencia de EEUU
donde llegar al Congreso requiere ser millonario. Obama menosprecia
también el país caribeño y pequeño donde las medidas del gobierno
revolucionario para enfrentar la crisis financiera mundial y el alza
de los precios son tomadas previa discusión popular en todos los
rincones del país y debatidas publicamente, no como son tomadas y
decididas en EEUU, reunidos en una oficina con los grandes empresarios
y garantizándoles con creces sus ingresos perdidos basados en recortes
sociales, leyes antiinmigrantes, represión de protestas y sobornos o
chantajes contra líderes populares que despuntan en el devenir
político.
Así son los contrastes entre Cuba y EEUU, mister Obama, hablador de
paja y de falacias para esconder la cruda realidad de su otrora gran
potencia que tiene el record mundial en presos y en ciudadanos
encausados, y además cinco cubanos presos políticos por ser patriotas
y héroes, defendidos por 10 Premios Nobel y varios cientos de millones
de seres que por todo el mundo piden su liberación, en contraste con
el funcionario estadounidense al que se refiere Obama que viajó a Cuba
para socavar la soberanía y propiciar las condiciones para la
intervención armada extranjera y que ahora cumple una justa condena
por violar las leyes cubanas, a partir de recibir un trato y un juicio
justo, reconocido por su propio abogado.¿Cuántas personas en el mundo
abogan por Alan Gross? ¿Ya conoce cuántas movilizaciones, actos de
masas o programas televisivos y radiales se han hecho este 12 de
septiembre en más de 100 países exigiendo la liberación de los Cinco
Héroes?.
A pesar de ello, Obama, encerrado en su urna funeraria, porque ya es
un cadáver político, aboga sin argumentos creibles ante la realidad de
los hechos, porque “el señor Gross debería ser libre” aduciendo, en
contraposición al propio abogado de Gross, que “su condena no se basó
en pruebas o en el estado de derecho”, algo insólito también de creer
en un estadista que tiene las agallas de volver a mentir en su
alocución al afirmar que “hay una cuestión humanitaria debido a su
precario estado de salud”, arma usada ultimamente por todos los
violadores de las leyes para quedar en libertad.
Es un gran cinismo el de Obama abogar por algo que le ha irrespetado
durante sus años de gobierno a los Cinco Héroes cubanos, a quienes les
han violado sus derechos humanos y civiles reiteradamente durante 13
años, incluso algunos sin poder ver a sus hijos y familiares en todo
ese tiempo, precisamente algo que no ocurre con Gross en Cuba.
Sin dudas, el discurso de Obama es una demostración de la maldad
imperialista que recorre el mundo, chorreando sangre y muerte y
provocando penurias y saqueos de residencias, palacios y depósitos
bancarios, a diestra y siniestra, con banderas monárquicas del siglo
XVI y con maletas llenas de dólares sin respaldo, para sobornar
conciencias y destruir pueblos a nombre de la libertad.
¡Caramba....! Bolívar, Martí, Sandino, Juárez, O'Higgins, San Martín,
Morazán, Che.....¡como les falta por hacer en América!
(*) Profesor universitario y analista internacional.
Twitter: @ProfeWong
Email: wongmaestre@gmail.com