Existen sobrados indicios de que estamos en presencia de un plan, en pleno desarrollo, del Gobierno de los EEUU en combinación estrecha con la burguesía apátrida y fascista de Venezuela, para ir desestabilizándonos por fases; la guerra económica que estamos viviendo constituye una de las fases de dicho plan y, como quiera que, nuestro Gobierno, encabezado por Nicolás Maduro, ha actuado diligentemente y con gran acierto, podemos decir que esta fase, que representaba el núcleo central de todo el plan, ha fracasado, lo que debe alertarnos sobre futuros escenarios más contundentes por parte de nuestros enemigos: imperio+oposición apátrida y fascista; tenemos que recordar, que el objetivo teleológico del imperio es nuestro petróleo; todo lo demás, incluyendo la guerra económica, no son más que medios para lograr este fin último. Pensemos, entonces, que un fracaso en el logro de objetivos intermedios no significa que el imperio va a desistir de su empeño de ponerle la mano a nuestro petróleo, hay que tener presente que una de las características de éste es su obstinación en el logro de sus objetivos.
En consecuencia con lo anterior, y dada la premura de las elecciones municipales, la situación se torna complicada para el imperio en el logro de estos objetivos. Para efectos didácticos podemos establecer dos escenarios; a saber: el primero que correrá desde este momento hasta el 8D; y, el segundo a partir del 8D. En cuanto al primer escenario, al igual que para el segundo, debemos partir de una premisa, que el imperio jamás cesará o se detendrá en ejecutar los planes alternos que lo lleven al logro final, que no es otro, como ya hemos visto que hacerse con nuestros recursos energéticos. Volviendo al primer escenario, podemos inferir, que existe un marcado temor por parte de nuestros enemigos de no participar en las próximas elecciones del 8D porque saben que van a perder un gran número de Municipios, incluyendo los de las grades ciudades, lo que acabaría con esta perversa oposición cipaya del imperio, en consecuencia el poco margen de tiempo apara actuar los obliga a utilizar planes alternos sumamente violentos; veamos algunos de ellos.
PRIMERO: volver a las “guarimbas” y trancar las grandes ciudades, sobre todo cortar el flujo de alimentos, medicinas y gasolina hacia estas, con lo que crearían un gran caos interno.
SEGUNDO: incrementar las acciones de guerra de IV gen. y de guerra psicológica; esto significa, que todos los medios de comunicación bajo dominio de la oposición y todos los que utiliza el imperio para estos fines, que constituyen de hecho los instrumentos para divulgar estas acciones, van a actuar encadenados a la MUD para transmitir las instrucciones imperiales.
TERCERO: realizar marchas, donde se aseguren de que existan muertos, mismos estos que les serían achacados al Gobierno; dejando para las proximidades del 8D una gran marcha, como la que ejecutaron en abril del año 2.002, cuyo destino final sería el Palacio de Miraflores; que aunque no logre su objetivo, señalaría el paso para el próximo evento, el cual expongo a continuación.
CUARTO: utilizar, masivamente, a los paramilitares colombianos, aportados por Álvaro Uribe Velez, (ver el Plan Estratégico Venezolano, anunciado por Eva Golinger) ex presidente de Colombia, utilizando uniformes militares similares a los nuestros (recordemos al caso Daktary), para que una vez lograda la desestabilización interna, estos ataquen los objetivos ya señalados por el imperio; los cuales serían: ataque al Palacio de Miraflores, sede central del Gobierno; ataques a las bases militares; ataque a los servicios eléctricos, servicios de agua potable, refinerías, embalses, gasoductos, población civil, centrales de distribución de combustibles y otros. Estos ataques de paramilitares podrían ser apoyados por medios aéreos del imperio, que intentarían destruir nuestros puentes principales (sobre el Lago, y los dos sobre El Orinoco), a fin de incomunicar al País; atacarían, igualmente nuestros medios militares aéreos, terrestres y navales. No olvidemos que este fue el caso de Libia. Tampoco debemos olvidar que las siete bases militares del imperio en Colombia fueron creadas para ser utilizadas contra nosotros cuando fracasen las acciones de la guerra silenciosa que llevan a cabo en estos momentos contra Venezuela; igualmente las bases de Aruba, Curazao y Panamá fueron creadas para actuar contra nuestro País en éste escenario que estamos viviendo.
Nuestro Gobierno, especialmente los mandos militares deben estar alertas y desplegados, a partir de este momento, además sugiero, que nuestras tropas utilicen un distintivo común, para saber cuando los militares que nos ataquen, que de hecho están utilizando un uniforme similar al utilizado por la FANB (Fuerza Armada Nacional Bolivariana), no sean realmente los nuestros. Este distintivo debe, al igual que el “santo y seña”, ser cambiado todos los días y enviadas en señales codificadas a todos los mandos militares nuestros.
En relación al segundo escenario, que correría a partir del 8D, no sería otra cosa que el fracaso de lo actuado en el primer escenario; pero eso también está contemplado en los planes imperiales; sin embargo, como no existe la presión de unas elecciones a sucederse en una veintena de días, ellos no se precipitarían a actuar en forma atropellada, ya que disponen del tiempo suficiente para rehacer sus planes.
Chávez vive, la Patria sigue.