Balance y perspectiva del ALBA

La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América- Tratado Comercial de los Pueblos, ALBA-TCP, acaba de celebrar sus primeros diez (10) año como espacio de integración económica y unificación política de países de América Latina y el Caribe, celebrando sus significativos logros económicos, culturales y políticos de esa década con una Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno en la Habana que recibió en su seno a dos (2) Estados Insulares del Caribe Oriental: San Cristóbal y Nieves y Grenada; aumentando con ello su membresía y su fortaleza política en el escenario geopolítico de la región.

A diferencia de otros procesos de integración que se han desarrollado o se desarrollan en América Latina y el Caribe, el 14 de diciembre de 2014, en la ciudad de la Habana Cuba, el Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz y, el hoy Comandante Supremo de la Revolución Bolivariano Hugo Rafael Chávez Frías decidieron desafiar con sentido de hermandad patriótica y revolucionaria, al gobierno imperialista de los Estados Unidos de América, teniendo como objeto estratégico, derrotar el proyecto recolonizador impulsado desde Washington - con apoyo de la mayoría de las elites políticas y económicas de la región – con su proyectado Area de Libre Comercio de las Américas, ALCA, dirigido a borrar prácticamente del mapa del continente las fronteras de nuestros países para levantar, como el perverso Reino de España en el siglo XVI, un solo territorio, con un solo mercado bajo la hegemonía de las corporaciones estadounidense y de sus viejos aliados colonialistas europeos, con ejércitos policiales que guardaran sus intereses y la amenaza de sus tropas para reprimir cualquier tipo de sublevación soberanista y revolucionario de los pueblos dfe Nuestra América.

El ALBA-TCP no solo derrotó en la “Conferencia de las Américas”, celebrada en la ciudad de Mar del Plata, República Argentina, el proyecto de reconquista y colonización imperialista de todo su viejo “patio trasero”, como despectivamente califican a Nuestra América, sino que en su crecimiento y protagonismo político en la región y a nivel mundial, se fue convirtiendo en un factor político; más importante por sus iniciativas y su capacidad para sostener y cumplir sus propuestas de mejoramiento de la calidad y esperanza de vida de los pueblos integrados a ALBA, que por la dimensión territorial y poblacional de sus miembros; demostrando que la integración de los capitales y la integración de los comercios no pueden ser más importante que la integración de la voluntades solidarias y de hermandad para enfrentar y derrotar los serios problemas sociales y culturales sembrados en nuestra América por gobiernos y elites económicas subordinadas a los intereses y dictados de los gobiernos de los Estados Unidos y sus corporaciones financieras e industriales.

Tal visión estratégica, basada en las realidades real-concretas del desarrollo histórico y el momento que vive América Latina y el Caribe y el resto del mundo, hizo posible que a las dos corrientes revolucionarias de los bolivarianos y martianos de Chávez y Fidel, se fueran articulando las corrientes del sandinismo nicaragüense del otro Comandante Daniel Ortega Saavedra, el indigenismo socialista de Evo Morales, el republicanismo democrático de Rafael Correa y las corrientes soberanistas del laborismo caribeño de Ralph Gonsalves, Rossevelt Skerrit, Kenny Anthony, Denzil Douglas, Keith Mitchell y la experiencia revolucionaria del presidente de El Salvador, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional de El Salvador, Comandante Salvador Sánchez Cerén; constituyendo un tremendo espacio integracionista de cerca de tres millones de kilómetros cuadrados, 90 millones de habitantes y de 3 mil millones de dólares de Producto Interno Bruto, que se extiende por el Mar Caribe, el norte de la América del Sur y Centroamérica, sirviendo de base fundamental del impulso soberanista, integracionista, de desarrollo y Justicia Social de toda Nuestra América, en el que se respetan pluralidades ideológicas, diversidades culturales, particularidades sociales, asimetrías económicas y los intereses legítimos de cada uno de sus integrantes, sin tomar en cuenta las dimensiones territoriales, poblacionales y económicas de cada país.

A pesar de toda la conspiración política de la alianza imperialistas con sus socios subalternos de las elites de la mayoría de los países ALBA de América Latina para derrocar sus gobiernos democráticos y destruir sus economías, las fuerzas populares y revolucionarias civiles y militares de estos países, han sabido resistir, no sin pocas dificultades, tales agresiones y construir solidaridades políticas en la regiones y en el mundo que han permitido neutralizar los planes de los imperialistas norteamericanos, salvo la dolorosa derrota del derrocamiento de Presidente Manuel Zelaya, de la República de Hondura, cuyo liderazgo, con el apoyo de grandes masas del pueblo catracho, supo plantar cara a las bandas mafiosas de politiqueros y terratenientes que mantienen aún, el control de la tierra sagrada del General Morazán.

El crecimiento del ALBA-TCP viene siendo acompañado de importantes cambios en su direccional estratégica, al avanzar en el diseño y construcción de un espacio económico, solidario que articule de manera complementaria las economías de sus miembros, favoreciendo el intercambio comercial mediante el aprovechamiento de las ventajas comparativas de su oferta exportable y, junto a ello, la conexión de ese nuevo espacio, con los países de Petrocaribe, para desarrollar una Zona Económica ampliada de cooperación e integración que en principio tenga como objetivo fundamental favorecer a los sectores sociales más empobrecidos mediante programas de lucha contra el hambre y la pobreza, así como el mejoramiento del transporte aéreo, marítimo y terrestre, la infraestructura, la producción de alimentos, el flujo turístico y las capacidades socio-productivas de los pueblos.

El unánime apoyo al gobierno del Presidente Nicolás Maduro Moros ante la descarada aprobación del Senado de los Estados Unidos de América de una Ley injerencista y provocadora contra el pueblo de Venezuela y su Revolución Bolivariana y la ratificación del rechazo al Bloqueo contra la República de Cuba, sigue confirmando que el viejo “patio trasero” colonialista se ha transformado hoy en un frente patriótico en donde los pueblos de Tupac Katari, Bolívar, Petión, Martí, Morazán, Sandino, Farabundo Martí, Chatoye y tantos otros patriotas, se aceran en su decisión de enfrentar y derrotar al imperialismo y construir un futuro de Soberanía, Independencia, Paz, Democracia, Desarrollo y Justicia Social para todos los pueblos de Nuestra América.


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Yoel Pérez Marcano


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