Jamaica...sueño de Bolívar y Chávez

El Bicentenario de la Carta de Jamaica ha motivado variadas, profundas y necesarias reflexiones acerca de la realidad latinoamericana, que ayer como hoy, sigue siendo motivación para los millones de hermanos de la patria grande que históricamente han conformado el ejército de fracasados, engañados, frustrados y victoriosos.

Hablamos de una latinoamérica históricamente sometida, saqueada y gobernada por intereses perversos y explotadores. Expoliada por los mismos que hace quinientos años, ante la admiración y sorpresa se frotaron las manos ante tanta belleza y riqueza. Los mismos que convirtieron la afirmación genuina de “tierra de gracia” en la inmediata posibilidad, convertida en siglos, de arrasar, no solamente con la riqueza, también con los miles de compatriotas que fueron sometidos, asesinados y descuartizados, como efectivamente ordenan hoy los desesperados de poder. Que al fin de cuentas los guía y obnubila el mismo propósito de ayer.

De manera que esta conmemoración del visionario documento escrito por nuestro Libertador Simón Bolívar el 6 de setiembre de 1815, lo convierte el gobierno Bolivariano y pueblo de la nuestrAmérica en advertencia y motivo para reafirmarle a los imperios y sus secuaces que efectivamente Bolívar vive y la Patria sigue en armas contra invasores, entreguistas, traidores y vendepatria.

Este recordatorio del documento conocido como la Carta de Jamaica, que nuestro Libertador escribió bajo el título de “Contestación de un americano meridional a un caballero de esta isla” (Henry Cullen), nos ubica doscientos años después en una América de lucha por objetivos e interese ancestrales.

Es la historia de pueblos engañados por la felonía de gobernantes desalmados. La que han escrito con sangre los millones que a pie siguen soñando y construyendo patria. Los mismos que hoy cabalgan con Bolívar y toda la legión de valientes guerreros.

Espada libertaria empuñada por Chávez para darle continuidad al sueño integracionista y unionista que pugna ante el imperio advertido por Bolívar para plagar a los pueblos de miseria en nombre de la libertad.

Doscientos años después esta América, diversa y plural, que nuestro Libertador prefiguraba como potencia, asume el reto de fidelidad y lealtad a ser genuinos y soberanos. Propósito sembrado en lo más profundo del alma de nuestros pueblos por la rebeldía y la irreverencia de quienes para nosotros nunca vacilaron ni vacilan ante la adversidad imperial.

De manera que hablar hoy de la Carta de Jamaica es hablar de Chávez, Fidel, el Che, Sandino, Zapata, Correa, Daniel Ortega, Evo y los millones que con ellos andamos.

Hablar de la Carta de Jamaica y el sueño de nuestro Libertador es también decir que doscientos años después surgió desde las entrañas de su pueblo un hombre que lo hizo sonreir y poner las piedras fundamentales para darle fuerza a la unidad de América. Hablamos de UNASUR, CELAD, ALBA y Petrocaribe como aportes para seguir siendo rebeldes y voctoriosos.



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Juan Azócar


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