Colombia y el incidente aereo como pretexto

Parece ser que los gobernantes de la República de Colombia ante las fundadas y motivadas denuncias de l.os gobiernos bolivarianos del Comandante Eterno Hugo Chavez Fria (QEPD) y del actual Presidente Nicolas Maduro Moros sobre le incumplimiento de las obligaciones del Estado Colombiano de garantizar el cumplimiento de la ley en la parte que le corresponde de la frontera entre ambos países, pretenden mantener una actitud dolosamente omisiva  y politicamente provocadora,  con el fin de favorecer las aspiraciones electorales de la alicaida oposición golpista venezolana y seguir beneficiando el sector criminjal de su economía interna   controlada por los grupos narco-paramilitares y de delincuencia social, dedicados al contrabando  de extracción de alimentos, medicinas y combustibles subsidiados por el gobierno venezolano y la continuación del trasiego de cargamentos aéreos, terrestres y marítimos hacia Venezuela.
 
No de otra manera puede explicarse que, después de la vergonsoza derrota diplomática por Colombia  en el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos, OEA, que rechazó su petición de convocar una reunion extraordinaria de Cancilleres para examinar la inverosimil “crisis humanitarian” en la frontera colombo-venezolana y, verse obligada – después de rechazarla y pretender condicionarla – a reunirse en el seno de la Unión de Naciones de Suramérica, UNASUR, para organizar una reunion bilatreral entre los Presidentes Juan Manuel Santos y Nicolás Maduro Moros; los servicios de inteligencia antivenezolanos de Colombia se han inventado una supuesta incursion de un presunto avión militar venezolan en el territorio nororiental de Colombia,  para “sacarse de la manga” una Nota de Protesta contra el gobierno venezolano y pretender sabotear una reunion pactada por las Cancilleras Delcy Rodriguez y Marisa Holguin en su reunion del pasado sábado en Quito, República de Ecuador, y con ello seguir extendiendo, como “culebron telenovelero”,  la campaña de calumnias  contra la República Bolivariana de Venezuela, en un intento de seguir propiciando tensiones bilaterales que puedan favorecer a la oposición golpista venezolana en el presente escenario pre-electoral y pretender alcanzar concesiones políticas y especialmente económicas de la Parte Venezolana que les permita mantener las cuantiosas ganancias de la Economia Criminal que opera en lado colombiano de la frontera comun, con la complicidad legal e institucional del gopbierno colombiano.
 
Es tan ridiculo el nuevo pretexto del gobierno del Presidente Santos para tratar de provocar al gobierno del Presidente Nicolás Maduro Moros y conseguir la suspension de la reunión bi-nacional de Presidentes  que, en el supuesto negado de que tal incidente aéreo hubiese sucedido, sería un asunto de mera rutina diplomaticas  y en el marco de los mecanismos de cooordinación que  vienen operando entre los mandos aéreos, marítimos  y terrestres de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y las Fuerzas Militares de Colombia, derivados de los acuerdos suscritos entre los Presidentes de ambos países.
 
Si se trata de “una seria violación del espacio aéreo colombiano”, como maliciosamente lo califica el gobierno santista, la ultraderecha uribista y la canalla mediática bogotana, la “sensibilidad diplomática” de la Casa de Nariño quedaría avergonzada, en el caso de que  el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela presentara una Nota de Protesta al gobierno de la República de Colombia cada vez que avionetas de las mafias narcotraficantes colombianas incursionan en el territorio venezolano procedente del vecino país para descargar sus cargamenrtos de drogas, sin que el muy avanzado Sistema satelital de radares de reaccion temprana y control del espacio aéreo colombiano  y los aviones espías de los Estados Unidos de América que barren las 24 horas todo el territorio colombiano,  los hayan detectado,  sus aviones de última generación los obligaran a aterrizar en su territorio o los abatieran en pleno vuelo porque, aunqwue no se trata de actos cometidos por agentes del Estado Colombiano, si son consecuencias de omisiones a sus obligaciones de impeder tales incursions ilegales y dañosas en nuestro territorio.
 
Es evidente que el recurso del “incidente aéreo” es un nuevo,  ridículo y chapucero instrumento de los laboratorios de presiones diplomáticas de la Cancillería colombiana y el Palacio de Nariño,  ante su manifiesta incapacidad para responder a la crisis generada en la Economía Criminal de la frontera colombiana y las presiones que recibe de sectores como de los grupos  de la ultraderecha política y mediática santanderiana, dirigidas a intervenIr en la situación interna  venezolana – en fase pre-electoral – , manteniéndo la parte de la Guerra Económica que vienen desarrollando en su  nuevo intento de derrocar la Revolución Democrática, Pacífica y de Justicia Social que se desarrolla en Venezuela y cuyo ejemplo aterroriza a la oligarquía colombiana en sus planes de perpetuarse en el Poder luego de que se firmen los Acuerdos de Paz que, contra su la voluntad e interés,  se siguen construyendo en la ciudad de la Habana, República de Cuba.


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Yoel Pérez Marcano


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