Hay quienes quieren ignorar que estamos ante un lumpen imperialismo decadente y senil, capaz de hacer lo que hace unas horas intentó contra el Presidente Maduro y mucho más. Esperemos agresiones peores y crueles desgarradoras.
No ignoremos lo que hicieron en Afganistán, Irak, Libia, Honduras… y lo que están haciendo en Siria, Yemen, Palestina, Argentina, Paraguay, Brasil…
El coloniaje no perdona al bolivarianismo: la nueva independencia. No perdona que Chávez reiniciara la reciente oleada independentista con el rescate de la soberanía de Venezuela, apuntando a la soberanía de nuestra América;, país y Continente con inmensas riquezas naturales apetecidas por ese imperialismo voraz: petróleo, gas natural, minerales estratégicos, agua, biodiversidad…
Eso es lo que fundamentalmente está en juego en Venezuela y en el Continente: la disyuntiva entre recolonización imperialista y soberanía popular, nacional y continental.
Nada extraño es que los instrumentos de ese atentado criminal operen desde Bogotá y que Santos, uno de los presidentes más arrastrados y asesinos de la camada entreguista, esté metido en esos trajines.
No olvidemos que Colombia es el Israel de esta Zona.
Cierto que en Venezuela el proceso liberador iniciado por Chávez está ya plagado de muchas inconsecuencias, vacilaciones y deformaciones éticas-morales, y de no pocas vacilaciones y limitaciones ideológicas. De lacras y degradaciones de factura propia y de múltiples obstrucciones de factura imperial.
Lamentablemente, además, Maduro, su equipo y la dirección del PSUV, no se han atrevido a convocar a su pueblo para crear poder popular autónomo, abolir el capitalismo y profundizar los cambios más allá de la nueva Constituyente. Su socialismo sigue siendo sobretodo retórico y las derechas se nutren de esas inconsecuencias y deformaciones que han dejado con vida el predominio del gran capital y su cultura, la burocracia ineficiente y los agentes políticos, sociales y mediáticos de una burguesía local y transnacional portadora de guerras económicas, contubernios, sabotajes, conspiraciones y campañas alienantes y violencia.
Cierto que la corrupción y un pésimo manejo de la economía han aumentado la vulnerabilidad de ese proceso. Pero lo esencial es que el chavismo, porque sigue siendo soberanía y sigue siendo mayoría en Venezuela (más aun luego de la Constituyente y las últimas elecciones), es uno de los blancos fundamentales de la ira imperial y de la ultra-derechista lacaya. De ahí la arremetida previsible, ahora con instintos magnicidas.
Al Movimiento Camañista-MC nadie lo desviará de la defensa de la soberanía venezolana y Continental.
Nadie lo hará hacerle el juego a la perversidad imperialista secundada por una derecha súper mafiosa y ultra-reaccionaria. Apostamos más bien a hacer revolución y socialismo de verdad, a profundizar los procesos.
Ninguna diferencia con el gobierno de Maduro y el PSUV nos conducirá a ayudar al fascista de TRUMP y sus halcones, al MOSSAD y a la CÍA y a sus alfiles colombianos, país que sirve de plataforma agresiva, sede a 7 bases militares del Pentágono.
Es difícil el cuadro. Es compleja la situación. Pero como el Che decimos: "al imperialismo ni un tantito así", prestos a acompañar al pueblo chavista antimperialista .
Ese es el enemigo principal y no hay de otra que enfrentarlo con valor. ! HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!
POR LA COORDINACIÓN NACIONAL