La guerra que hoy libra el Pueblo venezolano y los sectores progresistas del mundo libre contra el filibustero de la Casa Blanca, en mi modesta opinión entra en una nueva fase, que dará cierto respiro y permitirá consolidar algunas posiciones y desarrollar otras, sin dejar de ser una cruenta guerra y de causar víctimas.
En los últimos días, el presidente constitucional de la Republica Bolivariana de Venezuela Nicolás Maduro, junto a nuestros aliados, han movido el tablero del teatro de operaciones de forma magistral obteniendo importantes victorias en varios frentes que le permitirán mover fuerzas y recursos a diversos flancos. Vayamos exponiendo algunos aspectos y posiciones para fundamentar el jaque a Donald Trump, iniciemos por el aspecto internacional que condiciona todos los demás, para nadie es un secreto que de los 17 elementos que necesita el aparato industrial-militar del imperio, 15 están en Venezuela, ellos lo saben primero que nosotros, con su tecnología tienen escaneado todo el territorio nacional, hecho que no es nada nuevo, los EE.UU entraron a la II guerra mundial gracias al petróleo venezolano que saquearon durante cien años, sin el cual fuese sido imposible entrar en la confrontación, sin combustible no se mueve nada, si no pregúntenle a Adolf Hitler, que se lanzó ese cabezazo por el petróleo ruso y le costó la guerra.
Los recursos que necesita el aparato industrial militar yankees, están en Venezuela, en su patio, si logran apoderarse de tales bienes arrasaran con el planeta eso lo saben la Federación Rusa y China, lo ha analizado el vicepresidente de Bolivia Álvaro García Linera, Venezuela es el muro de contención de la agresión imperial contra el continente y todo el mundo. La geopolítica mundial apunta hacia la búsqueda de recursos naturales y sobre todo petróleo. La brutal y asesina guerra contra Yemen, que no tiene petróleo, pero tiene una posición estratégica en el mar rojo, lo hace gráfico, gracias la heroica acción de la resistencia y el ejército yemení, con el ataque a la refinería saudí, desestabilizo el mercado petrolero sacando del mercado al cincuenta por ciento (50%) de la producción de Arabia Saudita, un arfil del imperio para manipular los precios del petróleo, debilitando la capacidad imperial y asiendo que tenga que mover recursos para paliar la situación que no se resolverá hasta el próximo año, beneficiando la posición de Venezuela y la OPEP.
La setenta y dos Asamblea de las Naciones Unidas en New York, pretendió convertirse en un cadalso para justificar la agresión a Venezuela, las intervenciones del presidente Trump demolieron el derecho internacional parece fuera de lugar que un país tan pequeño como Venezuela ocupe tanto la atención del jerarca del imperio y nos amenace y vilipendie tan impunemente con el único fin de crear un piso político-legal que justifique la agresión.
Hecho que no salió según lo esperado, dado que el peón del presidente de Colombia Iván Duque hizo gala de tal torpeza y osadía al intentar engañar al pleno de la Asamblea, dejando muy mal parada a la Oligarquía Colombiana que se precia de culta y educada, bochorno para los anales de la historia, Duque no estuvo a la altura de la tarea encomendada.
La vicepresidenta de Venezuela doctora Delcy Rodriguez de forma magistral demolió todos los argumentos, tonto del jerarca del imperio como de su peón colombiano, presentando no solo pruebas gráficas perfectamente verificables, con sus respectivas coordenadas, lo que no dejo duda de sus argumentos y firmes posiciones, lo que genero múltiples manifestaciones de respaldo y salutación hacia Venezuela, sumado al trabajo del canciller Jorge Arreaza, Samuel Moncada y Jorge Valero, dando como resultante una rotunda victoria diplomática para la Revolución Bolivariana en la Asamblea de la ONU.
En un segundo frente internacional nuestro presidente Nicolás Maduro, se hace presente en la ciudad de Moscú capital de la Federación Rusa, contrario a lo esperado que viajaría a New York, consolidando relaciones y acuerdos ya contraídos y en ejecución para despecho y cólera del imperio y sus lacayos, refrendado con el arribo a Caracas de un avión con personal técnico-militar ruso, que no deja dudas de la posición de respaldo total del presidente Vladimir Putin a su homólogo venezolano y al proceso bolivariano.
Estas diversas jugadas y movimientos del teatro de operaciones diplomático y geopolítico, conforman una realidad inmediata que sumada a otros hechos como el impeachment iniciado por el Congreso Norteamericano contra Trump, que no tiene que concluir necesariamente en su destitución, modificando su campaña electoral y hasta complicándola, lo que desenfoca la obsesión hacia Venezuela. Otro hecho transversal que entra en el tablero es la resistencia de los Pueblos del mundo contra la agresión imperial y en concreto de los Pueblos de suramericanos como Argentina, Brasil, Perú y el heroico Ecuador (incluidos procesos electorales), el tablero cambia a favor de la justicia la paz y el proceso bolivariano.
Este jaque a Donald Trump, condiciona la política nacional y doméstica, el peón de "Juancito Rastrojo" se derrite solo, no es para dormirse en los laureles, se hace necesario sacar el mejor provecho de este aire fresco, para consolidar y arreciar la producción y pulverizar la corrupción en todos los niveles y formas, extirpar la especulación de alimentos y medicinas al unísono elevar los niveles políticos y organizativos de los sectores populares, la guerra está en pleno desarrollo, parafraseando al profe Walter Martínez, es jaque no es mate.