Haremos un breve análisis de lo que piensan hacer en Estados Unidos con nuestra empresa Citgo; pero como todo parece una comiquita, haremos luego un símil de este caso bochornoso, donde los actores principales son Guaidó y el gobierno norteamericano, con una serie cómica denominada “La Máscara”.
Como sabemos, el control de Citgo fue entregado por el Gobierno de Donald Trump a Juan Guidó y su equipo, en enero de 2019; donde esos delincuentes dilapidaron los recursos de la empresa para darse sus lujos, y hasta utilizar sus ingresos para intentar invadir el país, además pagar mercenarios para asesinar al presidente Maduro y otros miembros del gobierno nacional; amén de la gran vida que se han dado estos años.
Producto del mal manejo de esos recursos, la empresa está en vía de remate; ante esta situación, en pro del interés nacional, para defender los bienes y la propiedad de Citgo y preservar los intereses vitales y el patrimonio del pueblo venezolano; el gobierno y la oposición firmaron un acuerdo, en Barbados, para desplegar una estrategia conjunta en las negociaciones con los acreedores.
A todas estas, la Corte Distrital de Delaware fijó para el 22 de enero de este año, 2024, la primera ronda de subasta de Citgo y esto plantea un riesgo inminente de perder el activo más importante que Venezuela tiene en el exterior.
Como sabemos, la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos negó la solicitud de revisión de la sentencia de la Corte de Delaware en la que halló que el Gobierno interino de Juan Guaidó “usó los recursos de PDVSA para sus propios fines, permitiendo la emisión de más de US$ 19 millardos en órdenes de embargo sobre Citgo”.
No sabemos qué pasará; pero a simple vista se ve, que Trump siendo Presidente de USA, designó un presidente en Venezuela (Guaidó), y luego el gobierno de USA le dijo: “Payaso, tú no eres Presidente de nada, ahora Citgo es nuestra y la vamos a rematar”.
Esta situación no tiene parangón en el Derecho Público Internacional; por eso sería posible, si en definitiva rematan Citgo, que Venezuela u otro país reconozcan un ciudadano norteamericano como Presidente y le otorgue todos sus bienes en nuestra República, lo lleve a endeudarse y luego le quitamos los bienes; como se dice en el argot popular “lo que es bueno pal pavo, es bueno para la pava”.
Cabe en este último caso, la comparación con la “La máscara”; que es una película estadounidense de comedia y fantasía, protagonizada por Jim Carrey. La película inicia con un buzo que lleva a cabo actividades submarinas en la costa de la ciudad, ahí accidentalmente abre una caja de metal que lleva siglos en el fondo del mar, de este sale una máscara de madera y metal que flota y es llevada por la marea hacia la ciudad. Jim Carrey (Jim) es un torpe y tímido ejecutivo bancario fanático de las caricaturas quien es constantemente maltratado y humillado por los que le rodean: su jefe, su casera etc. Su inseparable amigo es su perro Milo.
Resulta que cuando Jim se pone la máscara se convierte en un tipo de payaso con poderes; en este caso podemos decir que Jim es Guidó y la máscara, como tal es el gobierno de USA, que le dice todo lo que debe hacer otorgándole grandes poderes y recursos.
Pero cuando a Jim se le olvida la máscara queda solo y sin ningún tipo de poder, como está Guidó actualmente; pero luego sale Milo (su perro), se pone la máscara y actúa con los mismos poderes; pareciera que en este caso, ante la defenestración de Guidó, aparece María Corina, como el fiel Milo, a sustituir al personaje.
Es posible que sea chistoso nuestro artículo, y a lo mejor da ganas de reír; pero ante este escenario de “La Máscara”, estamos los venezolanos.
Rogamos a Dios porque reine la cordura y se respete el Derecho Internacional y que todos en unidad, así como lo estamos haciendo con El Esequibo, salgamos a defender a Citgo.