Un momento, no se sienta sorprendido ni mucho menos ofendido, siempre debemos partir que lo que ocurre en las sociedades capitalista, absolutamente todo es parte de la filosofía del sistema, el desempleo, la desigualdad, la pobreza, la carrera armamentista, la guerra, la contaminación y destrucción del medio ambiente y la injusticia en general es parte muy natural de ese sistema.
Solo planteando su fracaso estamos cayendo en el campo de los reformistas, quienes alegan permanentemente la posibilidad de humanizar el capitalismo. Y vaya que nuestras filas no faltan quienes no dudan en plantear semejantes ofertas, en vez de ir a una confrontación directa contra ese sistema. En los recientes debates en la Asamblea Nacional no fue nada fácil incluir en el artículo 299 la palabra antiimperialista quedando de la siguiente manera: “El régimen socioeconómico de la República Bolivariana de Venezuela se fundamenta en los principios socialistas, antiimperialistas, humanistas, de cooperación, de eficiencia, de protección del ambiente y de solidaridad, a los fines de asegurar el desarrollo humano integral y una existencia digna y provechosa para la colectividad. El Estado, conjuntamente con la iniciativa comunitaria, social y personal, garantizará el desarrollo armónico de la economía nacional con el fin de generar fuentes de trabajo, alto valor agregado nacional, elevar la calidad de vida de la población, lograr la suprema felicidad social y fortalecer la soberanía económica del país, garantizando la solidez, dinamismo, sustentabilidad, permanencia y equidad del crecimiento de la economía, para lograr una justa distribución social de la riqueza mediante una planificación estratégica, democrática, participativa, política, económica y de consulta abierta”.
Sobraron las figuras quienes plantearon retirar esa propuesta, sencillamente la mantuve y tuvo el respaldo de la mayoría. En sí, la propuesta surge y eso lo expliqué claramente en la plenaria sobre la necesidad de diferenciarnos de los llamados socialistas social demócratas. Es mas, con el simple hecho de cristalizarse las condiciones objetivas, donde crecen las contradicciones tomando dimensiones extraordinarias en lo político y económico, conlleva a una mayor depuración de los socialistas antiimperialistas y una creciente conciencia popular respecto al nacimiento de un sistema socialista que se levanta sobre las cenizas del capitalismo.
En el Siglo XXI la mayor contradicción será entre el capitalismo y la necesidad de salvar el medio ambiente, es decir salvar el planeta tierra. La naturaleza del capitalismo arrastra el mundo a una inminente destrucción, este es otro elemento que sin duda alguna es quizás en los actuales momentos el mas latente, además estoy seguro que desarrollando una agresiva política mundial por el rescate del medio ambiente, dejaría el sistema capitalista en apretada situación ante la opinión pública mundial. Debe darse un mejor debate respecto a las consecuencias naturales del sistema capitalista, en lo económico, político, social, especialmente lo concerniente a la vida en nuestro planeta.
Otro elemento emblemático además de la ocupación de Irak y Afganistán entre otros, es el proyecto para la construcción del famoso muro aprobado por el Congreso norteamericano en la frontera con México, que es otro aspecto muy natural que suceda, porque del capitalismo no podemos esperar algo distinto pues ese es el capitalismo. En mi opinión, nuestra cancillería tiene entre sus manos una de las mas grandes verdades para contraatacar cualquier intento de descalificación contra nuestro sistema político en vía de la construcción de un mundo socialista antiimperialista, capaz de dar respuesta como proyecto alternativo al sistema capitalista.
Finalmente dejo claro mi posición crítica ante los señalamientos ciegos que se hacen contra la experiencia de la ex Unión Soviética, mas allá de hacer descalificaciones creo necesario hacer un análisis respecto la razones de fondo del retroceso temporal y los principales desvíos ocurridos desde la época de Stalin y hasta los años noventa. Yo adelantaría un elemento fundamental que contribuyó al retroceso por haber sido mas que limitado, secuestrado por la clase burocrática, y es el tema del poder popular y la participación popular en la toma de decisiones. Este elemento además como un punto de reflexión, podría ser uno de los mas sensibles a la hora de revisar tan gloriosa experiencia que servirá como una de las escuelas mas importantes, quizás para siempre, que no deberíamos desaprovechar los socialistas antiimperialistas en el mundo.
(*) Diputado a la Asamblea Nacional.