Al momento en que sean publicadas estas lineas, estará posesionándose o lo habrá hecho el flamante cuadragésimo cuarto Presidente Estadounidense Barack Hussein Obama. Uno supone que, con este acto, finaliza el criminal y sangriento régimen represor de las libertades y patrocinante de las guerras y golpes de estado que fue el gobierno del celebérrimo borracho y drogadicto de la Casa Blanca. Sabemos bien como empezó todo: con un gigantesco fraude electoral que no permitió en varios dias salir de la incógnita de saber quien había ganado. Luego la sangrienta y horrenda farsa del derrumbe controlado de las Torres Gemelas del "World Trade Center", con "secuestros" forjados de aviones y posibles asesinatos de viajantes aéreos, farsa a la que se adhirieron algunas de las señales de importantes cadenas que transmiten por servicios de suscripción televisiva, como es el caso de Discovery Channel. Esto dió inicio a la machacona insistencia en darle caza al fulano Osama Bin Laden, a quien parece que se tragaron las arenas de los desiertos de los países árabes y cuya culpabilidad en los atentados criminales ni siquiera ha sido probada, lo cual se puede demostrar visitando la página Web de los "más buscados" del temible FBI.
Ya sabemos el final: el derribo del terrible dictador Saddam Hussein y su reemplazo por otra dictadura aún peor sometida al yugo del "Imperio Equívoco", no sin antes arrasar a su paso con archivos y tesoros artísticos e históricos de la cultura Mesopotámica, que tantas cosas legó a la Humanidad entera. Y de paso, arrasar casas, arrasar vidas, como obligado tributo a la supuesta e inexistente presencia de armas de destrucción masiva, de las cuales Estados Unidos tiene grandes cantidades, como probara el cineasta estadounidense Michael Moore. Y no conforme con eso, el criminal que por el momento (o quizá para siempre) se marcha sin recibir más que un par de zapatazos en la cara como "beso de despedida" convirtió el superávit de Bill Clinton, en más miseria y más desempleo lo que ha originado las consecuencias que ya conocemos. Ése es el legado de uno de los hombres MÁS ODIADOS del mundo que por triquiñuelas de su todopoderosa familia llegó a la Casa Blanca.
Y ahora llega un Barack Hussein Obama, sobre quien existen aún muchas esperanzas y expectativas, quizá injustificadas. Cabe preguntarse: ¿Cambiarán realmente los métodos, las ideas, las órdenes?. No se debe olvidar que detrás de los Presidentes de Estados Unidos existe una élite extraña de mentes poco menos que inquisitoriales, que pretenden que las leyes del Mundo las dicte "la mano invisible del Mercado", el cual debe ser por lo tanto "el alfa y el omega" de la existencia humana. ¿Fue esta élite y no el criminal "Georgie" Bush la autora de tantas atrocidades?. Si es así, ¿no podría Bush tener algo de dignidad e impedir semejantes crímenes?. Un "NO" es la respuesta: cuando a la "élite" alguien NO le sirve como debe ser LO ELIMINA bajo cualquier pretexto...o sin pretexto. ¿Alguien ha olvidado el trágico fin de John Fitzgerald Kennedy?.
Entonces, aparecen los signos inevitables que invitan a despertar del engaño: la inclusión de una Hillary Clinton, favorecedora de la guerra criminal en Irak y pagada con el "oro y el moro" de las todopoderosas farmaceúticas y empresas de seguros para abortar el regreso de la "medicina social"; la presencia de un derechista y sionista recalcitrante como Rahm Emmanuel, como el director de gabinete; la inversión que la comunidad sionista hizo en la campaña del ahora presidente y la gota "que llenó el vaso": unas declaraciones del propio Obama llamando al Presidente Chávez la "fuerza que ha impedido el progreso" en la América Latina. Pero, ¿que es lo que dice este hombre?. ¿Tiene conciencia de la estupidez que dice?. O es un títere de intereses creados, como Uribio (receptor de la infame medalla para los perros falderos del Imperio Equívoco), o se comporta como el hombre que sabe que miente, como muchos políticos más.
Si lo que estoy pensando es cierto, Obama vendría siendo el "continúose del empesose" del payaso criminal, ¿por fortuna? ya ido de la Casa Blanca. O terminaría siendo, como algunos llegaron a decir del basketero Michael Jordan, que no era negro sino "una especie de hombre blanco".
Dispongan Uds. de su criterio.
(*)Ingeniero en Telecom.
http://buenomalo.blogspot.com
